La indecisión del PRO frena acuerdos para un frente
El peronismo pampeano selló esta semana una alianza con distintas fuerzas para las elecciones de octubre. En la vereda de enfrente, la oposición no logra llegar a definiciones concretas y la indecisión del PRO frena los acuerdos.
“Todavía no hay nada confirmado”. Esa fue la definición que le dio a LA ARENA uno de los dirigentes que se sienta en las mesas de negociación para la conformación de una alianza para enfrentar al PJ en las legislativas.
Los plazos se acortan y los principales partidos, la UCR y el PRO, no han logrado alcanzar un acuerdo. El principal escollo es la “indecisión total” del partido que conduce Martín Ardohain en La Pampa.
Los encargados de llevar a cabo las conversaciones son la senadora María Victoria Huala; la presidenta del Tribunal de Cuentas, María Alejandra Mac Allister; y el propio Ardohain. El objetivo del partido es retener la banca que actualmente ostenta Martín Maquieyra, que no irá por la reelección, y que se pondrá en juego en octubre junto a la de Varinia Marín (Unión por la Patria-PJ) y Marcela Coli (Democracia por Siempre-UCR).
La fuerza se vio envuelta en una encrucijada, donde el rumbo que debe adoptar el partido no está claro. Las posturas están divididas y no se ha logrado consensuar una estrategia concreta: hay quienes pretenden mantener los vínculos con el radicalismo, mientras que otro sector impulsa el acercamiento con La Libertad Avanza. “Es así”, confirmó un dirigente amarillo ante la consulta de este diario y aclaró que continúan “en conversaciones con ambos”.
Encrucijada.
Dentro del PRO ya advertían sobre un escenario “incómodo”, donde iban a tener que resolver si avanzar en una reedición de Juntos por el Cambio o romper con sus socios naturales en la provincia, luego de que la Convención Provincial del radicalismo decidiera cerrarle las puertas a los libertarios y a Comunidad Organizada, y optar por negociar con fuerzas con las que ya ha compartido espacios. El listado incluye, además del PRO, al Fregen y al MID.
En este escenario incierto, en el radicalismo no quieren quedarse atrás y ya comienzan a advertir que presentarán candidatos, sea en un armado con el macrismo o no. “Tienen peso propio y van a presentarse igual, será en otro espacio…”, deslizaron fuentes al tanto de los movimientos del partido centenario.
El rechazo de una alianza con La Libertad Avanza también traería consecuencias para la UCR. Uno de los dirigentes con mejor imagen es Martín Berhongaray, quien no sería candidato precisamente por la postura cerrada que tomó el partido. “Quiere ser (candidato), pero si va con LLA. El partido no apoya su postura”, señalaron. Sin embargo, desde el entorno del ex legislador negaron esta versión. "No sé de dónde sacaron eso, pero no hemos hablado eso", sintetizaron ante la consulta de LA ARENA.
El plazo previsto para la presentación de las alianzas ante la Justicia Electoral vence dentro de dos semanas. Si bien aún hay tiempo, lo cierto es que las demoras implicarán otro conflicto a la hora de conformar las listas, cuya composición deberá oficializarse el 17 de agosto. Esa será otra discusión, debido a que la única certeza existente es que habrá más de un candidato.
Conveniencias.
El escenario entusiasma, aunque con cautela, al peronismo. Si logran sortear sus propios desafíos y presentar una oferta electoral atractiva y sólida, entienden que habría una chance de obtener la victoria. “Los dos escenarios tienen para analizar conveniencias”, opinaron fuentes partidarias.
“Si la UCR va por fuera, se dividirían más los votos”, comentó un dirigente justicialista. Otro referente peronista compartió una visión distinta. “Lo bueno sería polarizar entre los dos oficialismos, el provincial versus el nacional, pero a nuestra oposición no les conviene. Una conveniencia sería el PRO con la UCR, con LLA por fuera”, sostuvo.
Por lo pronto, mientras se desarrollan sus discusiones internas, en el PJ miran de reojo lo que se sucede en el campo opositor. La composición del tablero y las definiciones que adopten el PRO, la UCR y LLA podrían tener un impacto en el resultado electoral.
De todas maneras, son conscientes de su propia responsabilidad. “Lo único que por ahora preocupa es que salga un candidato propio lo más potable posible”, indicaron dentro del partido. Quienes tienen más elecciones en su espalda reconocen que este proceso consiste en “una ingeniería que desde hace años trae dolor de cabeza, con o sin internas como ahora. Últimamente estos procesos de medio término han traído desavenencias internas”, completaron.
Artículos relacionados