Condenan a ex esposa de Curatola
Silvina Amestoy, abogada porteña y quien fuera esposa del ex operador financiero Eugenio Curatola, fue condenada a siete años de cárcel por encabezar la banda que estafó a inversores por más de 90 millones de dólares. Entre los damnificados hubo varios pampeanos, ya que la operatoria ilegal tenía foco en Santa Rosa y General Pico, y en otras ciudades del interior del país.
La condena fue dictada por el Tribunal Oral en lo Criminal 2 (TOC2) de Buenos Aires, que encontró a Silvina Amestoy organizadora de una "asociación ilícita" y autora de "estafas reiteradas" que habría perpetrado con su ex esposo. Además de la condena a prisión, la mujer fue inhabilitada por ocho años para ejercer la profesión.
La estafa.
Entre 2001 y 2005, la firma "Curatola y Asociados" promocionaba su servicio de "brokers" tentando a posibles inversores a adquirir divisas extranjeras en el mercado Forex con la promesa de importantes retornos monetarios. La firma operó activamente con sucursales en Santa Rosa y General Pico, donde captó a numerosos ahorristas, presentándose como uno de los brokers más serios de Latinoamérica.
También se cuentan damnificados en Tandil, Olavarría, Tres Arroyos, Mar del Plata, Junín, Azul, La Plata, Pehuajó, Bariloche y Comodoro Rivadavia. Se calcula en alrededor de 11.000 los damnificados en todo el país.
Curatola y Asociados, con base en las Islas Vírgenes Británicas, aprovechó la crisis de 2001 para acaparar fondos que salían del sistema financiero o buscaban la seguridad que los bancos no daban. La operatoria consistía en ofrecer dos opciones de depósitos: un modelo cerrado con plazo a uno o dos años en el que el inversionista debía colocar un mínimo de 10.000 dólares al comienzo y luego extenderlo a 50.000; y otro abierto, partiendo de una base de 5.000 dólares.
Si bien de manera on line los inversores seguían el crecimiento de sus ganancias, cuando en 2005 algunos damnificados intentaron recuperar su dinero, la firma alegó "problemas de liquidez" y dejó de pagar.
Prófugo y detenido.
Tras las primeras denuncias, Eugenio Curatola estuvo prófugo -se cree que en Miami- pero a fines de 2008 fue detenido en un country de la localidad bonaerense de Hudson donde también se hallaron contratos por 300 millones de dólares.
Curatola, que admitió las acusaciones y aceptó la realización de un juicio abreviado, ya había sido condenado a cinco años y dos meses de prisión, mientras que otras 16 personas enjuiciadas recibieron tres años de prisión. Durante la investigación también estuvo procesado Clemente Curatola, hermano del operador financiero, acusado de 90 casos de estafas reiteradas.
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