La casa de Tomás Mason en estado de abandono y peligra su estructura
Santa Rosa va a tragarse su propia historia. Mientras las napas freáticas sigan subiendo y el agua no encuentre escapatoria, la ciudad se hundirá en si misma llevándose consigo edificios centenarios y barrios enteros sumidos hoy en ríos cloacales. La situación que atraviesa La Estancia La Malvina, sitio histórico por haber sido la casa del fundador Tomás Mason, no es ajena a este cuadro que requiere una atención urgente.
Solo a simple vista un equipo periodístico de este diario pudo advertir y documentar una larga lista de "detalles" que podrían dar cuenta de daños estructurales en el casco de la estancia. Enumeramos: una rajadura atraviesa, del piso al techo, el baño público del lugar, ubicado en la parte posterior del chalet; grietas de distinto tamaño se distribuyen en las columnas y en el frente despintado; la base de ladrillos donde se cimienta la construcción está desnivelada, lo que hace pensar que el piso esconde un fangal. En un lateral, se abrió un hueco que parece dar a un antiguo sótano que no ha sido bien cerrado. Si se lo mira a una cierta distancia, el alero que da al contrafrente de la casona está vencido y promete empeorar.
El deterioro avanza.
El estado crítico de la casa de Mason, no escapa a la situación que atraviesa el resto de los barrios que circundan la laguna Don Tomás, zona que en los últimos meses ha estado afectada por la masa de agua que el sistema de bombeo de emergencia no logra bajar.
Parece increíble que hayan pasado apenas cinco años desde el aniversario 120º de Santa Rosa, cuando familiares de Tomás Mason llegaron a la ciudad para oficializar la declaración de "Casa Museo" de la Estancia La Malvina, mediante la ordenanza 4578/12.
María Rosa y María Marta de Elizalde, bisnietas de Malvina Mason de Gil, y tataranietas de Tomás Mason, agradecieron a los funcionarios de turno haber recuperado el espacio. Pero ¿Qué pensarán ahora que la casa parece sumida en el olvido?
Falta programación.
Casi tan grave como el estado del chalet es la falta de actividades, convirtiendo el espacio solo a una especie de museo muerto al que no va casi nadie. Solo dos veces al año -confiesa una fuente municipal- se realizan actividades "como para justificar la existencia" de La Estancia. "Lo único que hacen acá es mountain bike y running. Pero eso pueden hacerlo en cualquier campo, como para justificar la naturaleza", agregó la fuente.
La naturaleza, merece un párrafo aparte: en los últimos años gran parte del bosque de eucaliptus y otras especies autóctonas ha sido devastado por sucesivos fuegos y arboricidios, todos provocados por la acción del hombre.
Las intenciones de Alihuen
La Fundación Alihuen, que hasta hace unos años estaba al mando del intendente Leandro Altolaguirre, había advertido en el año 2009 que el lugar, "es un área rica en biodiversidad, tanto faunística como florística" por lo que "se pretende promover la conservación de esta biodiversidad y la integridad de los ecosistemas".
Incluso fue el mismo intendente -por entonces concejal del Frepam- fue el que impulsó junto al ex concejal Gastón Massari Copes, una ordenanza para que se declare Reserva Natural Urbana a La Malvina y renegó del "Rally Dakar Argentina Chile" que en el año 2009 atravesó el lugar y dejó un gran deterioro.
"Estas Reservas se crean a los efectos de conservar los remanentes de la naturaleza original de las ciudades donde se encuentran insertas y sus objetivos van desde el esparcimiento y la recreación para los humanos, hasta el resguardo de muestras de ecosistemas similares a los originales de la región, con fines educativos y conservacionistas", enunciaba el proyecto. Bueno sería hoy que está en el gobierno refrescarle la memoria al intendente.
Un mirador, una loma
En el año 2012, el entonces intendente Larrañaga reinauguró el viejo mirador norte, una estructura de madera que permitía observar desde lo alto todo el esplendor de la ciudad. Pasaron apenas cinco años y del mangrullo no queda nada, apenas un cúmulo de tierra señala el lugar donde se emplazaba. Vandalizado primero, quemado después, la estructura de madera es solo un recuerdo.
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