Impericia y falla en los controles
El fatal accidente ocurrido en una obra de cloacas de Santa Rosa que se llevó la vida de dos operarios nos remite al ocurrido en el mes de marzo pasado en la localidad de Blaquier, provincia de Buenos Aires, donde seis personas perdieron la vida por la misma causa: la exposición/inhalación a un gas incoloro que no se huele ni siente a altas concentraciones conocido cómo sulfuro de hidrógeno. La impericia de un responsable técnico en la empresa contratista, la falta de capacitación del personal, la falla en los organismos de control municipales y provinciales de estas obras y empresas, la ausencia de sistemas que minimicen los riesgos de accidentes y/o de protocolos para este tipo de trabajos en pozos ciegos o alcantarillas ha sido la verdadera causa de estas tragedias.
En los sistemas cloacales este gas se produce naturalmente debido a la presencia de bacterias que degradan la materia fecal. Existen en el mercado medidores para detectar la presencia de este gas cómo así también equipamiento personal cómo tubos de oxígeno y máscaras para realizar trabajos en este tipo de instalaciones.El sulfuro de hidrógeno desplaza al oxígeno de los pulmones, reacciona fuertemente con las vías respiratorias humedecidas ya que es muy soluble en agua y provoca la muerte instantánea. Lo sucedido no puede más que interpelarnos para exigir mayor responsabilidad institucional y capacitación en este sentido.
Puesto que el ácido sulfhídrico es tóxico incluso en concentraciones bajas, es imprescindible detectarlo. En concentraciones muy bajas es fácilmente perceptible, ya que presenta un olor característico a huevos podridos. Sin embargo, en concentraciones letales no se puede detectar por vía nasal. Debido a los graves efectos negativos que tiene para la salud, es importante conocer todas las implicaciones de esta peligrosa sustancia
Los detectores ayudan a garantizar la seguridad de los trabajadores en entornos peligrosos. Están diseñados para alertar a los empleados cuando se alcanza un punto de consigna mínimo o máximo previamente fijado.
Martín Solé
Ingeniero Químico.
Artículos relacionados