Sabado 05 de julio 2025

Promedio de edad de los fallecidos es de 70 años

Redaccion 18/10/2020 - 22.52.hs

Todos los fallecidos hasta ahora en la provincia tenían enfermedades preexistentes, según el reporte oficial. El fin de semana hubo dos muertos de personas de 25 de Mayo.
El gobierno provincial informó ayer al mediodía el fallecimiento de una nueva víctima del Covid-19 en la provincia de La Pampa. Se trata de un vecino de 88 años, oriundo de 25 de Mayo, que estaba internado en el Centro Emergente de Enfermedades Respiratorias (CEAR), en la ciudad de Santa Rosa.
«El comprovinciano cursó 8 días de internación en el CEAR de la ciudad de Santa Rosa. El paciente residía en la localidad de 25 de Mayo y se encontraba internado por presentar patología respiratoria Covid-19 positivo. Se trataba de un paciente con enfermedades preexistentes», se informó en el reporte.
Con la muerte ocurrida ayer, suman 17 las que tuvieron lugar en La Pampa desde el inicio de la pandemia. El fallecido ayer es el segundo de la localidad de 25 de Mayo, ya que un día antes, el 17 de octubre, murió otro paciente veinticinqueño, en este caso de 91 años, quien había cursado 13 días de internación por un cuadro respiratorio Covid-19 positivo y tenía enfermedades preexistentes.
Once de las muertes ocurridas hasta ahora se produjeron en el mes de octubre. El 14 falleció una mujer de 97 años, que se encontraba internada con neumonía en una clínica privada de Santa Rosa.
El 12 de octubre, ocurrieron tres: un hombre de 79 años, de Realicó, que se encontraba internado desde hacía 10 días en el hospital Centeno, de General Pico; un vecino de Toay, de 64 años, que había cursado 6 días de internación en el CEAR; y otro de Lonquimay, de 71 años, que llevaba 12 días internado en el CEAR. El 10 de octubre, el gobierno reportó el fallecimiento de una mujer de Intendente Alvear, de 62 años, luego de cursar 20 días de internación, en el Centeno.
El 4 de octubre, falleció un hombre, de 77 años, de General Acha, en el CEAR; el 3 de este mismo mes, murieron dos vecinos, uno de Bernardo Larroudé (84 años) y otro de Winifreda (83), en el Centeno y en el CEAR, respectivamente; y el 1 de octubre, se reportó la muerte, también en el Centeno, de un alvearense de 86 años.

 

Cinco.
En septiembre hubo cinco fallecimientos: una mujer de Intendente Alvear, de 68 años; un hombre de Río Colorado (Río Negro), con domicilio en La Adela, de 63 años; una mujer de Larroudé, de 88 años; otra de la misma localidad de 70 años; y una mujer de Intendente Alvear, de 79 años.
La primera muerte había ocurrido sobre finales de agosto, cuando un paciente de Catriló, de 96 años, falleció en el hospital piquense.
De acuerdo a los reportes del Ministerio de Salud, todos los fallecidos hasta ahora tenían enfermedades preexistentes y tienen un promedio de edad que supera levemente los 79 años.

 

En Santa Rosa se detectaron 33 casos mientras que en Pico hubo 26. Las dos ciudades más grandes de la provincia continúan en Fase 2.
El Ministerio de Salud de La Pampa dio a conocer en la tarde del domingo que tras procesar un total de 320 muestras, 88 personas fueron diagnosticadas como caso positivo de coronavirus. Si bien desde el pico de casos del viernes los nuevos casos continúan en bajada, el número sigue alto, ya que la positividad se fijó en 27,5%.
Como es habitual, cerca de las 21 del domingo Salud publicó el parte diario en el que confirmó los nuevos 88 casos de coronavirus de los cuales 33 son habitantes de Santa Rosa y otros 26 de General Pico, ambas ciudades en Fase 2 desde la semana pasada a raíz del alto numero de contagios que por el momento no desciende.
En tanto, el resto de los nuevos casos confirmados están distribuidos de la siguiente manera:
Cinco en Eduardo Castex, cinco en Quemú Quemú, cinco en Toay, cuatro en Trenel, tres en Intendente Alvear, dos en Uriburu, uno en Anguil, uno en Macachín, uno en Guatraché, uno en Bernasconi y uno en La Adela.
Según informaron, por estas horas los agentes sanitarios trabajan en la investigación epidemiológica de 23 de los nuevos casos ya que se trata de personas que no estaban en aislamiento. Sin embargo, las restantes eran contactos estrechos o contactos de contacto.
De esa manera, la provincia suma un total de 732 casos activos y 6.975 personas aisladas por ser contacto estrecho o contacto de contacto de alguno de los casos confirmados. Además, hasta el momento se registraron un total de 1.645 casos positivos de coronavirus en la provincia desde el desembarco de la pandemia, de los cuales 17 murieron y 896 se recuperaron.

 

Activos.
De acuerdo al detalle del informe, los casos activos hasta el momento son 391 en la ciudad de Santa Rosa, 176 en General Pico, 32 en 25 de Mayo, 6 en Winifreda, 34 en Toay, 31 en Trenel, 11 en Quemú Quemú, nueve en Intendente Alvear, uno en Realicó, 10 en Ingeniero Luiggi, cinco en Maisonnave, seis en Guatraché, cinco en La Adela, ocho en Eduardo Castex, dos en Uriburu, uno en Catriló, uno en Trilí, uno en Anguil, uno en Bernasconi y uno en Macahín.
Además, hay 33 personas contagiadas que se encuentran internadas. De ese total, 12 están en el Hospital Gobernador Centeno de General Pico y otros 21 en el Centro Emergente de Asistencia Repiratoria (CEAR) de Santa Rosa.

 

Niebla mental.
Mientras el mundo lucha día a día para tratar de evitar la propagación y busca atenuar los impactos, el virus del Covid-19 impone nuevos desafíos a la comunidad científica y en los últimos días se empezó a hablar de la «niebla mental», un efecto que se produce en personas que se recuperaron del coronavirus.
Se trata de un síntoma cognitivo que se reportó como secuela y que podría asociarse a la pérdida de memoria, a problemas de concentración, mareos, dolor de cabeza y confusiones frecuentes. Las descripciones de quienes la afrontan son tan distintas que, hasta el momento, cuesta definir a ciencia cierta en presencia de qué fenómeno se está.
«Todavía no se sabe mucho, ya que el costado neurológico aún no fue muy explorado. Por un lado, el virus afecta en términos primarios al sistema nervioso y causa trastornos mentales, la perturbación de la memoria, cansancios y confusiones recurrentes. Por otro, en orden secundario, también hay que tener en cuenta todo lo vinculado al aislamiento, la incertidumbre económica, el temor al contagio de los cercanos y las angustias, que configuran escenarios de ansiedad y depresión en las personas», planteó el médico psiquiatra de la UBA, Federico Pavlovsky, al diario Página 12.
El Sars CoV-2 no solo afecta a los pulmones sino también a las neuronas. Los datos fueron expuestos por un equipo de la Universidad de Yale y aún no queda muy claro cómo llega ni con qué frecuencia ataca al cerebro; pero según indican los especialistas a cargo del estudio, la obnubilación podría perjudicar las rutinas personales y laborales de aquellos individuos que sobrevivieron a la enfermedad e, incluso, en muchos casos, la atravesaron sin la presencia de síntomas evidentes.

 

Miedo.
Igor Koralnik, director de enfermedades neuroinfecciosas en el centro médico de Northwestern Medicine en Chicago, fue otro de los expertos que colocó el tema en la superficie al señalar que «hay miles de personas que la padecen», aludiendo a la «niebla mental».
«Cuando un paciente atraviesa un trauma severo y retorna a un núcleo de paz y cierta estabilidad, los aspectos psicológicos se canalizan a través de patrones que ayudan a la persona a reinsertarse en su mundo. No debemos olvidarnos que la Covid es una enfermedad que tiene muchos puntos en común con otras infecto-contagiosas y que para peor se ancla en el contexto de una pandemia global», señala Adrián Baranchuk, médico (UBA), profesor de Medicina en la Universidad de Queen’s (Canadá).
Y luego advierte: «Los enfermos están siendo atendidos por médicos que muchas veces sienten el mismo miedo que los pacientes. El escenario es complejo para todos, mucho más para aquellos individuos que exhiben algún sustrato psiquiátrico. Una experiencia como una pandemia es muy difícil para cualquiera».

 

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