Miércoles 14 de mayo 2025

¿No los contratan porque están en blanco con la DGI?

Redacción 15/02/2013 - 04.18.hs

La situación afecta a un grupo de hacheros que vive en Victorica, que desde hace varios años trabajan coordinados por Pedro Cortéz. El hombre, se desempeña en la actividad "desde siempre" y de a poco se fue haciendo conocido por sus habilidades y por la responsabilidad en las tareas que se le asignaban. Por este motivo, fue contratado para trabajar en proyectos de manejo del bosque de caldén.
"Cuando aparecieron los planes de bosques, empezaron a averiguar quién podía hacer los trabajos pero con el tema de los papeles nadie se animaba a hacerlo. En La Pampa, hay unos mil hacheros, pero es muy difícil encontrar uno en blanco", contó ayer Pedro a La Arena, luego de pensar muy bien si le convenía o no salir a dar detalles de su situación.
El hachero se refiere a los planes de manejo y conservación de bosques nativos que se están ejecutando en la provincia desde el año 2011. Estos, son financiados con varios millones de pesos emanados del gobierno nacional a partir de la Ley Nacional de Bosques.
"Yo ya trabajaba en un equipo, en negro, pero haciendo trabajos grosos, con doce o quince personas para sacar los trabajos en el menor tiempo posible. Incluso llegué a manejar hasta 30 personas, hemos ido a Mendoza y a Río Negro a hacer trabajos. Nos hicimos conocidos por la responsabilidad. Entonces un investigador de la universidad (Nacional de La Pampa) se entera, me ve y me hace la propuesta, me ofrece los trabajos y arrancamos en la (estancia) La Holanda", sigue Cortéz.

 

"Me animé y me blanquée".
Iniciados los trabajos en La Holanda, los hacheros continúan en el campo de la Universidad Nacional de La Pampa, -Bajo Verde-, donde también se desarrolla un plan de manejo del caldenal.
"Cuando ya estaba haciendo el trabajo me dicen que por lo que tenía que facturar, tenía que subirme de categoría (era monotributista), la gente estaba toda asegurada, igual me dan el trabajo y sale lo de Bajo Verde pero ahí todo el equipo de la facultad me dice que si no estoy blanqueado no me podían pagar. Igual el trabajo estaba hecho, pero me hicieron entender que blanqueándome, yo tenía una posibilidad tremenda de agarrar más trabajos".
Ante la duda, Pedro consulta a un contador, -Marcos Ordienco-, quien también le aconseja inscribirse en la Administración Federal de Ingresos Públicos con una categoría más alta.
"Me prometieron que iban a llegar trabajos de bosques, me animé, me blanqueo, me pagan, pero resulta que cuando termino los trabajos, me vuelvo a buscar trabajo acá (Victorica) y al productor acá la mayoría lo quiere (contratar) en negro; si el trabajo en blanco vale 10, en negro vale 7. Fue una cosa que no pude facturar más una boleta, tuve algunos trabajos chicos, pero me arruinó, ya pasó un año, terminé en noviembre del año pasado y no tuve más trabajo", dice el hachero con desazón.

 

Paradojas.
Hoy, la situación que viven Pedro y sus colegas es paradójica por cuanto se los convenció de estar inscriptos en la categoría que correspondía según la facturación que efectuarían por sus trabajos en ese momento, pero no logran continuidad en los contratos de trabajo. No consiguen más contratos y por eso en la actualidad, el hachero mantiene una deuda con la AFIP cercana a los cincuenta mil pesos que no sabe cómo pagar. De hecho, ya vendió parte de sus herramientas y acaba de vender un auto.
"Desde que pasó esto tuve que deshacerme de la motosierra, y lo que había hecho en inversiones como un auto que logré comprar 0 kilómetro, hace cuarenta días lo tuve que vender", detalla.
Además, Pedro se siente responsable por el grupo de hacheros que trabajan con él y sus familias, que lo buscan cada vez que necesita algo y a quienes él ayuda cómo puede.

 

Pedidos de ayuda.
Ante la falta de trabajo, Pedro no se queda de brazos cruzados y acude a las autoridades; sobre todo, a partir de enterarse que mantiene una deuda con la AFIP, la cual va creciendo a medida que transcurre el tiempo.
La directora de Recursos Naturales de Ministerio de la Producción, Marisa Urioste, tramitó el año pasado el aporte de $ 30 mil para Pedro y su equipo para que efectúen algunas labores a través de la municipalidad de un pueblo. Intentó conseguirles trabajos por otros lugares pero no se concretaron, como uno en la localidad de Santa Isabel y otro en Rucanelo.
La diputada María Luz Alonso, oriunda de Victorica y vecina de Pedro, también escuchó el pedido de Pedro. "Teóricamente nos iba a ayudar. Habló con Marisa Urioste y con (el ministro de la Producción, Abelardo) Ferrán. Según me dijo me iban a dar trabajo, la fui a ver para las fiestas y me preguntó, pero le dije que no nos habían llamado. Ayer (por el miércoles) me fui a verla a la oficina que tiene en el pueblo y quedó en averiguar. También ayer llamé a Marisa y no me atendió", relata Pedro, quien hasta propuso a las autoridades provinciales que se consolide una cooperativa de hacheros para obtener trabajo.
Hasta ahora y según Pedro, el único que les ha brindado ayuda concreta y cuando tiene "changas" se las ofrece, es el intendente del pueblo, Hugo Kenny.
"Nosotros necesitamos trabajo", afirma Pedro sintetizando su reclamo, y agrega: "Si yo pudiera pagar la deuda y volverme en negro y dedicarme a trabajar, sería el hombre más feliz".

 


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