“Estamos atentos”, dicen en el Servicio Penitenciario
“Estamos atentos a la información que viene de Santa Rosa, acerca de algún suceso que preocupa en la U.4”, expresaron autoridades del Servicio Penitenciario Federal a nivel nacional.
Después que este diario informara que hay inquietud en la justicia provincial, entre el personal del Servicio Penitenciario Federal y también entre los internos, por el comportamiento que estaría mostrando el nuevo jefe de la Unidad 4, Esteban Albera, un contacto con algunos funcionarios nacionales del área hizo referencia a las aptitudes del Prefecto para el cargo que ocupa.
En realidad todo lo que tenga que ver con el SPF resulta casi siempre más o menos disimulado. Y no fue distinto en el diálogo entablado con funcionarios que manejan el servicio desde Buenos Aires (hablaron pero no quisieron hacerlo de manera oficial).
“Buenos antecedentes”.
“Lo que nosotros decimos es que tomamos nota de lo que se publicó”, dijo uno de ellos; y “se habló con el Director para que todo se maneje dentro de las reglas establecidas y con el trato que corresponde”.
Agregaron que el jefe Esteban Albera viene precedido de “buenos antecedentes” y con experiencia en otras cárceles del interior del país. Estamos atentos”, dijo la misma fuente. Algo que repitió cuando se le preguntó por la inquietud que también involucró en estas últimas horas a la U.13 (cárcel de mujeres), donde familiares de detenidas denunciaron malos tratos por parte del personal penitenciario.
“Actitud arbitraria”.
En el caso de la U.4 las quejas provenían de familiares de internos; pero también de personal que advirtieron que Albera –que está a cargo hace poco más de un par de meses-- tendría una actitud arbitraria y autoritaria.
De ese modo ordenó sanciones a presos sin recibirlos en audiencia, y sin posibilidad de defensa posible. Esto fue tan así que el juez de Ejecución Penal, Mariano Pascual, ordenó dar marcha atrás con una determinación de ese tipo y no fue obedecido.
Desobediencia judicial.
Pascual ratificó que se adoptaron resoluciones a través del Consejo Correccional del Servicio Penitenciario y de la Dirección del establecimiento que las declaré nulas y en su momento dispuse el reintegro al establecimiento La Amalia (sector de pre egreso) de los condenados. Eso fue incumplido por el director de la U.4 que incluso trató de impugnar por diversos medios esas resoluciones y sus recursos fueron rechazados incluso por el Tribunal de Impugnación Penal. En razón de esto le he corrido vista al Fiscal General para que investigue el delito de desobediencia judicial porque no se hizo lugar a la orden que di de reincorporar a esa persona que fue excluida de La Amalia”.
No los atiende.
Uno de los reproches sobre las actitudes del jefe de la U.4 tiene que ver conque parecería que ignora a los detenidos de tal forma que, en el tiempo que lleva, a cargo no habría atendido a ninguno en audiencia, haciendo caso omiso al decreto 18/97, artículo 44 del Reglamento de Disciplina para los Internos (Ley de Ejecución de la Pena Privativa de la Libertad n.º 24.660). Antes de dictar una resolución de sancionar y enviarla al Juez, el Director debe tener una audiencia personal con el inculpado.
“Trato intimidatorio”.
El Defensor General Martín Saravia también hizo escuchar sus quejas. “Hay situaciones de arbitrariedad y se lo dijimos al ministro de Seguridad (Horacio Di Nápoli), y también a la Jueza de Ejecución sustituta (Marisol Rodríguez). Incluso le planteamos a la jueza porque el director no quiere trasladar a un interno por cuestiones de salud aduciendo que no tiene vehículo en el penal”.
Pero fue más allá Saravia al señalar que en la U.4 “se intimida a las abogadas defensoras. Sobre todo cuando se trata de mujeres serían intimidadas por personal del servicio, y entonces se dificulta la atención con los presos”.
La conversación con autoridades nacionales del SPF no dejó demasiada tela para cortar. Sólo señalaron que se habrían contactado con Albera por la nota aparecida en este diario, y que están atentos. Pero, ciertamente,la impresión es que desde “arriba” no tienen demasiados cuestionamientos con respecto a su proceder.
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