Sabado 09 de agosto 2025

El sur ya paga el asado 7 mil pesos más barato

Redacción 09/08/2025 - 00.09.hs

Desde marzo, el precio del asado en Río Negro, Neuquén y Chubut cayó un 33 por ciento. Un estudio del INTA Bariloche ratificó sospechas de los consumidores patagónicos: la barrera generó un monopolio regional que en 20 años logró duplicar el precio de la carne.

 

En pocas semanas, el desplome del precio del asado fulminó los argumentos teóricos de ganaderos y funcionarios, y confirmó que la barrera sobre el río Colorado era más comercial que sanitaria. Un reciente informe elaborado y difundido por la Estación Experimental del INTA Bariloche registró que el kilo de asado cayó un 33 por ciento y ya se vende a 7 mil pesos menos que en marzo, cuando el Senasa publicó su Resolución 180/2025.

 

Este relevamiento, publicado ayer por el Suplemento Más Producción del diario La Mañana de Neuquén, demostró que la autorización para el ingreso de carne con hueso al sur del Colorado produjo un efecto rápido y concreto en las góndolas de la región, ratificando sospechas de los consumidores patagónicos, quienes advertían desde hace muchos años que la medida preventiva se había convertido en una barrera comercial y solo beneficiaba a algunos empresarios ganaderos de la región.

 

“Esto debería terminar acá. Una vez comprobado que el virus de la aftosa no es peligro para el ganado al sur de la barrera, deberán sumarse paulatinamente los demás cortes hasta el ingreso de la media res completa. Unicamente de esa forma se haría justicia para quienes vivimos debajo del Muro de Berlín de los criadores de vacas patagónicas”, resumía “Platero Mapuche”, uno de los consumidores que comentó aquel artículo periodístico.

 

Desplome de precios.

 

Para elaborar su informe, profesionales del INTA Bariloche relevaron el comportamiento de precios del emblemático corte “tira de asado”, antes y después de que el gobierno nacional anunciara la flexibilización de la barrera. Según el estudio “en julio, el valor de este corte cayó un 23 por ciento en comparación con junio, y poco más del 33 por ciento respecto de marzo”.

 

La vigencia de aquella resolución del Senasa, promulgada el 18 de marzo, fue prorrogada frente al rechazo de cámaras empresarias, entidades rurales y autoridades gubernamentales de Río Negro, Neuquén y Chubut. Finalmente, el 4 de julio, la Resolución 465/2025 ratificó la medida y dispuso una nueva estrategia, que incluye una actualización de funcionamiento y la implementación de una barrera móvil.

 

El relevamiento del INTA observó que hasta el 18 de marzo, “el precio del asado en el norte de la Patagonia mantenía una tendencia sostenidamente alcista, alcanzando un techo cercano a los 20 mil pesos por kilo”. En julio, tras ratificarse la autorización para el ingreso de carne con hueso plano, “ese valor se derrumbó hasta ubicarse levemente por encima de los 12.900 pesos”.

 

La caída de precios se replicó en toda la región, “con la única excepción de Santa Cruz, cuyo mercado todavía no muestra una caída de semejante magnitud”. El desplome de precios echó por tierra con los argumentos esgrimidos por sectores que rechazaban la medida y aseguraban: “no tendrá ningún impacto sobre los precios finales”.

 

Un “importante productor ganadero de la región”, declaró ante el diario neuquino; “resultaba obvio que los precios tenderían a la baja”. Sin embargo, insistió en sembrar dudas sobre la posibilidad de “mantener esos valores por mucho tiempo. El mercado está manejado por un par de operadores comerciales: ellos ponen el precio y la demanda lo convalida”, concluyó.

 

Una brecha histórica.

 

Las medidas sanitarias para controlar la fiebre aftosa comenzaron a implementarse entre 1963 y 1970, con decretos que establecieron distintas restricciones para proteger el estatus de la región como zona libre de esta enfermedad bovina. Finalmente, el 24 de mayo de 2001, la Resolución 58 del Senasa ratificó la barrera sanitaria sobre el río Colorado, que durante los últimos 24 años impidió el ingreso de carne con hueso o animales en pie, generando una histórica brecha entre los precios de la Patagonia y el resto del país.

 

El informe del INTA arrojó un dato contundente: esta brecha fue incrementándose progresivamente con el paso del tiempo hasta alcanzar su máxima dimensión en mayo de 2023, cuando llegó al 121 por ciento. Es decir, los consumidores patagónicos pagaban más del doble por el mismo corte.

 

Con los precios actuales, “la diferencia de precios se ubica en apenas un 14%, el mínimo registrado en muchos años”. Un modelo gráfico incluido en el informe del INTA refleja claramente la vertiginosa evolución del precio desde marzo de este año, cuando “el asado del norte” comenzó a circular en las góndolas y la brecha comenzó a achicarse.

 

Los cortes restantes.

 

De todos modos, aunque el precio del asado se desplomó rápidamente, todavía no ocurre lo mismo con otros cortes, entre ellos carne picada y bola de lomo, tomados como referencia por el informe. En ambos casos “se registran incrementos significativos, especialmente en la región cordillerana de Río Negro y Neuquén, y la provincia de Chubut”. De esta manera, el beneficio económico se concentra por ahora en el corte de asado, dejando esa cuenta pendiente para más adelante, cuando el nuevo equilibro entre oferta y demanda torne inexorable la modificación.

 

'
'