Lunes 22 de abril 2024

La intensa ola de calor agudiza el hacinamiento en la Alcaidía

Redaccion 09/02/2023 - 09.54.hs

La población de detenidos de la Alcaidía de Santa Rosa –y también familiares que concurren a visitarlos-- la están pasando mal en estos días donde el calor se hace sentir de gran manera.

 

En ese lugar, como se sabe, son alojadas personas que están sospechadas de haber cometido algún delito, aunque sin embargo corresponde señalar que existe sobre ellos una presunción de inocencia por lo menos hasta que la Justicia no determine lo contrario.

 

De todos modos se conoce que, por circunstancias diversas, también están albergados allí algunos reos que sí tienen condena. Y aunque son los menos, obviamente no es el lugar de detención donde debieran purgar sus penas.

 

Más presos que lugares.

 

Ya en otras oportunidades se ha planteado la situación de hacinamiento en que deben convivir los detenidos que se albergan allí. Si se tiene en cuenta que el lugar dispone de 72 plazas y se alojan 95 presos está todo dicho.

 

En otras oportunidades las quejas de detenidos, y familiares, ha estado vinculada a la calidad de la comida. En ese sentido hace algunos meses fueron los que estaban detenidos en la Seccional Segunda quienes alzaron su voz, porque las viandas que les llevaban era “un sancocho imposible de comer”. En esa oportunidad se ocupó el Movimiento Pampeano por los Derechos Humanos, y también la Secretaría correspondiente y algo se modificó para mejorar la comida.

 

Aire irrespirable.

 

En el caso de la Alcaidía, los reclamos de los familiares --sobre todo--, es que el aire se torna irrespirable a la hora de la visita. Por la cantidad de alojados, por los que llegan en calidad de visitante más la presencia de los policías a cargo del lugar, que hacen que se genere un clima de hacinamiento. A eso se le suma la insuficiencia de ventiladores porque los que están instalados parecieran “distribuir” más el calor que mitigarlo.

 

Y por si faltara algo, además, la presencia de cucarachas por todos lados, y la falta de higiene que resulta palpable.

 

Obviamente esa amontonamiento, el encierro y el roce de una población al límite del desborde, son un caldo de cultivo para situaciones no fáciles de manejar para quienes tienen a cargo su custodia.

 

“Todo es cierto”.

 

Algunos abogados del foro local –y también autoridades del Poder Judicial que por ahora no quieren expresarse públicamente-- avalan esa mirada. “Todo lo que te digan sobre la Alcaidía es cierto”, confirmó ayer una alta fuente judicial.

 

Lo que también dejaron aclarado es que –a esta altura-- no cabe responsabilizar a la Policía que se encarga de la custodia (que por otra parte no le correspondería porque los agentes están formados para otra cosa y no para cuidar presos), sino que hay que empezar a considerar en reformular la estructura edilicia de la Alcaidía.

 

Es un lugar que está saturado, obsoleto y no alcanza con parches como los que se intentan cada vez que surge un reproche.

 

“Se va a corroborar”.

 

Ayer el Jefe de la Policía provincial, Daniel Guinchinau, no quiso formular declaraciones sino que eligió la vía institucional como respuesta. Ante la requisitoria periodística prometió de todos modos que se iba a corroborar cuál es el estado de situación. Eso sí, ante una repregunta, cuando el periodista recordó que en una protesta anterior algunos de los detenidos fueron individualizados y trasladados a comisarías del interior (¿a modo de represalia?), sostuvo que eso “no va a ocurrir”. No obstante advirtió que los reos disponen de las vías institucionales –a través de sus abogados-- para formular los reclamos que consideren pertinentes.

 

Lo que queda en el aire es lo que dicen que es necesario ocuparse rápidamente de la parte edilicia, porque lo cierto es que la Alcaidía quedó estructuralmente chica.

 

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