El radicalismo presiona para cerrar cuanto antes la alianza
“Ha pasado un tiempo prudencial, se agotan los plazos y sería oportuno definirlo la próxima semana”, dijo Federico Guidugli. El titular de la UCR espera seguir con el PRO por “cuestiones programáticas” y aclaró que LLA “no busca un acuerdo sino una imposición”.
“Ya no hay más plazos, al menos de nuestra parte, para seguir dilatando la cuestión. Por eso la semana que viene tendremos las últimas reuniones con los partidos que ya conformaron frentes electorales junto con el radicalismo, y esperamos ponernos de acuerdo para avanzar en un frente electoral”, advirtió Federico Guidugli. Desde el estudio de Radio Noticias (FM 99.5), durante una entrevista en “Resumiendo”, el presidente de la UCR aclaró que no es un ultimátum: “Hace diez años que venimos trabajando juntos; no vamos a cerrarle la puerta a nadie. Pero ha pasado un tiempo prudencial, se agotan los plazos para cierre de listas y frentes, y nos parece oportuno que tratemos de definirlo la semana que viene”, reiteró.
En la extensa charla, Guidugli no esquivó ninguna pregunta. Consultado acerca de un eventual acuerdo con La Libertad Avanza, fue contundente: “Es difícil reunirse con partidos que en lugar de dialogar o buscar un acuerdo pretenden imponerse. Cuando dos partes trabajan para alcanzar acuerdos, ambas deben ceder, sino es una imposición. Y lo que estamos sintiendo por parte de LLA es una imposición”, dijo.
Eso sí, cuando le preguntaron si sería candidato, tras esfumarse la posibilidad de que Martín Berhongaray encabece la lista, no afirmó ni negó: “Lo que me importa hoy es conseguir la unidad partidaria. Y no persigo ninguna otra cosa”, respondió.
Y confirmó que en la última semana de julio la UCR debería definir su frente electoral para octubre. “Como presidente del partido estoy cumpliendo la voluntad partidaria, es decir lo que se aprobó en la Convención, y no pienso moverme de eso porque más allá de convencimientos propios, siempre me manejé orgánicamente. Estoy teniendo las últimas reuniones para algunos acuerdos que pueden darse o no. Y para la semana que viene esto debería estar cerrado”, reiteró.
- En la UCR hay un dirigente, Martín Berhongaray, que podría aglutinar fácilmente las distintas líneas internas. Pero ha decidido no ser candidato. ¿Esto complica el escenario de la UCR?
- Martín es una de las figuras más importantes dentro del partido. Fue nuestro último candidato a gobernador, hicimos una excelente elección. Aunque perdimos, estuvimos muy cerca, y él tiene un caudal propio de votos. Seguramente hubiera sido un buen candidato para el partido y para el espacio. No se dio así, pero el radicalismo tiene otros hombres y mujeres que pueden ser buenos candidatos y en los próximos días definiremos eso.
- ¿Hacia dónde va el radicalismo? ¿Están esperando al PRO? ¿Qué falta para sellar un acuerdo? Porque la convención dijo claramente que no irá con La Libertad Avanza ni con Comunidad Organizada. ¿Cómo terminará este proceso?
- La semana que viene haremos las últimas reuniones con partidos que ya conformaron frentes electorales con el radicalismo. Ya no hay más plazos, al menos de nuestra parte, para seguir dilatando esta cuestión. Y por eso esperamos ponernos de acuerdo la semana que viene y avanzar en la conformación de un frente electoral.
- ¿Y el PRO estará adentro?
- Desde el año pasado vengo hablando de esto. Tenemos mucho contacto con nuestros intendentes, así como con dirigentes, concejales y militantes de localidades donde somos oposición. Y me parece importante sostener nuestro acuerdo con el PRO y los demás partidos porque hay una cuestión programática en las localidades donde gobernamos. Tenemos concejales y equipos de trabajo de diferentes fuerzas políticas, y debemos sostener eso de cara al 2027. Lo vengo diciendo desde que asumí al frente del partido y las decisiones que se tomen este año deben ir en esa dirección. Si alguien no lo alcanza a ver, es un error. Creo que no debemos tomar decisiones por la coyuntura nacional. Además, no veo que el gobierno vaya a arrasar en las urnas, como algunos dicen. Hablo con la gente, visito distintas localidades y lo que observo es que hay gente que sigue acompañando al gobierno nacional, otros que no lo votaron ni lo votarán y también hay personas que lo votaron pero están desencantadas. En el escenario nacional nosotros hacemos una diferencia porque, si bien acompañamos algunas medidas, en muchas otras nos hemos opuesto, con los votos de Marcela Coli y Daniel Kroneberger.
- ¿Ya terminó el tiempo para reuniones con LLA y CO? ¿O todavía podría haber contactos?
- Es difícil reunirse con partidos que en lugar de dialogar o buscar acuerdos pretenden imponerse. Cuando dos partes trabajan para alcanzar acuerdos, ambas deben ceder, si no es una imposición. Y lo que estamos sintiendo por parte de LLA es una imposición. Si algún sector de la sociedad le pide al radicalismo que conforme alianza con LLA yo me siento a dialogar, pero sus condiciones fueron imponer mediante un contrato de adhesión con ciertas pautas con las que no estamos de acuerdo. Son condiciones que marca la Casa Rosada para todas las provincias, no solo para La Pampa. Pero en esta provincia los radicales estamos muy sólidos y tenemos un peso importante, con 28 intendentes propios. En cambio, LLA está dando sus primeros pasos. Su discurso de que no somos parte del gobierno puedo entenderlo, pero cuando se busca un acuerdo hay que ceder y nosotros no vamos a firmar ningún contrato de adhesión.
- En esos municipios, a cuyo gobierno accedieron con Juntos por el Cambio, donde tienen equipos mixtos, ¿la gestión corre peligro si el PRO acuerda con LLA?
- Creo que los intendentes se van a refugiar en sus equipos locales. Y si sucediera eso seguramente fortalecerán lo local para que la interna nacional no los atraviese y puedan seguir sosteniendo las gestiones municipales.
- Pero si el PRO saliera fortalecido de un alianza con LLA, ¿cambiaría el escenario?
- Son elecciones diferentes. No tiene nada que ver una elección nacional con las provinciales y locales. Hay quienes votan una fuerza política ahora y en dos años optan por otra, porque las candidaturas a intendente tienen mucho peso. En el peronismo, por ejemplo, el candidato a gobernador suele traccionar a intendentes peronistas. En la oposición históricamente ha sucedido al revés: los buenos candidatos a intendente traccionan al candidato a gobernador.
- Entonces, la UCR pone un ultimátum a las demás fuerzas para esta semana.
- No, no. Hace diez años que venimos trabajando juntos. No vamos a cerrarle la puerta a nadie. Pero ha pasado un tiempo prudencial, se agotan los plazos para el cierre de listas y frentes, y nos parece oportuno que podamos definirlo la semana que viene.
- ¿Y cuál es la situación interna de la UCR? Porque la Convención reflejó algunos conflictos, como el cruce entre Sabarots y Altolaguirre, y luego hubo malestar en el sector de Berhongaray, ante las versiones de que aceptaría ser candidato si fuera en alianza con LLA.
- Tengo la oportunidad de hablar con todos los sectores del partido. Me toca ser orgánico y comprometerme con la decisión de la mayoría, porque no fue unánime sino mayoritaria la decisión que aprobó un acuerdo con el resto de las fuerzas políticas. Y estoy en ese camino. Si otro espacio político, como LLA, me ofreciera acuerdos electorales que no son posibles ni viables, como ir terceros en una lista, ni siquiera llevaría esa propuesta al partido. Sin embargo algunas personas en nuestro partido creen que hay que ganar a cómo dé lugar, algo que yo no comparto. De todas maneras, si la Convención hubiera decidido hacer un acuerdo con LLA yo lo hubiera hecho. Pero no fue así.
- En el caso del peronismo, aún con sus diferencias internas, todas las líneas coinciden que enfrente está Javier Milei. ¿Qué tiene enfrente el radicalismo?
- En el contexto nacional, y hablando solo de esta elección, hay dos modelos que fracasaron: el justicialista-kirchnerista y el modelo de Milei, que está tomando medidas incorrectas, y por eso las votamos en contra en el Congreso. Hoy el radicalismo de La Pampa va contra el peronismo y contra el modelo libertario.
- ¿Considerás que la irrupción de Milei provocó una crisis de identidad en la UCR?
- La irrupción de Milei en la política impactó al radicalismo y también al peronismo, especialmente en el norte del país donde hicieron múltiples acuerdos. Y lo mismo pasó con la UCR. Eso está provocando que partidos nacionales históricos muestren identidades provinciales: el radicalismo de La Pampa no es el radicalismo de Corrientes o Mendoza. Acá tenemos claro que no podemos identificarnos como anti: no somos antiperonistas, ni anti Milei, somos radicales.
- Y el radicalismo pampeano de hoy, ¿es el mismo que hace un año y medio?
- Sí. Aunque cuando inició el gobierno de Milei nuestros legisladores votaron a favor algunas medidas, luego se tornó difícil aprobar ciertas cosas. Por eso votamos a favor de aumentar el presupuesto del Garrahan, el presupuesto universitario, los haberes jubilatorios. Porque cuando empiezan a tocar nuestra fibra íntima, atacando cuestiones que siempre hemos defendido, salimos a defenderlas.
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