Familiares recordaron a César Calluqueo a un año de su desaparición
A un año de la desaparición de César Calluqueo, la familia se reunió para recordarlo y mantener viva su búsqueda. El emotivo encuentro tuvo lugar en la calle Juan Pablo II, cerca de la laguna Quetré Huitrú de General Acha, donde los allegados levantaron un espacio en su memoria, con la esperanza de que pronto haya respuestas. Participaron su esposa, sus hijos César, Angela, Bruno y José Luis, además de nietos y demás familiares, quienes compartieron un momento de recuerdo y reflexión.
César Calluqueo fue visto por última vez el 10 de noviembre de 2024, cuando salió a caminar como lo hacía habitualmente y desde entonces nada se sabe de su paradero. La familia continúa apelando a la solidaridad de la comunidad y a que no se detenga la búsqueda.
En primera persona.
César Alberto Calluqueo de 43 años e hijo de César escribió una carta al portal Acha Infoface para contar que hace un año su vida “cambió para siempre”. Afirmó que entendió que “la vida no es justa, que no siempre obtenemos lo que nos merecemos (ni lo bueno ni lo malo) y que en un abrir y cerrar de ojos podemos encontramos en lugares y en situaciones totalmente desconocidas y dolorosas capaces de dejarnos impotentes y desamparados frente al mundo”.
“El 10 de noviembre del 2024, mi papá Cesar Mariano Calluqueo, de 75 años, salió a caminar por su pueblo, General Acha ubicado en la provincia de La Pampa. Un pueblo tranquilo y sencillo, de buena gente, donde era conocido por los vecinos, cabe decir que desde hacía un tiempo sufría de demencia senil en sus primeros estadios, medicado y atendido como correspondía. Ese domingo, luego del almuerzo, mi mamá Ofelia se acuesta un ratito a descansar y mi papá salió a caminar como lo hacía frecuentemente. Dejó sobre la mesa un mensaje escrito de puño y letra que decía textual: ‘Ofe salgo a caminar, vuelvo enseguida, 16 hs’”, relató el hijo.
“Desde ese día no volvimos a verlo, nunca más supimos nada él”, lamentó y contó que el último registro fueron algunas cámaras en distintos puntos del pueblo, por fuera del recorrido que hacía diariamente. Sólo dos personas declararon haberlo visto caminando por un camino rural conocido como ruta 9.
“A las 19 horas de ese día, mi familia empieza a buscarlo y más tarde, luego de radicada la denuncia en la Comisaría a cargo del entonces Comisario David Rinaldi, se suma la policía de la localidad. Esa misma noche viajo a General Acha, ya que vivo en 25 de Mayo, provincia de Buenos Aires, y de esta manera empieza una osadía, un camino de búsqueda tan solitario como confuso y desacertado, sin protocolo real de búsqueda, sin despliegue de herramientas para la misma, sin personal capacitado y con ausencia total del Estado”, denunció.
Sin protección.
El hombre aseguró que se siente discriminado por el Estado porque “selecciona a quien ampara y a quien no, actuando con ausencia selectiva, yo diría ausente para la mayoría de los ciudadanos. Así es que no sólo estábamos desesperados frente a la desaparición de mi papá, sino que tuvimos que enfrentarnos a una guerra de egos entre las instituciones que deberían haber trabajado conjuntamente y haber puesto en marcha desde el minuto cero, el protocolo de búsqueda de personas. Me topé con respuestas burocráticas institucionales y deshumanizadas cuando lo urgente era la vida de mi papá”.
“Mientras tanto, mi papá podía estar en el monte, perdido, sin agua ni comida, con los minutos contados. Estoy convencido que cada decisión que ‘NO’ tomaron, cada hora que dejaron pasar, pudo haber sido la diferencia entre la vida y la muerte”, afirmó y apuntó contra el fiscal Bautista Méndez porque “no supo nunca qué hacer”.
Es por ello que comenzaron una “búsqueda casera” junto a los vecinos y dos policías. “Aún no me rindo en esta búsqueda, porque mi papá no puede ser un desaparecido más, porque esté donde esté, merece un lugar donde descansar y nosotros, su familia, tenemos derecho a la verdad, a una despedida digna y a nuestra paz emocional”, señaló.
Por último agradeció a “Perros Detectores K9 de Punta Alta, a cargo de Lucas Maciel, por ponerse al hombro nuestra búsqueda, con absoluto profesionalismo y un costado humano muy grande”. También a los medios de comunicación y al intendente achense Abel Sabarots.
Por su parte, la hija Angela escribió: “Prohibido olvidarte papá. Es muy triste que para nuestra provincia, nuestra ciudad solo seas un desaparecido y nos conformemos con eso”.
Placa.
La mujer agradeció al padre Luis por bendecir el lugar donde colocaron una placa para recordar a su papá. “Ese caldén que fue testigo de verlo pasar, hoy es nuestro lugar físico para reencontrarnos con él”, explicó.
“Patito… Te fuiste dejando huellas invisibles, no hubo despedidas… el tiempo pasa y tu ausencia se siente cada día; sin embargo, tus recuerdos nos dan fuerzas. Tu legado de amor y bondad vivirá por siempre en nosotros. A un año de tu desaparición te seguimos buscando tu familia y amigos”, dice la placa.
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