Miércoles 01 de mayo 2024

Campeón por abandono

Redacción 22/12/2009 - 01.47.hs

El conjunto de Alvear FBC se consagró ayer por primera vez en su historia campeón del Torneo Provincial de Fútbol, aunque la coronación fue confusa y terminó con escándalo. Es que la final, que estaba 0-0, como en el partido de ida, finalizó con incidentes, con All Boys retirándose del campo de juego en protesta por el accionar del árbitro, al que acusaron de golpear a un jugador, y con el propio Norberto Britos decretando el final del partido por inferioridad numérica del Auriazul, aunque ni siquiera alcanzó a mostrarle la tarjeta roja a todos los expulsados.
Así, todo se terminó con el marcador en blanco a los 9 minutos del complemento, cuando el colegiado -que en la primera parte había expulsado a José Domínguez-, después de sancionar un penal para el dueño de casa, también le mostró la roja a Juan Cruz Vassallo y dejó al visitante con nueve jugadores en cancha, para luego informar a seis más, dar por concluido el partido y desatar el festejo de Alvear FBC.

 

La previa.
Luego de igualar sin goles en el primer cotejo que se jugó la semana pasada en la capital pampeana, el plantel Azul dirigido por Alfredo Sauro fue ayer un poco más de su rival, y aunque no llegó a plasmarlo en la red, se adjudicó el torneo cuando el encuentro llegó a su fin antes de lo previsto.
En el inicio de las acciones, el dueño de casa se plantó en el terreno con una actitud netamente ofensiva. Tal es así, que al minuto tuvo la primera opción de gol, en una jugada iniciada por Emanuel Morette. Poco después, el arquero Adrián Bartel mantuvo en cero el arco visitante, cuando rechazó un tiro libre de riesgo ejecutado por Pablo Rosiere. Más tarde, el uno santarroseño le ahogó el grito de gol en un mano a mano al volante alvearense Leonel García Barros.
Así, cuando promediaba la mitad de la primera etapa, Alvear FBC se mostraba superior en el desarrollo del juego, por todo lo que había generado en el área rival. Pero con el correr de los minutos, All Boys se comenzó animar y tuvo la oportunidad más clara, cuando el goleador Daniel Eizaga le ganó en el salto a Emiliano Gómez, y con arco libre cabeceó muy cerca del palo izquierdo de Raúl Alomo.
Igualmente, a los 25 minutos se complicó el panorama para la visita con la expulsión de José Domínguez, quien ya estaba amonestado y se ganó la segunda tarjeta amarilla, cuando cortó con una fuerte infracción en la mitad de la cancha a Rosiere.
En los pasajes finales, ambos bandos dispusieron de una jugada más de peligro. A los 44' Roberto Florís ensayó un remate de zurda que controló muy bien el arquero local. Y sobre el final, un potente disparo de Tomás Viangule exigió una gran intervención de Bartel.

 

El escándalo.
En el inicio de la segunda parte el juego no fue muy distinto al que se había visto en los primeros 45 minutos. El local seguía controlando la pelota, aunque sin generar peligro en el área rival. Hasta que a los 9 minutos partió un pelotazo desde la mitad de la cancha para la corrida de Fernando Muñoz, que fue a buscar la pelota y cayó dentro del área, al menor contacto que tuvo con el defensor Juan Cruz Vassallo.
Inmediatamente el árbitro sancionó la pena máxima, y al interpretar que era jugada de último recurso, le sacó la tarjeta roja al marcador alboyense. Esto generó el reclamo de los jugadores visitantes, quienes rodearon a la terna arbitral para protestar el fallo. Y en medio de ese tumulto que se generó, apareció tirado en el piso el delantero santarroseño Miguel Román, acusando un golpe, según sus compañeros, del propio árbitro Britos.
Esa situación terminó de enervar los ánimos de los jugadores visitantes, quienes continuaron quejándose por la actuación del árbitro, hasta que se pusieron de acuerdo con el cuerpo técnico y decidieron retirarse del campo de juego en señal de protesta y anunciando una denuncia contra el árbitro (ver página 28).
Hasta ese momento el partido había estado parado por diez minutos, y una vez consumado el abandono todo parecía quedar en la nada. Sin embargo, Britos informó luego que daba por concluido el cotejo porque, además de los dos expulsados, también corrían la misma suerte -aunque no les mostró la roja y solamente los informó- Mauro Barreiro, Miguel Román, Néstor Erro, Claudio Beserra, Alexis Sánchez y el arquero suplente Mariano Pascua. En ese contexto, decretó que All Boys quedaba con inferioridad numérica y que por lo tanto la final terminaba allí, sin ejecutar el penal y con Alvear FBC empezando a festejar.
De esa manera, el torneo mayor de la provincia de La Pampa llegó a su fin de la manera menos esperada y sin una definición clara dentro del rectángulo de juego. Una mancha oscura más que suma a este certamen, que tal vez haya tenido su última edición.

 


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