Sabado 27 de abril 2024

Abanderado de la UBA y mención

Redacción 02/01/2023 - 10.12.hs

Sebastián Swinnen tiene tan solo 23 años, en julio se recibió de abogado en la Universidad de Buenos Aires y durante la entrega de su título fue elegido como abanderado. Pero eso no fue todo, porque hace unas semanas el Colegio de Abogados de Buenos Aires lo distinguió como uno de los mejores estudiantes. "No lo podía creer, fue una linda sorpresa", expresó.

 

Estudiar, estudiar y estudiar, ese fue el objetivo de Sebastián, quien desde el secundario ya sabía que quería ser abogado. Si bien su familia es de arquitectos, su abuelo "fue el que se destacó en el arte y diseño", pero junto con su papá fueron los "disonantes", como se describió, porque eligieron la abogacía. "Me gustaban las ciencias sociales y abogacía era más estructurada, me atrajo eso", señaló el joven de 23 años quien muy amablemente abrió su casa para ser entrevistado por un equipo de LA ARENA.

 

Cursó la secundaria en el Domingo Savio y como "algunos años son más tranquilos que otros", decidió comenzar el curso de ingreso de la UBA mientras terminaba el colegio. Empezó a cursar cuatro materias de forma virtual y viajaba a distintas ciudades de Buenos Aires para rendirlas. "Fue todo una aventura", aseguró y aclaró que todo ese esfuerzo "mirándolo a la distancia, no era necesario".

 

Pandemia.

 

En 2018, Sebastián se trasladó a Buenos Aires para continuar con sus estudios, hasta que la pandemia le truncó su estadía allí. La mitad de la carrera la realizó de forma presencial y la otra virtual. "Podría haber disfrutado más de la presencialidad", señaló, aunque celebró la virtualidad porque pudo volver a su casa, "que es lo que más se extraña cuando te vas".

 

Recordó que sus amigos se fueron a estudiar a Córdoba y que en Buenos Aires quedó solo. "La pandemia me reconectó con eso", sostuvo, pero así y todo el segundo año de Covid-19 "sentía que perdía la vida de estudiante". En relación a ello, señaló que en un primer momento "los profesores estaban perdidos porque no sabían cómo enseñar y nosotros también porque no sabíamos cómo aprender y eso afectó".

 

"Después nos acomodamos y entendimos cómo se iban a dictar las clases, cómo iban a evaluar. Los profesores también entendieron que con un examen oral era la manera de saber cuánto habías aprendido, estás cara a cara, eso que la virtualidad no lo perdió", agregó.

 

Pero como sucede con varios de las y los jóvenes que se van a ciudades grandes, Sebastián también se sintió "un número más" en la UBA. "Pero también se trata de la participación, la constancia y de ver la personalidad que tiene cada profesor; hay profesores que se van a preocupar por saber quién sos y otros que ni saben tu nombre", explicó y afirmó que "la sensación es que estás solo".

 

Abanderado y mención.

 

Solo le llevó cuatro años al joven pampeano cursar la carrera de Abogacía hasta obtener su título durante el mes de julio. "Cuando arranqué en 2018, liquidé el ingreso y avancé todo lo máximo que podía hacer", explicó y sostuvo que una gran ayuda fue el no trabajar porque "sino hubiese sido distinto".

 

Durante ese plazo, Sebastián obtuvo un promedio de 9,52. "Al principio miré el número y no me significó tanto porque durante la graduación y la entrega de premios, iba a darme cuenta si era una excepción o una regla. Podía ser que hubo un año con profesores bondadosos", dijo entre risas.

 

Pero ese simple número le dio la "alegría" y el "honor" de portar la bandera argentina durante al acto de colación. "La miraba con tanto amor que me emocionó", acotó su mamá durante la entrevista. Siguiendo con el relato del joven, contó que se desayunó con la gran novedad porque la condición no le fue informada.

 

"Éramos 160 graduados y para todos había lugares asignados. Fui a preguntar cuál era el mío y me dijeron que yo no me iba a sentar porque era abanderado. Fue linda sorpresa", expresó. Recordó que al principio no le iba a decir a sus papás para que también fueran sorprendidos pero decidió enviarles un mensaje para alertarlos. "Toda mi familia estaba muy emocionada, mi mamá lloraba", aseguró.

 

Pero eso no fue todo, porque hace unas semanas recibió un mail del Colegio de Abogados de Buenos Aires para felicitarlo porque la Facultad lo eligió como uno de los diez mejores estudiantes del año. "No me explicaron qué evalúan, pero son los que se destacaron en el año. No lo podía creer", expresó.

 

Su desempeño, dedicación, entusiasmo, su sueño cumplido de ser abogado, fueron los que le permitieron al joven pampeano ser destacado por instituciones muy importantes en el país. "Si bien en un trabajo no te van a pagar más por eso, te abre puertas el día que te quedes sin trabajo, esa carta de presentación vale", señaló.

 

Ahora el joven trabaja para un estudio de "muy buen nivel" en Buenos Aires que se dedica al derecho corporativo, al cual definió como que "es mucho papeleo, muy esquemático, me gusta, pero no descarto pasarme a otra rama". La experiencia laboral le permitirá bucear sobre lo que más le gusta y cabe aclarar que tampoco descarta volver a Santa Rosa. "Siempre es una opción", cerró.

 

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