¿Lavaron la camioneta de Macri?
Un vecino contó que al detenerse en Uruguay al 400, el vehículo estaba totalmente limpio, mientras que en los otros dos se veían los huevazos. En el expediente judicial no hay registros de la camioneta presidencial manchada. ¿Eliminó evidencia la custodia presidencial?
¿El gobierno nacional tenía intención de mostrar el ataque a huevazos que sufrió la camioneta que trasladaba a Mauricio Macri, o su primera reacción fue obviar el hecho y no darle importancia? Un dato aportado por un vecino, testigo directo, reflejaría que la primera intención fue ocultar lo sucedido en la Rotonda del Avión.
El vecino contó que esa tarde vio que la camioneta marca Audi de la que se bajó Macri en un comercio de la avenida Uruguay chorreaba agua, como si recién la hubieran lavado, mientras que en los otros vehículos sí se podían ver los huevazos.
El dato lo compartió con LA ARENA un vecino que esa tarde caminaba por avenida Uruguay al 400 cuando vio que llegaba la comitiva presidencial y se detenía en un negocio de panificación. "Obviamente que me vino la curiosidad y me acerqué a ver qué pasaba", relató. El hombre vio cómo Macri se bajaba en la panadería e ingresaba para hablar con sus propietarios.
"Los vehículos quedaron estacionados ahí enfrente, pero lo que me llamó la atención es que los que venían de custodia tenían las marcas de los huevazos, pero la Audi de la que se bajó Macri, no. Por el contrario, chorreaba agua, como si recién la hubiera lavado", acotó.
Según recordaba el vecino, los vehículos que si tenían los huevazos eran un Chevrolet Cruze color azul, y un Volkswagen Vento color gris.
"Cuando se fueron, el asfalto debajo de la camioneta Audi seguía mojado", comentó el vecino, que pidió reserva de su identidad.
¿Quisieron ocultarlo?
El dato del vecino refleja, de confirmarse, un proceder poco claro de la custodia presidencial luego del incidente por el que está detenido el profesor universitario Aníbal Prina. ¿Si el ataque en la rotonda del Avión fue tan grave como se lo presenta, por qué se apuraron a lavar la camioneta?
Esta pregunta dispara otra: ¿Tenía intenciones Macri y su custodia de dar a conocer este hecho, o prefirieron minimizarlo y no darle trascendencia?
Durante su estadía en Santa Rosa el jueves por la tarde, ni Macri dijo nada, ni ninguno de sus allegados hizo mención. Solo se supo cuando medios locales empezaron a hablar del incidente y uno de ellos encontró la publicación en Facebook en la que el profesor Prina hace mención a los huevazos.
Recién entonces el entorno del presidente, sus referentes en La Pampa -el secretario de Deporte, Carlos Javier Mac Allister y el diputado y candidato para las elecciones legislativas del próximo domingo, Martín Maquieyra- empezaron a hablar de lo sucedido y a magnificar sus consecuencias.
Con la invalorable colaboración de la "cadena nacional" de medios oficialistas, los huevazos se convirtieron en el tema central de las dos jornadas siguientes y se los utilizó para atacar una vez más al gobierno provincial y en particular al gobernador Carlos Verna, al que llegaron a señalar como posible autor ideológico de los hechos.
Eliminaron evidencia.
El aporte del testigo tiene una confirmación en el propio expediente judicial que tiene en sus manos la Justicia Federal. No hay allí ninguna foto o registro que muestre la camioneta presidencial con los impactos de los huevos. Es obvio que esto no podría ser de otra manera desde el momento en que se apuraron a lavar el vehículo.
El lavado de la camioneta deja mal parado al entorno de Macri y en particular a quien dispuso hacerlo, ya que ello conlleva una situación que es más delictiva que los propios huevazos: eliminar evidencia.
Si la causa judicial avanza con la celeridad y el celo de las primeras horas, posiblemente termine siendo un dolor de cabeza para quienes hasta ahora han capitalizado el rédito político y periodístico de los huevazos.
Camionetas limpitas.
Con las enormes distancias entre los casos, el apuro por lavar la camioneta atacada a huevazos en que circulaba el presidente Macri remite a otra situación similar, enormemente más grave: el lavado de los vehículos de Gendarmería Nacional que intervinieron en el operativo del 1 de agosto en el que desapareció Santiago Maldonado. En aquel caso, habría sido para eliminar posibles indicios de una muerte; en este, una cuestión más bien estética, pero lo que queda en claro es que la orden de limpiar los vehículos involucrados es una opción que las actuales autoridades nacionales toman con suma rapidez.
Declararon los custodios.
Dos policías federales que el jueves por la tarde custodiaban el vehículo en el que se desplazaba el presidente Mauricio Macri, declararon el sábado por la mañana en el Juzgado Federal. Los uniformados afirmaron que no están en condiciones de individualizar a los responsables de los huevazos.
La novedad se conoció ayer de fuentes allegadas a la causa judicial por la que está detenido el profesor Aníbal Prina. Las fuentes se manifestaron sorprendidas por el día elegido para tomar la declaración a los policías, un sábado, día no laborable para la Justicia, que contrasta con la decisión de mantener a Prina detenido todo un fin de semana largo.
Los que declararon son dos policías federales que el jueves llegaron a Santa Rosa junto con el presidente Macri. Ambos confirmaron que al tomar por la colectora para evitar la manifestación que los estaba aguardando más adelante sobre avenida Spinetto, se encontraron con un grupo de personas que les arrojaron huevazos a los vehículos.
Uno de ellos mencionó solo huevazos; el otro habló de huevos y de, posiblemente piedras, pero sin dar certezas en este punto ya que su afirmación se basó en el sonido que escuchó detrás suyo, de algún objeto que golpeaba contra una superficie metálica.
Los policías estimaron que los agresores fueron "entre 3 y 5" y al ser consultados si estaban en condiciones de individualizarlos o de identificarlos, dijeron que no.
Los testimonios "desfavorecen la posición del Juzgado, que tiene que buscar elementos para sostener su acusación contra Prina", analizó la persona consultada. Las declaraciones se extendieron por espacio de casi cuatro horas.
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