Medanito y la interna: ¿otra derrota de los radicales con peluca?
La imagen que mostró el radicalismo en la Cámara de Diputados podría leerse en el marco de una disputa que se ha ido cocinando en los últimos meses dentro del partido centenario.
Hay quienes señalan que no sería descabellado interpretar que la crisis en el bloque radical es un coletazo de la fuerte interna radical, que se materializó en la última Convención Provincial y que enfrentó en duros términos al intendente achense, Abel Sabarots, y al propio Altolaguirre. El cruce fue tenso, con acusaciones variadas, e inclusive Poli se retiró unos minutos para “tomar aire”.
Dentro del radicalismo desmintieron que la división sea un reflejo de la realidad partidaria. “Es un tema del bloque, lo que pasa es que Poli cada vez maneja todo menos”, soltó un dirigente que conoce a los involucrados.
Sin embargo, las palabras de Arturo Illia que citó Altolaguirre abonan la hipótesis: “No tengo miedo a los de afuera que nos quieren comprar, sino a los de adentro que nos quieren vender".
Un detalle que cobró relevancia tras la discusión es que en las fotos de la presentación de la lista del frente Cambia La Pampa, además de los candidatos, aparece en primera plana Javier Torroba. Es uno de los legisladores provinciales a quien señala como el impulsor del apoyo a la ley que autoriza a licitar el área Medanito. La otra que aparece en las primeras filas es Andrea Valderrama, oriunda de Colonia Barón y otra de las legisladoras que cambió su posición con respecto al proyecto que impulsa el Ejecutivo pampeano.
La figura que nucleó a esos dirigentes en las fotografías es el presidente del partido y candidato a diputado nacional, Federico Guidugli, un delfín del jefe comunal que llegó a encabezar la lista luego de que varios dirigentes desistieran. En el tablero también aparece el senador Daniel Kroneberger, posicionado más cerca de las y los intendentes, quienes han expresado en varias oportunidades sus diferencias con la estrategia legislativa.
En cambio, Altolaguirre está alineado con Martín Berhongaray. El ex candidato a gobernador es una figura que fue muy cuestionada por no querer involucrarse en el armado electoral de cara a octubre pese al importante caudal de votos que cosechó en 2023. El dirigente fue uno de los que estuvo presente en la Legislatura este jueves por la mañana.
En este contexto, la maniobra podría asestarle un duro golpe político a Altolaguirre y restarle el capital que había acumulado como la principal voz opositora al Gobierno provincial. Ahora, será cuestión de tiempo para ver el desenlace de esta crisis que llegó a su punto más alto este jueves por la mañana.
División.
Un conocedor de lo que sucede puertas adentro del radicalismo pampeano, hacía notar que la división que se produjo en el bloque de diputados provinciales del radicalismo responde, con precisión, a la división que tuvo la UCR el pasado 7 de diciembre cuando rechazó por mayoría involucrarse con el partido del presidente Milei en La Pampa.
En aquélla oportunidad la división era entre quienes impulsaban seguir a La Libertad Avanza en la elección legislativa de octubre unificando listas con los libertarios y los que no querían quedar pegados con un gobierno nacional que ataca valores de primer orden del radicalismo como la educación o la salud, al desfinanciar la Universidad, restarle fondos al Garrahan o eliminar el incentivo docente.
Del lado de los que impulsaban una alianza con la ultraderecha local de los seguidores de Milei se mostraban, no por casualidad, quienes mantienen una oposición cerril a cualquier acuerdo con el gobierno provincial en el caso Medanito, en una simétrica postura que la que Milei sigue a nivel nacional ahogando a La Pampa al dejar de mandar fondos que pertenecen legalmente a la provincia.
Juego de pinzas.
Esa estrategia legislativa de cerrada oposición en el tema Medanito, en contra de lo que la mayoría de los intendentes pampeanos quieren, es mirada dentro y fuera del partido, como un inconfesado movimiento de pinzas coordinado con el gobierno nacional para ahogar a la provincia y restarle fondos que compliquen la gestión.
El objetivo es, claramente, limar, desgastar al gobierno de Ziliotto aunque en esa jugada se lleven puestos nada menos que a las casi dos decenas de intendencias radicales que padecen la misma suerte que el gobierno de la provincia.
El voto de ayer a favor de Medanito no es casualidad que sea el del sector que representa a la mayoría que no quiere tratos con los libertarios. Sector en el que se alinean la mayoría si no todos los intendentes radicales pampeanos (lo declaren o no) y en el que primó la racionalidad política de dejar de ser juguetes de las estrategias libertarias en la provincia que se animan al peligroso juego de restarle recursos a La Pampa.
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