Tripputi condenado a prisión por la muerte del joven Rodríguez
Tras leerse la sentencia de la Cámara, la madre de Tripputi atacó verbalmente a Susana Sánchez. "¿Por qué no lo fuiste a buscar vos?", le espetó. Hubo insultos y forcejeos e insultos, pero también sorpresa por la condena a prisión.
La Cámara en lo Criminal 1 condenó ayer a Juan Pablo Tripputi a ir a la cárcel por la muerte de Damián Gonzalo Rodríguez en el accidente de tránsito ocurrido el 25 de enero de 2004. Los jueces dispusieron que cumpla su pena en prisión porque "actuó con negligencia, imprudencia y en franca inobservancia de las disposiciones del tránsito". El fallo provocó la reacción de la familia Tripputi hacia los Rodríguez. "¿Por qué no cuidaste a tu hijo?", le espetó a los gritos Antonia Sara Albanese, madre de Tripputi, a Susana Sánchez, provocando un conato de violencia que fue contenido entre los presentes y varios efectivos policiales.
En fallo unánime, los tres jueces que al efecto de esta causa ocuparon la Cámara en lo Criminal 1 -Abel Depetris, Carlos Mattei y Graciela Martín-, condenaron a Juan Pablo Tripputi como "autor material y penalmente responsable" del accidente que costó la vida a Damián Rodríguez. Le impusieron 3 años de prisión que se concretarán en el momento en que la pena quede firme. También una inhabilitación de 10 años para conducir vehículos.
Las instancias a las que pueden recurrir las partes -seguramente la familia Tripputi intentará atenuar la pena- son el Tribunal de Impugnación Penal en primer lugar y, a posteriori, el Superior Tribunal de Justicia. Cuando se agoten esas posibilidades de revertir la sentencia -y si ninguno de esos órganos da vueltas el fallo original-, el joven tendrá que ir a prisión. Podrá intentar llegar a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, pero en caso de hacerlo a través de un "recurso de queja", no evitará que tenga que ir tras las rejas ya que ese recurso no tiene efecto suspensivo.
Policía.
Desde un principio el clima en la sala de audiencias de la Cámara 1 estuvo cargado de tensión. Entre el público, los más numerosos fueron los familiares, amigos y conocidos de Damián Rodríguez. Susana Sánchez, su madre, se sentó entre el público rodeada por sus tres hijos. Junto a ellos estuvieron varios miembros de la Red de Familiares de Víctimas del Tránsito, tanto vecinos de Santa Rosa como la presidenta de esa ONG, Teresa Mellano. También viajaron a la ciudad dos miembros de la organización "Malditas Picadas", del partido bonaerense de San Martín.
En el otro lado de la sala pero a pocos metros se ubicaron los familiares y amigos de Tripputi, entre ellos su pareja, su mamá y algunos familiares. La concurrencia superó el pequeño espacio para el público que tiene el lugar, lo que hizo que algunas personas tuvieran que esperar fuera del edificio.
Ante la presunción de que habría algún tipo de incidente, la Cámara convocó el auxilio de la fuerza policial. Tres miembros del Grupo Especial se ubicaron en distintos lugares de la sala. Ellos fueron los que se interpusieron entre las familias cuando empezaron los cruces verbales.
Agresión.
Juan Pablo Tripputi escuchó la condena sin evidenciar ninguna emoción, ni siquiera cuando oyó "dispónese la inmediata detención" tuvo algún gesto que manifestara una emoción. Hasta él mismo se sorprendió cuando su madre irrumpió en el centro de la sala y empezó a vociferar hacia los Rodríguez.
"¿Por qué no cuidaste a tu hijo?", gritó Antonia Sara Albanese en dirección hacia donde Susana Sánchez y sus hijos empezaban a retirarse. "¿Por qué no lo fuiste a buscar vos?", siguió la mujer. "Seguro que estabas tomando sol", insistió. Allí fue donde varias personas se abalanzaron sobre la mujer, algunos para evitar que siguiera con su ataque verbal pero otros con actitud hostil. Susana Sánchez entró en una crisis de llanto que había contenido hasta ese momento. "Encima que mi hijo esta muerto, esta mujer me ataca", se la escuchó decir, desconsolada mientras sus hijas la abrazaban. Su hijo Hernán no pudo reprimir la impotencia y aplicó un fuerte golpe de puño contra la pared que le provocó un corte en el puño. La hija mayor de Susana fue la que se interpuso y le pidió a Albanese que se retirara del lugar y cesara con su agresión.
Resguardados por los policías, los Tripputi abandonaron rápidamente la sala por una puerta lateral, por la misma los jueces que se habían ido minutos antes.
En la sala, todo era llanto, impotencia e indignación por la desagradable situación que se había suscitado. También algo de sorpresa, ya que nadie esperaba que la Justicia aplicara una pena de prisión efectiva para un caso de este tipo. En situaciones similares, la Justicia pampeana aplicó penas en suspenso (sin prisión efectiva), aunque siempre se trató de casos que no tuvieron tanta exposición como este.
José Mario Aguerrido, abogado de la familia Rodríguez, habló de "una bisagra" y de "un punto de inflexión" en la aplicación de condenas para conductores homicidas. En las mujeres de las ONGs también se vio algo de satisfacción por entender que esta sentencia marcará un rumbo para que otros tribunales asuman actitudes más firmes hacia quienes con su conducta negligente o irresponsable provocan la muerte de otras personas.
Los Rodríguez más que recibir con algo de beneplácito una dura condena contra el responsable de la muerte del joven, se retiraron del lugar con el dolor de una nueva humillación.
Negligente e imprudente
La Cámara en lo Criminal no atendió el pedido del fiscal Jorge Marcelo Amado de condenar a Tripputi por la figura del "homicidio con dolo eventual". Aplicó la acusación original, "homicidio culposo", aunque le puso varios agravantes, que fueron los elementos que determinaron que sea una pena de prisión efectiva. "Como fuera indicado ut-supra -dice el fallo-, el encartado actuó con negligencia, imprudencia y en franca inobservacia de las disposiciones del tránsito".
"El exceso de velocidad en esa particular zona (una rotonda), su maniobra incompatible con dicha velocidad, el hecho de estar alcoholizado y su indiferencia a cumplir con las indicaciones de los carteles que se encontraban en la ruta (dijo que no vio o no observó los carteles), demuestran claramente que no obró motivado por una mera distracción o desatención momentánea en la conducción, sino que por el contrario, guiaba el vehículo en forma por demás riesgosa y peligrosa contra la integridad física de quienes lo acompañaban", sostuvieron los jueces.
A favor del joven sólo consideraron la falta de antecedentes penales y algunos testimoniales favorables a su persona.
Estado de ebriedad
El accidente fatal se produjo por tres hechos coadyuvantes e íntimamente relacionados, sostuvo la Cámara 1. Ellos fueron: 1) Que la camioneta que conducía Tripputi entró a la rotonda a más de 100 kilómetros por hora, cuando el máximo permitido es de 70 km/h; 2) la realización de una maniobra "incompatible con aquella velocidad, consistente en un volantazo a la derecha en ese lugar", y 3) "por el estado de ebriedad leve a moderado en que se encontraba el actor". Tripputi negó que estuviera alcoholizado pero los jueces no le creyeron.
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