El campo erogó USD 348 millones
Si bien los precios en los mercados externos estuvieron por debajo del promedio histórico, La Pampa obtuvo una cosecha de 6,7 millones de toneladas (maíz, soja, girasol, cebada, maní, sorgo y trigo) según la Secretaría de Agricultura.
JUAN JOSE REYES
Para la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA), en base a datos de la Agencia de Regulación y Control Aduanero (ARCA), la venta de todos los cereales y oleaginosas provenientes de la provincia de La Pampa en la campaña pasada (2024/25) le dejaron al fisco nacional la suma de 347,8 millones de dólares solo en Derechos de Exportación (DEX). Sin dudas que, si bien los precios en los mercados externos estuvieron por debajo del promedio histórico, La Pampa obtuvo una cosecha DE 6,7 millones de toneladas (maíz, soja, girasol, cebada, maní, sorgo y trigo) según la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación. La campaña agrícola 2024/25 consolida a La Pampa como la sexta provincia protagonista del agro argentino en lo que refiere al aporte en retenciones agropecuarias.
Con un Valor Bruto de Producción (VBP) estimado en USD 1.560 millones, equivalente al 4,8% del total nacional, La Pampa reafirma su rol como un importante distrito de comercialización de alimentos e ingresos de divisas, a la vez que realiza un significativo aporte fiscal al Estado Nacional en concepto de otras gabelas y tributos como así a la provincia en Ingresos Brutos, Inmobiliario y Vehículos.
En la presente campaña, el nuevo esquema para los derechos de exportación establece que la soja pasó de 33% al 26%; subproductos de soja del 31% al 24,5%; el maíz, cebada y sorgo del 12% al 9,5% y el girasol: del 7,5% al 5,5%.
Granos y oleaginosas.
Los datos oficiales de la Secretaría de Agricultura fueron contundentes con respecto a la siembra pasada de granos y oleaginosas en La Pampa la cual tuvo un valor de mercado en rentas devengadas de U$S 1.100 millones de dólares antes de impuestos y por ende de retenciones se recaudó más de 347 mill/U$S. Se cosechó en 1.710.824 hectáreas (se sembraron 2.324.478 ha.) en un área de aptitud agrícola de 2,93 mill/ha. Allí se obtuvo entre la campaña fina y gruesa 6.746.684 toneladas.
Lideró el maíz con 3.760.630 toneladas seguido de la soja (de primera y segunda) con 1.617.770; el trigo 563.170 (en la actual superaría las 700 mil); girasol 508.890 y de cebada cervecera con 135.070 toneladas; maní con 71.822; avena 53.870 y centeno 34.862 toneladas.
Sin embargo la caída de los precios internacionales se sintió en el campo pampeano pues hubo un importante avance de la inversión en tecnología (tractores, fumigadoras cosechadoras, fertilizadoras y sembradoras de siembra directa) y una mayor demanda de agroquímicos, fertilizantes y semillas por parte del productor, ello hizo que el productor tuviera menor rentabilidad que en campañas pasadas.
En referencia a los cereales de invierno y verano, el Valor Bruto de Producción (VBP) en la región es la suma total de los valores de los granos producidos, sin importar si se trata de insumos para otras producciones (semillas, fardos y rollos), es decir, bienes intermedios que se utilizan en el proceso productivo. Por lo tanto, incluye el valor de todos los cereales sin considerar si son de consumo intermedio o de consumo final. Para tener noción de la incidencia de la producción de granos dentro del VBP de La Pampa, es necesario recordar que los cereales participan en un 71,2% y las oleaginosas en un 26,9% en la provincia.
Gracias al ingreso de granos transgénicos en maíz y soja los márgenes de corrimiento de la frontera agropecuaria, ya sea maicera como sojera, pareciera no tener límites. Pero lo concreto es que los más de 6,7 millones de toneladas de granos y oleaginosas le dejaron a la ARCA U$S 347.800 millones. Según SIO-Granos, Sistema unificado de Información Obligatoria de las operaciones de compraventa de granos que conforman el Mercado Físico, desarrollado por las Bolsas de Cereales y el MATba-Rofex, las provincias de Bs As, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y La Pampa, son el origen del 90% de las cantidades de granos y oleaginosas transportadas. De esta forma, se puede verificar que la mayor parte se encuentran a una distancia menor a 350 km de un puerto, lo que marca una ventaja competitiva de Argentina.
Precios que preocupan.
La USDA (el departamento de agricultura de los EEUU) estima que la liquidación del campo argentino durante la presente campaña tendrá algunas dificultades si la falta de agua persiste en algunas zonas y si los precios de los comodities no se recuperan.
Pero aunque hay opiniones distintas sobre la evaluación de los precios agrícolas, el campo dejara en DEX al menos una cifra similar o superior aún a la pasada. Es decir que a partir de octubre se estima que podría empezar “una sequía de dólares” como una consecuencias de las ingentes liquidaciones durante junio y julio.
Sin embargo hay proyecciones que indican que en el último bimestre del año se recuperarían. Sucede que recién a partir de noviembre la liquidación caería por debajo de los 4.000 millones, pero no tanto, porque en el ante último mes del año el campo aportaría otros U$S 2.800 millones y en diciembre otro tanto, si bien lejos de los U$S 4.200 liquidados en el pasado mes de julio. De esta manera, solo los principales complejos agroexportadores sumarían U$S 30.568 millones.
La campaña agrícola 2025/26 dejará una producción estimada de 136 millones de toneladas de granos, un 2,6% más que el último ciclo productivo y la cuarta en importancia de la historia; no obstante, con US$ 28.793 millones, las exportaciones representarán una suba del 3,1%. Todos los indicadores dan cuenta que con otra importante cosecha de maíz nuevamente por sobre los 3,5 mill/ton, la de trigo de casi 900 mil y la de soja de primera y segunda (1,3 mill/ton) la productividad del campo pampeano seguirá en franca mejoría. La campaña gruesa 2025/26 se vislumbra con un claro protagonista: el maíz.
Productores y técnicos en la provincia apuestan decididamente por este cereal, a pesar de que implica una inversión significativamente mayor y un riesgo elevado. La estrategia central es la de lograr más kilos partiendo de la premisa de que es más factible alcanzar rendimientos de 120 qq/ha quintales por hectárea en maíz temprano, en comparación con los 31,7 qq/ha de una soja de primera, cultivo que ha mostrado un estancamiento en sus rendimientos. Se proyecta un incremento de 8.000 hectáreas de maíz, lo que podría llevar la superficie sembrada a 800 mil hectáreas en el cuadrángulo noreste, es decir un aumento del 17% interanual, cediendo nuevamente área que antes ocupaba la soja y el resurgimiento del girasol.
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