Miércoles 02 de julio 2025

La Pampa, una de las que más redujo pobreza estructural

Redacción 02/07/2025 - 00.06.hs

Con el Censo 2022 en mano, es posible trazar un recorrido de 42 años en la evolución de las condiciones de vida, bienestar y justicia social de la Argentina. La Pampa se destaca como la provincia que más redujo la pobreza estructural en el país.

 

Roberto D. Rodríguez *

 

Desde 1980, América Latina —y especialmente Argentina— comenzó a incorporar una mirada más profunda, estructural y persistente para medir la pobreza. Más allá del ingreso económico, se volvió necesario evaluar el acceso de los hogares a las condiciones básicas de vida digna. Con esta intención nació el indicador de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI), se centra en la privación material de los hogares y considera aspectos como el hacinamiento, acceso y calidad de la vivienda, a los servicios de agua y cloaca, a la asistencia escolar y la capacidad económica del hogar (ingresos).

 

Los índices que para medir la pobreza solamente toman ingresos, como la EPH, se tornan coyunturales, en cambio este método se construye sobre la base de los Censos Nacionales y capta cinco dimensiones que la convierten en una herramienta más estable, más independiente de las fluctuaciones económicas y políticas del momento. Es comparable a lo largo del tiempo y extensiva a todo el territorio nacional, incluyendo zonas rurales o alejadas.

 

Observando sus componentes, el NBI no solo refleja el esfuerzo de las familias, sino también el impacto de las políticas públicas aplicadas en sus distintos niveles de gobierno, sobre las condiciones de vida de la sociedad (obras públicas). Es hoy por hoy un buen indicador de la distribución de la riqueza y de la movilidad social ascendente.

 

Con el Censo 2022 en manos, es posible trazar un recorrido de 42 años en la evolución de las condiciones de vida, del bienestar social y la justicia social de la Argentina. En ese recorrido se podrá ver como La Pampa se destaca como la provincia que más redujo la pobreza estructural en el país. Cuarenta y dos años, cuatro etapas y una constante: el modelo pampeano.

 

Cuatro etapas.

 

El período 1980–2022 puede subdividirse en cuatro etapas que se solapan con censos nacionales. Cada una en contextos políticos y económicos nacionales distintos. No así en nuestra provincia donde siempre estuvo gestionada por un mismo signo y con la misma premisa: desarrollo con Justicia Social que nos identifica. Observamos que La Pampa avanzó sostenidamente en todas las etapas intercensales, convirtiéndose en un caso ejemplar a nivel nacional. Muchas veces sorteando procesos nacionales muy dañinos como los del menemismo en la década del 90 (con aumento de la pobreza, destrucción de empresas y empleos, bajos ingresos, inflación, el macrismo 2015-19 (como en los 90 pero agravado por falta de viviendas sociales -privó a la LP de más de 1000 viviendas fonavi por año- y un fenomenal endeudamiento) y luego la gestión de Unión por La Patria con A. Fernández que en su magro resultado sumado el Covid 19 solo logró amortiguar los indicadores negativos del país, pero no mejorarlos.

 

En todo el período bajó la pobreza un 32,3%, pasando de una proporción de 22,3 a 6,8% con una dispersión muy grande en las 24 jurisdicciones. En 1980 de los 7 millones de hogares, 1,5 millones lo estaban en condición de NBI. En la actualidad de los 15,7 millones casi 1,1 millón están en esa condición. En un extremo de esa dispersión está La Pampa que disminuyó un 65,1% (el doble de la media nacional), seguida por S Fe, E Ríos, Córdoba, S del Estero y Río Negro. En el otro extremo aparecen las que menos bajaron como CABA (pero parte del piso más bajo) con una disminución de 1,6%, Neuquén, 5% y La Rioja 7,7%. Fuera de todo estándar, aparece T del Fuego con un aumento del 500%.

 

A lo largo del período aparece La Pampa con su mejor cara, puesto que colocó al estado provincial ejecutando obras y servicios mejorando la distribución directa e indirecta de los ingresos familiares (agua, cloaca, viviendas, gas, electricidad, salud, escuelas, ingresos, asistencia social, conectividad, etc.).

 

Etapa 1: 1980–1991.

 

En plena salida de la dictadura, el país venía de un NBI de 22,3% cuando comenzó a mejorar levemente sus indicadores hasta alcanzar en 1991 una proporción de 16,5%. Hubo 17 jurisdicciones que mejoraron la pobreza y los 7 restantes la empeoraron.

 

En la región estadística pampeana (CABA, Bs As, E Ríos, S Fe, Córdoba, La Pampa) con una media de 20% de NBI, se destaca La Pampa como la segunda jurisdicción con menor NBI (el 18,8%), detrás de CABA.

 

Los valores más altos estaban en el noroeste y nordeste con valores por encima del 30% llegando al 47%.

 

La región de Cuyo se ubicaba en torno al 24% y la Patagonia alrededor del 30%.

 

Al terminar la etapa en 1991, todo el país redujo el indicador, pero manteniendo el mismo ordenamiento regional:

 

La pampeana con alrededor de 15%, donde nuestra provincia mantiene el 2do puesto con el 12%, luego de CABA.

 

El noroeste y nordeste con un umbral de 32%, la región patagónica con 20%, a excepción de T del Fuego donde aumentó el NBI en un 223%. Cuyo con un 17%.

 

Etapa 2: 1991–2001.

 

Durante los años del neoliberalismo y la convertibilidad, el país aumentó la pobreza estructural 2,3%, primera y única vez que ocurre. 17 provincias la aumentaron, pero 7 mejoraron entre ellas La Pampa (redujo de 12 a 9,2%) mostrando que incluso en contextos adversos, la decisión política provincial puede marcar la diferencia.

 

La región pampeana sigue manteniéndose en el mejor lugar (en el rango entre 7 y 13%). La Pampa bajó al 5,8% y se coloca nuevamente en el segundo lugar del ranquin, pero con aumento en Bs. As., E Ríos, Córdoba y CABA.

 

El noroeste y nordeste aumentaron unos 5% siguiendo con los niveles más altos del país. Cuyo también aumenta alrededor del 4%. La Patagonia disminuyó cerca de 10%.

 

El indicador muestra en forma indubitable que, desde el punto de vista de las familias, los hogares, los ingresos y las fuentes de trabajo en esta década fue ¡una verdadera tragedia!

 

Etapa 3: 2001–2010.

 

Etapa de mayor recuperación del país donde el NBI baja un 23% y en casi toda la extensión territorial, salvo dos provincias. Pero fue La Pampa quien logró una mejora extraordinaria del 51,4% en plena reconstrucción del tejido social tras la crisis de 2001. Tanto el estado nacional y en particular el estado pampeano desplegó políticas activas en trabajo, ingresos, viviendas, salud, educación, infraestructura y asistencia, con fuerte impacto en los indicadores sociales. Este renacimiento nacional fue impulsado por el gobierno de Néstor Kirchner primero y continuado por CFK hasta fines de 2015 cuando se produce el surgimiento de una enorme clase media cumpliendo con el paradigma justicialista de una movilidad social ascendente. Mejor distribución del ingreso y mayor justicia social. La brecha de ingresos entre el decil 1 y el 10 se redujo a la mitad tanto en el país como en La Pampa.

 

En la región pampeana se redujo la pobreza a un 15% y nuestra provincia pasa ahora al primer lugar del ranking nacional con el 3,8%.

 

El noroeste y nordeste bajan al 15%. Cuyo se reduce al 8,5% y la patagónica con índices más disímiles dejaron un índice medio instalado de 11%.

 

Etapa 4: 2010–2022.

 

En esta última etapa, el país mostró avances dispares: 16 jurisdicciones mejoraron un promedio de 10%, menos que la etapa anterior. Ocho provincias retrocedieron o sea aumentaron la pobreza un promedio de 9%. La Pampa volvió a liderar el ranking nacional por segunda vez consecutiva, bajando de 3,8% a 2,6% la proporción de hogares con NBI siendo en las dos últimas décadas la provincia con menor pobreza estructural, superando incluso a CABA (4,8%) que hoy quedó en tercer lugar detrás de Córdoba (4,4%).

 

Los primeros 5 años de esta etapa, hasta 2015, tuvo continuidad el segundo mandato de CFK, lo que permitió prolongar la presencia del estado, ampliando derechos con obras y acciones para mejorar el bienestar del pueblo. En los 7 años siguiente vino el gobierno de Macri con fuerte endeudamiento, recesión, sin mejorar un solo aspecto la vida familiar y por el contrario la empeoró. Tras cartón el triunfo de Unión por la Patria con A. Fernández como presidente realiza una mediocre gestión que se agrava con la aparición de la pandemia covid.

 

La región pampeana bajó la pobreza al 4%. El noroeste bajó 7,5%. El nordeste bajó casi 12%. En Cuyo aumentó 14%. La Patagonia tuvo baja en tres provincias, pero con un aumento fenomenal en Tierra del Fuego (60%) y Santa Cruz (5,6%)

 

Mientras algunas provincias avanzaron lentamente, y otras incluso retrocedieron, La Pampa muestra una mejora sostenida, producto de un modelo de gestión pampeano que prioriza el acceso a derechos básicos.

 

Un modelo que prioriza la justicia social.

 

En un país federal pero profundamente desigual, los resultados no son casuales. La Pampa ha invertido sistemáticamente en agua potable, gas natural, viviendas, cloacas, hospitales, escuelas, rutas y empleo público de calidad. Este entramado de políticas públicas permitió a miles de hogares salir de la pobreza acceder a una vida digna.

 

Frente a modelos que promueven el ajuste, la recesión, la desinversión estatal y el “sálvese quien pueda”, el caso pampeano demuestra que la justicia social no es una utopía: es una decisión política y un camino posible.

 

Conclusiones.

 

La historia de las últimas cuatro décadas muestra que la evolución de las condiciones de vida no es uniforme ni automática. Depende de gobiernos que entiendan que la calidad de vida no se mide en eslóganes, sino en creación de condiciones necesarias tales como empresas, trabajo, obras y servicios básicos, y además una justa distribución del ingreso. La Pampa eligió ese camino, y los datos del censo son la prueba más contundente.

 

Pero la historia no termina solamente porque cambian los gobiernos. Con el tiempo veremos los resultados de las políticas actuales, aunque hay obviedades que pueden predecir un futuro. Por lo visto en números reales, indubitables, las irrupciones de gobiernos electos no impactan de la misma manera en la geografía territorial ni en las familias. Queda claro en este trabajo que los gobiernos de corte liberal, o parecidos o como se llamen solo traen calamidades para el pueblo, solo basta ingenuidad para creerles y ser descuidados al momento de votar.

 

A la luz de lo analizado en este trabajo quedan muy pocas o ninguna esperanza que el actual gobierno nacional haya elegido el camino de la felicidad de los “muchos” del pueblo, sino por el contrario ha elegido la felicidad de los “pocos” que hacen con la plata lo que quieren al amparo del diseño de un país “fantasía”.

 

Cuando en un país se mutilan derechos y se transfieren ingresos de quienes menos tienen a los pocos de “arriba” el país muta del negocio productivo al negocio financiero. Es obvio entonces que caiga el consumo, la producción, los ingresos, aumentando la desocupación, la pobreza, la indigencia, en fin, se instale la recesión y la destrucción del país.

 

Tal vez a la motosierra, que hace un tiempito no la exhiben, la deberían mantener guardada o los hechos la van a guardar bajo tierra.

 

Para mayor información, cuadros y gráficos, se puede visitar el blog en el link https://lapampaendatos.wordpress.com.

 

Mejores índices.

 

El Índice de Desarrollo Humano (IDH- PNUD-UN) como un sustituto del índice de NBI muestra en la serie 1996-2021 a La Pampa en segundo lugar (con un índice 0,861) luego de CABA.

 

Lo mismo ocurre con el hacinamiento crítico (+ 3 pers/cuarto) que cuando el país pasa de 6,9 en 1991 a 2,6% en 2022, La Pampa lo hace de 4,4 a 1,2% estando también en segundo lugar con mejor índice.

 

Ocurre igual con el PBG de CFI-Cepal-indec que, con número índice nacional de 100 en 1983, pasa en 2022 a 327,6. En La Pampa pasó de 100 a 457,6 o sea la provincia creció más del 28% que el país en el mismo período.

 

Estos tres importantes indicadores son solamente ejemplos que refuerzan lo que se afirma en el presente trabajo. Y se podría ampliar con brechas de ingresos, coberturas de servicios públicos, salarios públicos, tasas del mercado de trabajo, viviendas sociales, esperanza de vida, cobertura en salud, etcétera.

 

Cualquier discusión de campaña que se avecina debería realizarse sobre la base de números como los aquí señalados u otros, para no caer en chicanas y descalificaciones inconducentes.

 

* Ex Director general de Estadística y Censos de La Pampa, ex asesor del Diputado Nacional Rodolfo M. Gazia, ex Director de Servicios de Base (Ministerio de Bienestar Social), ex Director de Administración y Control (Municipalidad de Santa Rosa).

 

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