“La presencia de Nación tendría que ser más fuerte”

“Tendría que ser mucho más fuerte la presencia del gobierno nacional, con todos sus ministerios, en estas cuestiones vinculadas a la problemática del agua, el ambiente y la generación de energía”, advirtió el secretario de Recursos Hídricos, Néstor Lastiri.

 

Consultado desde Radio Noticias (FM 99.5) sobre la convocatoria a una reunión para conformar el comité de cuenca del río Desaguadero-Salado-Chadileuvú-Curacó, el funcionario pampeano denunció que “desde Mendoza y San Juan hay una gran resistencia a este tipo de iniciativas, porque no quieren perder ni reducir su capacidad de decisión sobre los usos del agua, que hoy es unilateral y arbitraria”. Por eso, reiteró “la nación debería dar respuestas y asumir una intervención más fuerte desde el Ministerio de Interior hacia estas provincias que resisten y boicotean sistemáticamente la conformación de organismos de cuenca”.

 

De todos modos, consideró que “resulta una buena noticia” el anuncio de la reunión programada para el lunes que viene y aclaró que “este avance es resultado de una larga insistencia desde nuestra provincia en todos los foros donde participamos”. En ese contexto, recordó que “el expediente data del año 2016, cuando La Pampa se presentó ante la Corte Suprema de Justicia y solicitó la constitución del comité de cuenca”.

 

Múltiples gestiones.

 

En su respuesta, el máximo tribunal “hizo lugar al pedido y creó una Comisión de Seguimiento” mientras que el gobierno pampeano “siguió realizando presentaciones en forma permanente”. Entre las acciones más recientes, “hace dos meses, en ocasión de presentarse el estudio integral sobre la cuenca del Desaguadero, el gobernador envió una misiva a todos los gobernadores, reiterando el grave daño ambiental provocado sobre el río, y el 28 de abril mandó otra carta cuando se formuló el anuncio sobre la presa El Baqueano”.

 

“Por fortuna, las acciones pampeanas están provocando avances, como esta convocatoria formulada por el ingeniero Fernando Zárate (subsecretario de Recursos Hídricos de la nación) para debatir la institucionalización del Desaguadero-Salado-Chadileuvú-Curacó”. La reunión se celebrará el lunes 5 de junio, vía Zoom, “y ya confirmaron su presencia La Pampa y Buenos Aires, en tanto que Mendoza planteó que no podía estar por otros compromisos ya asumidos, y solicitó una postergación para el 22 de junio”.

 

Lastiri recordó también que “hay una demanda iniciada por La Pampa contra el proyecto para construir la presa El Tambolar”, reiteró que “por estas cosas decimos que el involucramiento de la Nación debería ser más fuerte de lo que es” y anunció que durante la reunión “los pampeanos pediremos que las autoridades nacionales actúen para avanzar en la conformación del organismo de cuenca”.

 

El falso postulado del “no río”.

 

La resistencia de Mendoza a respetar mandatos constitucionales y dejar de decidir unilateralmente sobre los recursos hídricos que comparte con otras jurisdicciones se basa muchas veces en argumentos falsos, inventados por técnicos y profesionales a pedido de sus autoridades gubernamentales y difundidos a través de medios vinculados al poder político.

 

En su edición de ayer, el portal digital mendocino Memo, tituló: “La Pampa consiguió que convoquen a institucionalizar la cuenca del ‘no río’ Desaguadero”. Siguiendo ese falso postulado, la nota pretende que “el Desaguadero no es un río con caudales permanentes, sino un canal que se llena solamente cuando hay excedentes en los ríos que desembocan allí” y opina que “sin embargo, La Pampa pretende crear una especie de Coirco para esa cuenca”.

 

Lo que omite decir ese portal es que el Desaguadero-Salado-Chadileuvú-Curacó sufrió una disminución paulatina y sistemática de su caudal desde finales del siglo XIX y durante todo el siglo XX, causada por el aprovechamiento humano de todos sus afluentes. El viejo río se transformó en un “no río” cuando Mendoza y San Juan redujeron al mínimo los caudales que bajan de las cumbres andinas, como los ríos Vinchina, Bermejo, Jáchal, San Juan, Mendoza, Tunuyán, Diamante y Atuel, entre otros.

 

El argumento del “no río” se asienta en el estado que luce hoy el Desaguadero, tomando una mera fotografía de su escuálido curso actual y evitando una mirada amplia y con perspectiva que mostraría el río caudaloso que fue durante miles de años, hasta que las presas sobre sus afluentes produjeron el grave daño ambiental que hoy afecta gran parte de su recorrido.