Sabado 17 de mayo 2025

La Iglesia se prepara para el cónclave

Redacción 22/04/2025 - 00.37.hs

Tras la muerte del Papa, la Iglesia convoca al “cónclave”. El cónclave para la elección de un Papa proviene del latín “cum clave” es decir “con llave”, en referencia a la sala antiguamente cerrada donde se reunían los cardenales y es una institución que se remonta al siglo XIII.

 

Para poder ser Papa, primero hay que ser cardenal. Cualquier sacerdote, por el hecho de serlo, puede ser nombrado cardenal, aunque por lo general priman las jerarquías en el escalafón. El Papa llama a un consistorio en el que se formaliza la llegada al cardenalato de quienes son, en el 99 por ciento de esas convocatorias, obispos.

 

El tema de la edad también es importante. Cuando muere un papa y se convoca al cónclave, entran a la Capilla Sixtina todos los cardenales, pero el derecho a votar está limitado a los menores de 80 años. Además, el elegido debe reunir las dos terceras partes de los votos. La puerta de la Capilla se cierra con llave para las deliberaciones.

 

El cónclave se inicia tras el luto oficial por la muerte del Papa, período en el cual un cardenal gobierna el Vaticano hasta que se elige al nuevo pontífice. Se lo denomina camarlengo. Este convoca a los cardenales, motivo que originó la frase "todos los caminos conducen a Roma".

 

Suele haber dos votaciones por la mañana y dos por la tarde hasta que se elige al Papa. La manera de informar a los fieles del desarrollo del cónclave es la siguiente: una vez contadas las papeletas en las que se anotaron los nombre votados, se procede a quemarlas. Si esa votación no tiene un vencedor por los dos tercios, químicos mediante, el humo que se ve desde la chimenea de la Capilla Sixtina es negro. Si hay papa, el humo es blanco.

 

Las votaciones son secretas y no hay registros oficiales respecto de quiénes sacaron votos. Jorge Bergoglio fue señalado como el segundo más votado detrás de Joseph Ratzinger en el cónclave de 2005.

 

Su santidad debe elegir el nombre con el que será identificado y se convierte, automáticamente, en obispo de Roma. El decano del Colegio de Cardenales anuncia en latín el nombre del nuevo pontífice, con las palabras "Habemus Papam!" ("¡Tenemos Papa!"). Acto seguido, el flamante líder espiritual de los católicos saluda desde el balcón de la Basílica de San Pedro e imparte la bendición "urbi et orbi".

 

Posibles sucesores.

 

Entre los probables candidatos para heredar el anillo del pescador, símbolo de los legatarios del apóstol San Pedro, se encuentran nombres de cardenales provenientes de todo el orbe, con diferentes perfiles.

 

Los cardenales Víctor “Tucho” Fernández, Vicente Bokalic Iglic, Ángel Sixto Rossi y Mario Poli serán los únicos cuatro argentinos que viajarán a Roma para participar de la elección del nuevo papa. Van a elegir y, también, pueden ser elegidos.

 

Los cuatro fueron nombrados por Jorge Bergoglio, al igual que el 80% de los integrantes del cuerpo encargado de elegir al pontífice que tendrá la difícil tarea de suceder al primer papa americano.

 

Peter Turkson.

 

El cardenal Peter Kodwo Appiah Turkson, conocido como Peter Turkson, es el primer candidato. Su nombre ya sonó en el cónclave de 2013, que finalmente aprobó la elección de Francisco. Podría convertirse en el primer papa negro en la historia.

 

Exobispo de Cape Coast, nacido en Ghana, fue el primer cardenal procedente de este país. Fue destinado por Francisco como enviado de paz a Sudán del Sur. Es el principal representante del catolicismo africano, defensor de la justicia social y el desarrollo sostenible y con sensibilidad hacia temas relacionados con la ecología, la pobreza y los derechos humanos.

 

Un posible pontificado con Turkson al frente estaría probablemente más enfocado a la doctrina social de la Iglesia y se contemplaría como continuista de su antecesor. Sin embargo, su edad, 76 años, podría ser el mayor obstáculo para su elección.

 

Luis Antonio Tagle.

 

El exarzobispo de Manila, Luis Antonio Tagle, de 67 años, es otro de los favoritos en las apuestas. Podría convertirse en el primer papa de procedencia asiática, en un momento en el que el catolicismo experimenta un gran empuje en la región.

 

Fuertemente contrario al aborto, mantiene posturas bastante progresistas en otros campos, criticando el duro trato que se dispensa a las parejas homosexuales y divorciadas, pero defendiendo la justicia social.

 

Cercano a Francisco, actualmente es prefecto del Dicasterio para la Evangelización y se le reconoce un gran carisma y cercanía a los fieles.

 

Pietro Parolin.

 

Pietro Parolin es el actual secretario de Estado del Vaticano, una figura considerada moderada y que ha sido durante estos años de la máxima confianza de Francisco.

 

Su posible elección podría ser también una ruta continuista, si bien no es tan afín al ala progresista, como pareció ser el anterior sumo pontífice.

 

Con experiencia en la diplomacia vaticana, ha jugado un rol importante en las relaciones con países como China o Venezuela, mientras que su edad no es tan elevada como para ser considerada un fuerte obstáculo.

 

Peter Erdö.

 

El arzobispo Peter Erdö es considerado miembro del bloque conservador del Colegio cardenalicio, y uno de los que más votos podría aglutinar en ese espectro.

 

Si fuese elegido, sería el segundo papa proveniente del antiguo bloque soviético, después del carismático Juan Pablo II. Se ha pronunciado en contra de que divorciados o casados en segundas nupcias reciban la comunión.

 

José Tolentino.

 

José Tolentino, originario del archipiélago portugués de Madeira, exarzobispo de Suava, actualmente es cardenal diácono de los Santos Domingo y Sixto, y prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación.

 

Es uno de los nombres más jóvenes, ya que tiene 59 años. Es teólogo y profesor universitario y también se le considera como uno de los representantes más originales de la literatura portuguesa moderna, así como un eminente intelectual católico.

 

Matteo Zuppi.

 

El cardenal Matteo Zuppi, arzobispo de Bolonia desde 2015 y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, también podría convertirse en un sucesor continuista de la obra reformista de Francisco.

 

Durante los últimos años ha destacado por sus labores de paz. Así, ha mediado en conflictos internacionales como el de Ucrania, por lo que fue nombrado enviado especial del Vaticano y realizó una visita a Moscú.

 

Su estilo sencillo, que recuerda al de Francisco, se vierte fundamentalmente en los problemas sociales. Además, su origen italiano podría ser un atributo adicional, teniendo en cuenta que Roma no tiene en papa de esta nacionalidad desde 1978.

 

Mario Grech.

 

Mario Grech, actual secretario general del Sínodo de los Obispos, es otro de los nombres que suenan en esta carrera. Nacido en la isla mediterránea de Malta, ha tomado relevancia en los últimos tiempos por defender la importancia de escuchar a las comunidades de base y la participación activa en las tomas de decisiones en el seno de la Iglesia.

 

Esta visión más abierta es bien recibida por los ámbitos más progresistas, como en su mano tendida al trato con parejas del mismo sexo y divorciadas, pese a que se considera tradicionalista.

 

Robert Sarah.

 

Robert Sarah es la segunda carta en juego para hacer realidad la posibilidad de tener por primera vez un papa negro. Nacido en Guinea Francesa, antes de la independencia de lo que hoy es la República de Guinea, fue obispo de Gozo entre 2015 y 2019.

 

Su carrera en el Vaticano comenzó en la época de Juan Pablo II (1978-2005) y se le considera uno de los candidatos más cercanos al ala conservadora. Se ha pronunciado contra el fundamentalismo islámico y contra la 'ideología de género', al tiempo que se ha mostrado crítico con algunas de las reformas promovidas por Francisco.

 

Como sucede con otros candidatos, su avanzada edad puede ser un obstáculo, a no ser que se opte por un papado de transición.

 

Raymond Leo Burke.

 

Raymond Leo Burke es otra de las voces conservadoras de la Iglesia católica y uno de los principales críticos de las reformas introducidas por Francisco en los últimos años, sobre todo relacionados con la familia y la moralidad sexual.

 

Su elección significaría un giro casi de 180 grados con respecto a las posturas defendidas por el sumo pontífice que ha fallecido hoy. Opuesto a la comunión de divorciados casados en segundas nupcias, apuesta por una iglesia aún más tradicional.

 

Marc Ouellet.

 

Otra opción conservadora sería la de Marc Ouellet, exprefecto del Dicasterio para los Obispos, nacido en Canadá y de 80 años. Si su edad juega en contra de sus opciones, su experiencia y su conocimiento de la estructura eclesiástica son un punto a favor, por lo que no lo descartan de inicio.

 

Fue prefecto del Dicasterio para los Obispos y ha tenido un importante papel en la selección de los obispos durante el último pontificado.

 

Fridolin Ambongo.

 

La terna de candidatos africanos la completa el cardenal Fridolin Ambongo, también uno de los candidatos más jóvenes, con 65 años.

 

Oriundo de República Democrática del Congo es conocido por su batalla a favor de los derechos humanos y por la justicia social en su país. Su candidatura podría ser una apuesta por el reconocimiento del continente en el que el catolicismo está creciendo más rápidamente en los últimos tiempos. (Infobae/RT/NA)

 

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