Sabado 27 de abril 2024

Crece entre adolescentes la adicción a las apuestas

Redacción 04/10/2023 - 09.22.hs

“Un amigo jugó y ganó 180 mil pesos. Al poquito tiempo lo perdió todo porque se envició, en lugar de disfrutarla o guardarla la desperdició enseguida”. El testimonio es de un chico de 17 años, que cursa su último año en un colegio secundario santarroseño, y sus palabras se pueden multiplicar en otros cursos, en clubes, boliches o reuniones sociales de pibes y pibas. “Es facilísimo jugar y no necesitás datos de ningún adulto, no hay restricciones”, agrega al describir un panorama que parece oculto pero que cada vez es más notorio.

 

Se trata de una tendencia global, que desembarcó en el país desde hace tiempo y que en Santa Rosa ya se replica de forma cada vez más extendida y que enciende las alarmas por los efectos más nocivos: la adicción al juego, técnicamente llamada ludopatía.

 

El mecanismo es muy sencillo y a través de la herramienta que convive con la adolescencia durante casi las 24 horas del día: el teléfono celular. “A lo que se juega son las apuestas deportivas y el casino online, es muy fácil acceder, no hay ninguna restricción y cualquiera puede jugar. No necesitás nada porque es un número de WhatsApp, por ejemplo entrás a través de la cuenta www.picantesports.com y ahí te crean un usuario en el casino, te pasan el enlace para entrar y por Mercado Pago le tenés que transferir la plata que querés jugar”, detalla Nicolás en diálogo con LA ARENA sobre el simple acceso que abre la puerta a un casino virtual.

 

Frente a este panorama, desde este diario se consultó a docentes y directivos de colegios secundarios, a psicólogos y a áreas de gobierno especializadas en el juego responsable. Si bien hay un conocimiento leve sobre la problemática, en todos los casos aseguraron que “aún no se percibe que sea algo palpable o extendido. Por supuesto que nosotros tenemos una dicotomía respecto al uso de la tecnología en el aula, porque por un lado permite trabajar y hacer muchas cosas pero por otro, en el caso específico de los celulares, es dificilísimo que mantengan la atención en un tema sin mirar la pantalla”, respondió el rector de un colegio céntrico de Santa Rosa.

 

“Pagan al instante”.

 

Cuando un chico o chica ingresa a uno de los sitios de apuestas, la cuenta se la crea un “cajero”. Los “cajeros” son personas que les cargan a sus clientes las fichas para apostar después de recibir la transferencia de dinero, que generalmente se efectúa a través de Mercado Pago.

 

Los adolescentes suelen contactar a los cajeros por WhatsApp por recomendación de amigos y, como desde los 13 años pueden tener billeteras virtuales, está facilitado el acceso para apostar en los sitios de casino online con juegos similares a las máquinas tragamonedas.

 

Ruletas en vivo, Poker y apuestas de fútbol son otros servicios que promocionan los cajeros en las redes sociales, asegurando que son “100% confiables” y pagan “al instante”, a pesar de no tener habilitación.

 

“Es como un casino normal. En el colegio por ejemplo se reúnen grupos de cuatro o cinco chicos que van tirando plata de a poquito y juegan toda la mañana, el tema es que para algunos se les va generando una adicción mayor y terminan perdiendo mucha plata porque siempre terminás perdiendo, salvo que ganes y realmente no vuelvas a jugar, a la larga terminás perdiendo”, reflexiona Nicolás.

 

En aumento.

 

La vida virtual que instaló la pandemia del coronavirus, la crisis económica que padece el país, los cierres de puertas en el mercado europeo a las casas de apuestas y el boom del consumo del trap con referencias constantes a una sociedad de consumo son algunos de los factores que los expertos señalan como responsables del fuerte incremento en el boom del consumo de juegos de azar entre adolescentes.

 

“Vimos un aumento en la accesibilidad y promoción de actividades de juego, especialmente en línea. Los menores de edad, debido a su naturaleza curiosa y su menor capacidad para resistir las tentaciones, son especialmente vulnerables a los riesgos asociados con el juego”, explicó Pablo Rossi, psicólogo especializado en prevención y asistencia de las adicciones y director de la Fundación Manantiales.

 

Rossi señaló al diario Página 12 cinco motivos que explican, desde su óptica, este crecimiento en la cantidad de consultas que recibieron por casos de ludopatía: mayor tiempo libre en el hogar; aumento del estrés y la ansiedad; el aislamiento social; la promoción agresiva de este tipo de consumos; y la falta de regulación y fácil accesibilidad a las plataformas de apuestas.

 

Quienes siguen de cerca el fenómeno, resaltan que si bien hay sitios de apuestas habilitados “el gran problema son los sitios ilegales”. “Son servicios que hacen publicidad por redes sociales en donde ofrecen incentivos para que la gente se sume y no tienen ningún tipo de control”.

 

También recordaron que en Europa llegó a haber, de los 20 equipos del fútbol español, 19 auspiciados por casas de apuestas. Los niveles de ludopatía en esos países son superiores a los de la Argentina y por ello han aplicado normativas más duras. La cuestión es que las empresas que tenían ese negocio buscaron nuevos mercados y desembarcaron en Brasil, principalmente; y en el país.

 

Menores.

 

Las apuestas clandestinas se extienden no solo entre los adolescentes más grandes sino que a edades cada vez más tempranas también se registra ese tipo de juego online. “Hay chicos de primero o de segundo año que ya juegan, lo toman como una diversión y en muchos casos son 50 o 100 pesos de apuesta, pero después vas queriendo jugar cada vez más, sobre todo si ganás algo, y creés que después te vas a llevar un montón de plata”, señala Nicolás a este diario.

 

Una encuesta reciente realizada por Playtech -una compañía de desarrollo de software de juegos de azar- tomó datos de más de 2.500 jugadores de Argentina, Brasil, Colombia, Perú y Chile.

 

Señaló que el 84% de los argentinos que participan de estas plataformas de apuestas online “nunca recibió una advertencia sobre su comportamiento y los posibles riesgos de generar una adicción”. Constituye el porcentaje más alto en toda la región latinoamericana y contrasta, por ejemplo, con el 52% que indicaron los brasileños. Mientras tanto, el fenómeno entre adolescentes va en pleno crecimiento y es cada vez más notorio.

 

“Invasión” a través del fútbol.

 

El informe Global Online Gambling Market, que se realizó a nivel planetario, ilustra un fenómeno que es mundial y crece sin freno: en 2020 los juegos de azar online recaudaron 65.316 millones de dólares y se proyectan cerca de 130 mil millones para 2027. Y no es un dato menor que las principales casas de apuestas en línea instaladas en Argentina patrocinan a los grandes equipos futbolísticos; un negocio multimillonario que llegó para quedarse.

 

En la camiseta de River Plate está Codere; en las de Vélez y Estudiantes de La Plata, el auspiciante es Bplay; mientras que la selección nacional se aseguró el auspicio de Betwarrior. La sueca Betsson luce en el pecho de las camisetas de Boca y Racing; City Center aparece en las de Newell’s Old Boys y Rosario Central.

 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce la ludopatía como una enfermedad emocional que afecta aspectos de la vida personal, familiar, laboral, social y económica de quien la padece. Según las estadísticas del Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos, el 30% de la población mantiene algún tipo de vinculación con el juego, y dentro de ese porcentaje el 95% corresponde a personas que lo hacen recreativamente, 3,5% son jugadores problemáticos y 1,5% compulsivos. En la Argentina hay unas 19 millones de personas que juegan asiduamente, mientras que 7 de cada 100 argentinos pueden ser considerados adictos.

 

Que hacer ante la ludopatía.

 

Distintos especialistas recomiendan una serie de puntos para actuar ante un caso de ludopatía. Uno de ellos es consultar con expertos, porque en la mayoría de los casos no se puede dejar de jugar sin ayuda. Se requiere de un profesional que efectúe un proceso de cambio de malos hábitos. Por lo general, los jugadores compulsivos son seres con sentimientos de inferioridad, inseguros e inmaduros. Es parte del tratamiento el buscar la manera de evitar los impulsos, tolerar frustraciones y fijar límites. Es importante prevenir esta adicción, dejando en claro que los juegos de azar tienen muy poca probabilidad de ganancia, sino todo lo contrario.

 

' '

¿Querés recibir notificaciones de alertas?