Miércoles 01 de mayo 2024

Regreso a lo grande

Redacción 02/03/2010 - 01.39.hs

Después de casi seis años de ausencia, Santa Rosa regresó a la Primera "A" y le ganó a su rival histórico por 1-0. Ante buena cantidad de público, Ariel Abrigo marcó el único tanto de un partido de trámite mediocre.
Atlético Santa Rosa volvió ayer a jugar en la Primera "A" de la Liga Cultural de fútbol después de casi seis años, y lo hizo de la manera soñada, porque venció como visitante a su clásico rival, All Boys, por 1-0. El partido, correspondiente a la segunda fecha del Torneo Oficial, por la zona norte, se jugó en el estadio Dr. Ramón Turnes con una floja actuación del árbitro Paolo Macchi, y contó con una muy buena concurrencia de público, que se acercó para ver un choque que no se daba desde septiembre de 2004.
En aquel último enfrentamiento, el Auriazul había ganado por 4-0 y había eliminado al Albo en las semifinales del torneo de ese año. A la temporada siguiente, los dirigentes de Santa Rosa decidieron no jugar por cuestiones económicas y luego pasaron cuatro años más en la Primera "B" hasta que en 2009 lograron ascender.
Y ayer, el destino quiso que volvieran a la máxima categoría nuevamente contra el clásico rival y en la misma cancha, aunque esta vez el resultado fue diferente. Por eso, no fueron pocos los hinchas que al salir del estadio aseguraban que había valido la pena esperar tanto tiempo. Y claro, la fiesta del reencuentro con los grandes fue completa por el gol de Ariel Abrigo a los 14' del segundo tiempo, y eso se vio reflejado en el incesante apoyo de los simpatizantes "albos" durante todo el partido.
De todas maneras, y a pesar de la alegría del visitante, ninguno de los dos mostró un juego que les permita soñar con el título, y por eso ambos deberán mejorar mucho para aspirar a lo máximo en este torneo. El encuentro fue decididamente aburrido, con un primer tiempo dominado por All Boys y un segundo en el que se prestaron la pelota, hasta que Santa Rosa convirtió el gol y logró manejar los tiempos hasta el final para hacer su negocio.
El Auriazul se mostró nuevamente apático de mitad de cancha hacia arriba, y por segundo domingo consecutivo no convirtió goles. En el medio, le faltó alguien con personalidad como para agarrar la pelota y manejarla, y Cristian Baldissoni no estuvo cómodo en su posición de enlace. El Albo, en tanto, se fue armando de atrás hacia adelante, pero también falló a la hora de crear juego, porque Gabriel Sayago fue bien contenido por los mediocampistas locales. En ese contexto, ninguno logró adueñarse del balón y sobraron los pelotazos, generalmente sin buen destino.
En cuanto a las jugadas de riesgo, tuvo un mejor arranque All Boys con un remate de Iván Lezcano que dio en un ángulo a los 3'. Luego, a los 14' Baldissoni le ganó en el pique a Fernando González tras un rechazo de Juan Cruz Vassallo y quedó mano a mano con el arquero Bruno Michelena, quien tapó muy bien con una mano enviando la pelota al córner.
Parecía que el clásico se inclinaba a favor del local, pero tras esa última llegada se fue desvaneciendo y le permitió crecer a la visita. Igualmente, Santa Rosa tuvo que esperar hasta los 30' para llegar con peligro, aunque luego de que Joaquín Susvielles baje la pelota con la cabeza Mauricio Rambur no llegó a empujarla. De allí hasta el final fue un verdadero bodrio, y en el cierre de la etapa apareció nuevamente Rambur, que habilitado por Sayago remató frente a Adrián Bartel, quien desvió la pelota al córner.

 

Sólo el gol.
El complemento fue igual, o peor, que el primer tiempo. Aunque en este caso Santa Rosa logró convertir y a partir de allí hizo su trabajo para aguantar el resultado y conseguir un gran triunfo. A los 9' avisó Sayago con un tiro libre que hizo exigir a Bartel, y a los 14' llegó el único grito del clásico: Susvielles elaboró una gran jugada por derecha y envió el centro; Sabino Agüero remató ante el cierre de un defensor y la pelota cayó en el borde del área chica, donde apareció Agüero para conectarla de cabeza y colocarla contra un palo.
All Boys sintió el impacto y no reaccionó hasta los minutos finales. Eugenio Rodríguez intentó cambiarle la cara con algunas modificaciones, pero no encontró respuestas. Del otro lado, Mauricio Villegas hizo un par de cambios poniendo a jugadores con vocación ofensiva y con eso le impidió al local irse decididamente al ataque, lo que le alcanzó para dominar más desde lo psicológico que por el juego.
El local solamente inquietó sobre el final con una "patriada" de Bruno Schaab que cabeceó alto a los 42' y con un tiro libre de Juan Pablo Martini que Michelena contuvo en dos tiempos, pero nada más. Y eso permitió el gran festejo "albo" del final, con los jugadores "abrazados" a su hinchada a través del alambrado. Y no era para menos.

 


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