Condenan a dos hombres por caza furtiva
La importancia del fallo radica en que es el primero que se dicta por ese tipo de delito, en el cual se condena a cazadores furtivos. Los restos del ciervo habían sido sometidos a una pericia de ADN.La justicia pampeana dictó un fallo que puede marcar un antes y un después para la caza furtiva en el territorio de la provincia. Dos hombres fueron condenados a un año de prisión condicional y a tres de inhabilitación para cazar por haber matado un ciervo colorado reproductor en un predio privado, sin autorización del dueño, y fuera de la época permitida para esa práctica.La sentencia 72/14, a la que tuvo acceso LA ARENA, fue dictada el 16 de septiembre por el juez de Audiencia de Juicio, Carlos Alberto Besi, y condenó a dos hombres con domicilio en Santa Rosa: Cristian Gabellota y Fabián Moreno.Ambos fueron responsables de infracción a la ley nacional 22.241, de conservación de la fauna silvestre, "en calidad de coautores" y "agravado por haberse cometido con el uso de un arma" en referencia a que utilizaron un fusil Mauser.La importancia del fallo radica en que es el primero que se dicta por ese tipo de delito, en el cual se condena a cazadores furtivos. Desde los organismos oficiales que combaten esa práctica ilegal no ocultaron su beneplácito por la sentencia.El hecho ocurrió el 26 de febrero de 2012, cuando Gabellota y Moreno mataron un ejemplar de ciervo colorado macho -especie vedada en esa época del año- en el predio rural conocido como "Coto Reserva La Colorada" o "Estancia Los Cerritos", ubicado en la zona de Quehué y que es propiedad de Luis Alejandro Bertone.Tapado.Los cazadores fueron interceptados por una patrulla de Seguridad Rural. Se movilizaban en una camioneta y allí estaba la cabeza del ciervo, de 27 puntas. Bertone constató que se trataba del animal de su propiedad, que había comprado 12 días antes por 36 mil pesos, según la descripción hecha en la sentencia judicial.Gabellota y Moreno no tenían permiso del dueño del establecimiento, al que ingresaron al traspasar los alambrados. Durante el juicio declaró el cabo Carlos Watson, quien recordó que como integrante de la División de Seguridad Rural de la Policía interceptó a los cazadores (en el cruce de la ruta 14 y el camino vecinal Chapalcó). Ambos llevaban el ciervo tapado con una lona y añadió que, cuando se los consultó por su origen, dijeron que lo habían "encontrado".Frente a la insistencia del policía, ambos reconocieron que lo habían cazado y que dijeron frases como "no sabés como cayó el ciervo" o "qué macana nos mandamos".El testimonio de Watson coincidió en cuanto a horarios y detalles con lo expresado por Bertone y un empleado de éste. Además, durante el juicio declaró un veterinario quien explicó que alguien con experiencia puede amputar la cabeza de un ciervo "en no más de tres minutos". Pericias.Los restos del ciervo colorado fueron sometidos a una pericia de ADN, realizada por el Laboratorio de Genética Aplicada de la Sociedad Rural Argentina de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Se trató de una pericia novedosa para la Justicia pampeana debido a que fue la primera vez que se solicita en el marco de una investigación judicial. Ese elemento de prueba fue solicitado por el fiscal Máximo Paulucci y sirvió para enriquecer las evidencias recolectadas.Las muestras del animal (consistentes en pelo, tejido subcutáneo y dermis) fueron extraídas por un médico veterinario, en tanto que las obtenidas de la cabeza (músculos) fueron extraídas el mismo día por un perito de la Sección Veterinaria Legal de la División Criminalística de la capital pampeana.El abogado defensor, Gastón Gómez, pidió el sobreseimiento de su defendido -Gabellota- por interpretar que no se había producido ilícito alguno. El fiscal Máximo Paulucci, por su parte, pidió la pena de un año y seis meses de prisión e inhabilitación de cinco años para el ejercicio de la caza.
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