La empresa de un santarroseño proveyó servicios en la Copa Davis
El empresario pampeano, el santarroseño Arturo Luis Romero Ibarguren, propietario de la empresa SportLife, tuvo una participación que pocos conocen en las finales de la Copa Davis disputadas en Bologna: proveyó a los tenistas participantes del servicio de toallas técnicas. Su amistad con Guillermo Vilas y con Ion Tiriac lo formaron y lo relacionaron con ése ambiente de la elite de ése deporte, y hoy gerencia su propia marca con gran presencia en el circuito profesional internacional.
Un pampeano en la Davis.
Arturo publicó en su cuenta de Facebook que estaba “súper orgulloso de compartir un éxito, como fue que la Federazione Italiana de Tennis haya elegido a mi empresa Sportlife como proveedora de las toallas técnicas de los jugadores de los países participantes en las Finales de la Copa Davis en Bologna 2025”.
Éste posteo disparó en la redacción de LA ARENA el recuerdo de que en nuestra edición del 17 de octubre de 2020, reflejamos una extensa nota que devino de una larga charla telefónica con Arturo quien nos ofreció desde Madrid, dónde reside.
Arturo es hijo de Luis Romero y sobrino de Honorio Romero, dos personajes vinculados estrechamente al deporte en nuestra provincia. Su papá Luis fue un reconocido atleta, profesor, entrenador y gestor del primer gimnasio moderno de la ciudad, a mediados de los años ’60, y su tío Honorio fue múltiple medallista en los Juegos Paralímpicos de Tokio 1964 y de Toronto 1976, en las disciplinas de tenis de mesa adaptado y jabalina de precisión, respectivamente.
En su niñez y adolescencia cursó estudios en el Colegio Don Bosco, donde su padre era profesor de educación física. Allí se recibió de bachiller en 1970 se fue a Buenos Aires a estudiar abogacía. Aunque por esas paradojas de la vida terminó aún más vinculado al deporte que sus antecesores familiares.
La amistad con Vilas. En su contacto con éste diario en 2020, Arturo Romero recordó los tiempos de estudiante junto a su compañero en la Residencia Universitaria San José, ni más ni menos que Guillermo Vilas.
Compañero de habitación primero y luego amigo y confidente. «Compartíamos un cuarto que era para cuatro, con dos compañeros más, y a partir de ahí nos hicimos grandes amigos», comentó.
«Cuando empezamos a estudiar Guillermo era número 2 del ranking argentino de un deporte que era muy poco conocido en ese momento. No era el tenis que fue después, que explotó a mediados de los ’70. Pero él, a pesar de que los padres le decían que tenía que estudiar, tenía una visión muy profesional y quería dedicarse al ciento por ciento al tenis», agregó Arturo.
Y, enseguida reveló que a poco más de un año de iniciar la carrera universitaria, la dejó para acompañar a su amigo en su incursión como deportista profesional. “Los dos abandonamos los estudios y en mi caso me dediqué por completo a las actividades de Guillermo”, contó Romero.
Nace el empresario. Y recordó que “Guillermo tenía la empresa GV y Asociados, de la que yo era vicepresidente. Estaba a cargo de la oficina de Vilas-Tiriac Internacional y me ocupaba de las actividades que realizaba Guillermo en Argentina, justo en el momento de su gran explosión deportiva y por lo tanto mediática. Todo bajo la dirección de Ion (Tiriac), que era el coach y manager de Guillermo en el mundo”, relató el santarroseño.
En esos años, además de acompañar a Vilas en un circuito que ya lo tenía como figura, Romero comenzó a incursionar definitivamente en el mundo empresarial deportivo, primero con la licencia de la marca de indumentaria italiana Ellesse para Argentina, Chile y Uruguay (desde 1980), y luego con la marca Fila (fue director en Argentina y Brasil entre 1990 y 2010).
Influencia de Ion Tiriac.
En aquel contacto con este diario, el santarroseño indicó que además de la amistad con Guillermo Vilas, Arturo Romero también tiene desde aquellos años ’70 un vínculo muy estrecho con Ion Tiriac, el histórico manager del mejor tenista de la historia argentina y que también condujo las carreras de Boris Becker y Goran Ivanisevic, entre otros.
Luego viene otra etapa en la que logró crear su propia empresa que hoy es proveedora de las entidades del máximo nivel de Tenis mundial. «Después me vengo a Madrid. Me invita Tiriac para trabajar dentro de la estructura de su torneo en Madrid (el Masters 1000) y creó una empresa de merchandising especializado en toallas deportivas y técnicas para jugadores. Hoy tengo mi propia empresa; soy proveedor de los productos para vestuarios y canchas que usan los jugadores en el torneo de Madrid y en las finales de Copa Davis”, explicó.
“Tiriac es una persona única y que hizo de todo; en el tenis y también fuera del deporte como empresario. Es, según la revista Forbes, uno de los mil tipos más ricos del mundo, y viene de una familia muy humilde”, cuenta Romero sobre el rumano, que, de alguna manera fue su mentor.
Todas éstas vueltas de la vida y su capacidad permitieron que hoy, su empresa SportLife, está muy bien posicionada como proveedora en el mundillo propio de éste deporte de elite. En éste caso se trató de las instancias finales de la Copa Davis en la ciudad italiana de Bologna, que éste fin de semana coronó al equipo de Italia que venció por un contundente 2 a 0 a España.
Artículos relacionados
