Martes 16 de septiembre 2025

El crimen de Marta Beviglia se resolvería por una huella

Redacción 16/09/2025 - 00.16.hs

La reciente reapertura de la investigación del doble homicidio de Luis Epifanio y Graciela Torrent, podría llevar a que suceda lo mismo en el caso de Marta Beviglia, quien resultó asesinada el 10 de julio de 2004.

 

Semanas atrás el Laboratorio de Genética Forense del Ministerio Público de La Pampa detectó un “ match positivo” en un sujeto detenido por otra causa y que ahora resulta imputado por aquellos crímenes.

 

La muerte de Beviglia no se pudo resolver en su momento, pero se sabe que está reservada una prueba dactilar -que siguiendo el mismo procedimiento que en el caso Epifanio-, podría conducir al autor del hecho ocurrido en el domicilio de la mujer en la calle Buenos Aires de Villa del Busto, en Santa Rosa.

 

La causa del doble homicidio del matrimonio de Epifanio y Torrent tuvo una novedad importantísima en las últimas semanas. Como se ha informado una pericia biológica confirmó que el perfil genético de un imputado (Adrián Alejandro Sarandon), que cumple condena por otros delitos, coincide con las huellas de ADN halladas en la escena del crimen hace doce años. A eso se le suma la declaración de un testigo protegido, que confirmó que Sarandón estuvo en casa de los Epifanio cuando ocurrieron los crímenes.

 

Beviglia.

 

Ahora, en virtud de ese hallazgo del Laboratorio de Genética Forense, los hijos de Beviglia, Jorge y María Celia Moisés, le han solicitado a su abogada Vanessa Ranocchia Ongaro, que pida la reapertura de la causa.

 

Eso porque, desde 2004, ha quedado registrada una huella dactilar que ahora -con los avances tecnológicos- podría ser fundamental para dilucidar las circunstancias de la muerte de la mujer.

 

Ranocchia señaló que “la noticia periodística acerca de que se había encontrado un sospechoso para los crímenes de Epifanio y Torrent, a partir de contarse con nuevos adelantos en materia de genética forense y en cuanto a investigación, movilizó a sus hijos para que se vuelva sobre el tema”.

 

Agregó que después del homicidio en la propia vivienda de Beviglia “si bien no se pudo arribar a un sospechoso, quedó material genético reservado. Por eso la pretensión de la familia es que se vuelva a analizar qué pudo haber sucedido en aquella ocasión”.

 

Así fue que se formuló la petición formal de parte del fiscal Máximo Paulucci, y por parte de la querella representada por la abogada de los hermanos Moisés. Por su parte el juez interviniente, Carlos Ordaz, hizo lugar a que la causa sea reabierta y que se vuelva a investigar.

 

La abogada sostuvo que “si bien pasó mucho tiempo hay optimismo para que se pueda identificar a él o los responsables de la muerte de Marta Beviglia.

 

“Muy nítida”.

 

El aberrante delito se produjo el 10 de julio de 2004, sin que se pudiera llegar al autor del crimen. El comisario mayor (R) Roberto Riera, quien estuvo al frente de la investigación, sostuvo en ese tiempo que había “una huella dactilar muy nítida, clara y apta para el cotejo, que fue hallada en la escena del crimen".

 

Explicó que "una huella tiene que tener 12 puntos de características para ser considerada apta para la investigación, y esa sería la situación” en el caso Beviglia.

 

En el escenario del crimen aparecieron 23 huellas, 19 de las cuales no reunían aquellos 12 puntos de características que las hicieran aptos para ser cotejadas, tres de familiares de la víctima que estuvieron en el lugar poco después (Moisés su esposa y un hijo), y una más que es la que se pretendió investigar exhaustivamente y que es la que se pretende se vuelva a analizar ahora.

 

El hecho que conmocionó a la ciudad.

 

El 10 de julio de 2004 la ciudad se conmocionó al conocerse que una mujer había resultado muerta a raíz de un fuerte golpe. Marta Beviglia fue encontrada con el cable del teléfono fijo en derredor de su cuello y una bolsa de nylon en la cabeza.

 

Su propio hijo Jorge Moisés -a instancias de una persona que le avisó que su mamá no había llegado a su comercio ubicado en calle Pico de Santa Rosa, en la tarde de aquel día- fue quien la encontró en esa situación y ya sin vida.

 

Desde aquel momento los investigadores trataron de determinar la causa del crimen y quién o quiénes lo ejecutaron.

 

Hubo diversas hipótesis que poco a poco, y pese al esfuerzo policial, fueron siendo dejadas de lado. La causa tramitaba por esos días en el juzgado de instrucción Nº 2 de Carlos Alberto Bessi.

 

Se trataba de una vecina común y sus familiares apuntaron que “podría haber sido cualquier persona, por lo que cabe pensar que todos estamos en riesgo".

 

Las circunstancias particulares de la víctima no hicieron en ese tiempo más que aumentar la preocupación, porque se trataba de una comerciante, una vecina no conflictiva que vivía desde hace muchos años en un barrio tranquilo. "Era una persona rutinaria, metódica, tenía dos hijos y era viuda. El hecho fue en horas de la siesta. La mataron a golpes y la asfixiaron", dijo alguien que tuvo acceso a la causa.

 

Aún cuando en esa época el gobierno provincial dispuso una recompensa para quien aportara datos que ayudaran a la investigación, no se pudo avanzar.

 

“Tenemos necesidad de justicia”, expresaron los hijos de Marta Beviglia, que ahora ven con un poco más de esperanza que el crimen se pueda llegar a resolver.

 

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