Crecen basurales a cielo abierto

Aunque desde hace muchos años el municipio de Santa Rosa lleva adelante un programa de tratamiento y separación de residuos domiciliarios, destinado a eliminar manejos impropios de la basura y adoptar prácticas sostenibles y amigables con el ambiente, algunos vecinos y vecinas siguen ocupándose personalmente de sostener los tradicionales basurales a cielo abierto en distintos espacios de la ciudad.

Con camiones, camionetas y carros, ciudadanos anónimos se encargan de distribuir periódicamente por las áreas urbanas periféricas una variada oferta de desperdicios, actividad que permite mantener y acrecentar esos insanos y riesgosos basurales que el municipio pretende desterrar.

En las últimas semanas se reiteraron en esta redacción las denuncias sobre un llamativo crecimiento de los depósitos irregulares de basura en la zona sur, sobre la calle Balbín, entre Telén y Tita Merello. En esa arteria, que linda con el campo, proliferan sitios repletos de basura que desprenden olores nauseabundos. A pocos metros de la esquina de Balbín y Alberdi ya se observa un enorme basural con abundancia de cueros y huesos en estado de descomposición, además de plásticos, botellas, muebles destartalados, neumáticos de vehículos, hierros y restos de poda, entre otros desperdicios.

Una rápida recorrida de 20 cuadras hasta Tita Merello, donde comienza la calle asfaltada del cementerio, permite contar más de media docena de basurales, algunos muy extensos, que rebosan con desperdicios de diversa data.

Curiosamente, muy cerca de allí, en Tita Merello y Utracán funciona el Centro de Transferencia de Residuos Sólidos Urbanos, inaugurado en febrero de 2019 con el objetivo de “dar un ordenamiento a la gestión de los residuos, que permita erradicar definitivamente la problemática de los basurales clandestinos que se generaban en varios sectores como las calles Tita Merello y Balbín, entre otras”, según consta en el informe publicado por la web municipal en aquel momento.