La dueña del hotel Piedras Blancas se opone al picódromo
Redacción 08/02/2012 - 04.34.hs
Mercedes Aguiló, la propietaria de la hostería Piedras Blancas, asegura estar angustiada por estos días. La sola idea de imaginar cómo sería el futuro de su complejo hotelero con el picódromo como vecino le aprieta el alma. Su comercio está a metros del Autódromo Parque Ciudad de Santa Rosa, el trazado que pertenece a la Caja Forense y que el intendente Luis Larrañaga quiere transformar en el lugar de reunión de los amantes de las picadas de autos y motos.
La idea no es nueva, ni nació con la gestión actual. El intendente anterior, Francisco Torroba, también quiso que los motociclistas que aturden a los vecinos con sus escapes libres tuvieran el viejo trazado de la Ruta Nacional 5 a disposición para dar rienda suelta a su pasión por los fierros y los escapes ensordecedores. Sin embargo, no llegó a un acuerdo con el directorio de la Caja Forense y la idea se frenó. Ahora, Larrañaga quiere volver a la carga y tiene prevista una reunión con la entidad para la semana próxima.
"Esto que escucho realmente me aprieta el alma porque Piedras Blancas dejaría de existir", planteó Aguiló quien dialogó por la mañana con Radio Noticias y por la tarde recibió a LA ARENA en la hostería. El emprendimiento nació en el año 2003. "El esfuerzo económico lo hicimos nosotros pero Santa Rosa nos abrió las puertas para poder tener Piedras Blancas", contó.
Aguiló aseguró que los visitantes eligen su hostería por la tranquilidad del lugar. Incluso aseguró que cuando decidieron emplazarla allí, sabían que con los años la actividad en el autódromo se iría extinguiendo. Si bien se mostró comprensiva en cuanto a la necesidad de las autoridades de resolver el problema social que generan las picadas ilegales en la ciudad, puso énfasis en dejar expuesta la contradicción que, a su entender existe, entre el respeto a la legislación que se les exigió desde la comuna para montar la hostería y el "premio" que reciben los motociclistas que a diario infringen las normas de tránsito.
"Para instalarnos acá, en el año 2003, hicimos cumplimos con todos los requisitos que nos exigió la municipalidad, tenemos seis empleados, es decir, seis familias que están vinculadas a nuestro emprendimiento, pagamos todos los impuestos, entonces nos parece contradictorio que la misma comuna nos habilite un picódromo enfrente", dijo.
El hotel, de ocho habitaciones, está ubicado exactamente enfrente del autódromo. Las competencias automovilísticas que se desarrollaban allí nunca fueron un problema. "Siempre fueron muy respetuosos de los horarios. Las competencias nunca comenzaban antes de las 9 de la mañana y siempre se realizaron en horarios diurnos. Además, se realizaban muy espaciadamente. El picódromo será distinto", resaltó.
Desde Piedras Blancas habían enviado una nota a las autoridades de la Caja Forense hace dos años, cuando el anterior gobierno municipal también había meneado la posibilidad de transformar el viejo autódromo en un picódromo. Entonces, Aguiló les había preguntado a los miembros del directorio de la entidad previsional de los abogados quién se haría cargo de los perjuicios económicos que esa actividad traería acarreado a su hostería.
La idea no es nueva, ni nació con la gestión actual. El intendente anterior, Francisco Torroba, también quiso que los motociclistas que aturden a los vecinos con sus escapes libres tuvieran el viejo trazado de la Ruta Nacional 5 a disposición para dar rienda suelta a su pasión por los fierros y los escapes ensordecedores. Sin embargo, no llegó a un acuerdo con el directorio de la Caja Forense y la idea se frenó. Ahora, Larrañaga quiere volver a la carga y tiene prevista una reunión con la entidad para la semana próxima.
"Esto que escucho realmente me aprieta el alma porque Piedras Blancas dejaría de existir", planteó Aguiló quien dialogó por la mañana con Radio Noticias y por la tarde recibió a LA ARENA en la hostería. El emprendimiento nació en el año 2003. "El esfuerzo económico lo hicimos nosotros pero Santa Rosa nos abrió las puertas para poder tener Piedras Blancas", contó.
Aguiló aseguró que los visitantes eligen su hostería por la tranquilidad del lugar. Incluso aseguró que cuando decidieron emplazarla allí, sabían que con los años la actividad en el autódromo se iría extinguiendo. Si bien se mostró comprensiva en cuanto a la necesidad de las autoridades de resolver el problema social que generan las picadas ilegales en la ciudad, puso énfasis en dejar expuesta la contradicción que, a su entender existe, entre el respeto a la legislación que se les exigió desde la comuna para montar la hostería y el "premio" que reciben los motociclistas que a diario infringen las normas de tránsito.
"Para instalarnos acá, en el año 2003, hicimos cumplimos con todos los requisitos que nos exigió la municipalidad, tenemos seis empleados, es decir, seis familias que están vinculadas a nuestro emprendimiento, pagamos todos los impuestos, entonces nos parece contradictorio que la misma comuna nos habilite un picódromo enfrente", dijo.
El hotel, de ocho habitaciones, está ubicado exactamente enfrente del autódromo. Las competencias automovilísticas que se desarrollaban allí nunca fueron un problema. "Siempre fueron muy respetuosos de los horarios. Las competencias nunca comenzaban antes de las 9 de la mañana y siempre se realizaron en horarios diurnos. Además, se realizaban muy espaciadamente. El picódromo será distinto", resaltó.
Desde Piedras Blancas habían enviado una nota a las autoridades de la Caja Forense hace dos años, cuando el anterior gobierno municipal también había meneado la posibilidad de transformar el viejo autódromo en un picódromo. Entonces, Aguiló les había preguntado a los miembros del directorio de la entidad previsional de los abogados quién se haría cargo de los perjuicios económicos que esa actividad traería acarreado a su hostería.
Artículos relacionados