Miércoles 02 de julio 2025

La inversión privada apenas aporta el 3% de las obras

Redacción 23/11/2024 - 09.20.hs

Un estudio realizado por la Cámara Argentina de la Construcción revela que el Estado es el inversor en el 85% de las obras públicas en los países más capitalistas. Solo el 15% tiene participación privada, pero con aportes estatales. Si solo se toma la inversión privada directa, el aporte cae a un dígito.

 

Los días jueves y viernes de la semana pasada, la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco) realizó la segunda reunión anual de su Consejo Federal en la ciudad de Santa Rosa. Las empresas del sector, tanto pymes como grandes, participaron de dos jornadas de debate sobre la realidad que atraviesan en la actualidad, en la que la obra pública con financiamiento del Estado nacional está paralizada en su totalidad.

 

Adrián Pérez Habiaga, el titular de la Cámara de la Construcción de La Pampa, fue el anfitrión durante el encuentro. El miércoles, invitado a La Parte y el Todo, el programa que se emite por la Televisión Pública Pampeana, se refirió a las posturas que se escucharon entre los constructores de todo el país, las cuales se sintetizaron en un documento que tuvo un demorado reclamo a las autoridades del Poder Ejecutivo nacional.

 

“En Camarco son más o menos 1.600 constructoras, de las cuales el 95% son pymes. El 70% de las empresas o del movimiento de la construcción en el país está generado por la actividad privada. Teníamos 420 o 430 mil empleados aproximadamente y ha disminuido en 110 mil, que es el 30% del personal, que es el vinculado a la obra pública. La obra pública a nivel nacional está en cero, no hay nada en ejecución en este momento. Este panorama nacional, no se replica en La Pampa”, explicó.

 

El empresario aseguró que las compañías que se dedican a las obras privadas están concentradas mayoritariamente en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. “Hoy el Consejo Federal de la Camarco está compuesto por 37 consejeros, que están divididos en 19 representantes de Camarco central y el resto de las provincias. Lo que sucede es que hay intereses distintos. La mayoría de las empresas del interior del país vivíamos de la obra de viviendas, de la infraestructura, etc. Las empresas grandes viven de otras obras más grandes. La realidad de hoy es que están todos afectados”, sostuvo.

 

-Pero se nota cierto tono de apoyo a la política de Milei. ¿Esto es por la diversificación que tienen las empresas?

 

-Tenés dos posturas planteadas. Una era una postura muy dura y una más liviana… La postura más dura es la de aquellas empresas que no tienen trabajo porque dependían más de la obra pública.

 

-Están en vías de extinción.

 

-Son empresas grandes, con estructuras enormes y no es fácil mantener esas estructuras. Si bien han despedido a los empleados afectados a las obras, los empleados mensualizados, los que son profesionales, que llevan adelante las licitaciones, siguen estando, porque es un recurso humano que lleva muchos años de formación. Todos tienen la esperanza que esto que está sucediendo cambie. El discurso que tiene el presidente Milei no sucede en ninguna parte del mundo. Camarco mandó a hacer un estudio sobre lo que ocurre en los países más capitalistas del mundo y se analizó cómo son los porcentajes de obras de infraestructura, como rutas, escuelas, cloacas, hospitales, represas…

 

-Lo necesario para que una sociedad crezca y se pueda desarrollar.

 

-Vamos a un ejemplo: doy el caso del río Colorado. Si el Estado provincial no hubiera construido una represa, la villa Casa de Piedra hoy no existiría. El riego tenés que hacerlo, luego el privado realiza sus emprendimientos y paga la cuota por el uso del agua. En el mundo, el 85% de la inversión que se realiza en obra pública -porque no es un gasto, es una inversión- la hace el Estado en forma directa, como se hacía en Argentina. Solo el 15% se hace por inversión privada, pero en ese 15% el Estado interviene con líneas de crédito, pagos postergados... Si tomás solo la inversión privada pura, es solo el 3 por ciento. Es decir, no es real lo que se plantea (desde el gobierno nacional).

 

-Lo increíble es que desde el sector no antepongan estos datos para responder a ese discurso del presidente de la Nación que es mentiroso. Vamos camino a una desinversión que va a llevar años recuperar.

 

-No solo el tema de la desinversión en cosas nuevas, también está la no inversión para mantener lo existente. Una cosa es que salgas a bachear una ruta y otra cosa es que tengas que hacer una ruta nueva porque no la mantuviste y se destruyó. Esto último es mucho más caro. No hay que dejar que las cosas se destruyan.

 

-¿Qué impresión se llevaron las empresas de otras provincias sobre el modelo de obra pública de La Pampa?

 

-Hoy te hablaba de las dos posturas frente a la obra pública paralizada: las empresas que tenían trabajo querían hacer un discurso más suave, no tan confrontativo, y las que no lo tienen, querían un mensaje más duro. ¿Qué hicimos las empresas del interior? Consensuamos para que saliera un mensaje intermedio, que es lo que terminó saliendo. El motivo es que en nuestras provincias los gobernadores están haciendo un gran esfuerzo por mantener la obra pública. En el caso de La Pampa se nota mucho más porque se hizo cargo de las obras que abandonó Nación, a través de la sanción de una ley que solo dejó afuera aquellas obras donde la Provincia no tenía participación alguna en los contratos, como el Procrear y el acueducto a General Pico.

 

-Costó que esa ley fuera aceptada y entendida por la oposición, aun cuando se trataba de cuidar puestos de trabajo.

 

-Se perdieron en La Pampa 1.400 puestos de trabajo, sobre los 4 mil existentes. Y cuesta mucho retomarlos, porque tampoco la provincia tiene hoy un estado financiero que permita continuar con el mismo ritmo de obra, entonces hubo que ralentizarlo.

 

-¿Cómo ven el futuro desde la Cámara de la Construcción de La Pampa?

 

-Por suerte nos toca estar en La Pampa. Parece un slogan, pero es la verdad. El martes cuando fueron desde el Ejecutivo provincial a defender el presupuesto de obra pública a la Legislatura, se hizo un detalle de la cantidad de dinero a facturar entre las distintas empresas y estamos todas casi en el mismo nivel, está repartido el trabajo de una manera que permite que todas sigamos trabajando. Eso marca esto que estoy diciendo, que esta provincia es un mundo aparte.

 

-Podrán sobrevivir estos tres años que quedan del gobierno de Javier Milei.

 

-Vamos a tratar. Sabemos que esto tiene que cambiar. Es un hecho. No creo que en el gobierno nacional no sepan esto. Sin construcción no hay desarrollo, es algo básico.

 

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