Agredió a un vecino con un caño

Una pelea entre vecinos casi termina de la peor manera, cuando uno de los involucrados agredió al otro con un caño. Afortunadamente, no le provocó lesiones de gravedad.

 

El incidente se registró el lunes por la noche, pasadas a las 23, en Héctor de la Iglesia y Mario Sáenz. Según precisaron fuentes policiales consultadas por LA ARENA, al lugar llegaron efectivos de la Seccional Séptima ante un disturbio.

 

Cuando se acercaron, observaron que había cuatro personas involucradas en la disputa vecinal, pero solo dos se agredieron: un joven de 20 años y un hombre de 45. "Empezaron a tener una discusión y uno de ellos, de 20 años, agarró un caño de pileta y le propinó golpes al otro. Las lesiones se las ocasionó en la mano y en el brazo. No fue grave", explicaron. Las fuentes consultadas explicaron que ambos tienen un "problema de vieja data y viven casi en la misma cuadra, una casa está a unos 60 metros de la otra".

 

Ante esto, el personal policial redujo al agresor, lo demoró y lo trasladó a la comisaría. Pasó la noche allí y este martes por la mañana fue notificado en libertad, quedando a disposición de la Justicia.

 

Recuperan bicicletas.

 

Por otro lado, el personal de la Seccional Séptima logró recuperar dos bicicletas. Una de ellas fue entregada a su propietaria, mientras que la otra quedó secuestrada debido a que aún no fue denunciada como robada.

 

Todo ocurrió este martes por la tarde, cerca de las 17, cuando los efectivos realizaban un patrullaje. En Ramona Pereyra y Gaich observaron a tres adolescentes, de 15 y 17 años. "Uno de ellos llevaba una bicicleta que le faltaba la rueda delantera", comentaron.

 

El joven, al advertir la presencia policial, la abandonó en la vía pública y entró corriendo a una vivienda. "Hablamos con el propietario, quien aclaró que no vive allí y que son amigos de su hijo", indicaron. A los pocos minutos llegó una mujer, quien afirmó que le habían robado la bicicleta de su vivienda, que se encuentra a la vuelta sobre Ramona Pereyra.

 

El dueño observó que en la vivienda había un rodado que sabía que no les pertenencia, por lo que "de buena manera hizo entrega del mismo". Se trataba de la bicicleta que la mujer buscaba, por lo que tras recibirle la denuncia se le hizo la entrega formal.

 

La otra, a la que le faltaba una rueda, fue secuestrada y trasladada a comisaría para averiguar su procedencia. "No se sabe por el momento de quién es", informaron. En relación a los adolescentes, quedaron a disposición de la Unidad Funcional de Género, Niñez y Adolescencia.