Viernes 09 de mayo 2025

Nación desfinancia las Ciencias Sociales

Redacción 12/01/2025 - 00.06.hs

A través de una resolución, el Gobierno nacional dio de baja el financiamiento de programas en áreas como las ciencias sociales, ambientales y la divulgación. “Vuelve la vieja discusión de que hay ciencias útiles e inútiles, donde están las ciencias sociales y humanidades”, alarmó la integrante del Directorio del Conicet, Luz Marina Lardone.

 

A partir de ahora, solo se promoverán las actividades que se encuadren en campos como agroindustria, energía, minería, economía del conocimiento, innovación y salud. Aunque aún no se tiene conocimiento de cómo se implementará la medida que llevará adelante la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación, algo queda claro: los investigadores que se dediquen al resto de las disciplinas, sin fondos, deberán arreglárselas como puedan.

 

En diálogo con LA ARENA, la pampeana Luz Marina Lardone afirmó que “la resolución dice mucho, pero hay muchas cuestiones sin determinar” porque no menciona los programas que serán desfinanciados, algunos pertenecen al ex Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, a la Agencia I+D+I o a estudios provinciales. Sin embargo, la integrante del Directorio del Conicet comentó que “la resolución habla de clubes de ciencia, de programas de comunicación pública de la ciencia, proyectos de la economía popular”.

 

Pero el anuncio de Nación forma parte del desfinanciamiento que realizó durante el año pasado. “Deja en claro que hay prioridades dentro del sistema científico que no son los que marca la ley del Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2030 (fue aprobada en 2023) y la ley de financiamiento”, sostuvo. En ese marco, subrayó que “este año el financiamiento debía alcanzar el 0,39 del PBI, pero apenas llegó al 0,2. Es la caída de inversión más fuerte que se ha registrado en la historia del sistema científico porque disminuyó un 33 %”.

 

Alarmante.

 

Sobre la resolución, Lardone señaló que se pueden realizar distintas lecturas porque habrá “investigaciones que estarán orientadas por el Gobierno, pero ese plan no lo conocemos, solo sabemos que dura un año y que hay temas estratégicos, pero de alguna manera son los que están en el corazón de la ley del Plan 2030 y definidos por las provincias”. Asimismo, “hay desfinanciamiento de universidades, de carreras científicas como el Conicet -su presupuesto bajó un 20 % aproximadamente-, pero también del INTA, de la Comisión Nacional de Energía Atómica (Conea) y de otros organismos que integran la ciencia y la tecnología”. La científica hizo hincapié en que en otros países “el conocimiento está en la base del desarrollo, pero acá no”.

 

“Otra arista alarmante es que se vuelve a abrir una vieja discusión, de ciencias útiles e inútiles, donde están las ciencias sociales y humanidades. Es una larga discusión, que solo contabiliza lo tangible”, apuntó. La resolución también pone en juego la inversión del sector privado en el sistema científico, pero Lardone aseguró que “el sector privado no invierte en ciencia y tecnología porque implica riesgos, desde ensayos que no funcionan, prototipos que no son artefactos productivos… En Argentina, el mercado no corre riesgos, solo invierte el Estado”.

 

La pampeana expresó que “se pueden priorizar” programas, “pero no dejar de financiar porque hay muchos ejemplos de cómo las ciencias sociales y humanidades aportan a la sociedad del país”. Mencionó, por ejemplo, que uno de los ejes centrales del Gobierno nacional es la salud “y la psicología realizó muchos aportes luego de la pandemia y en una sociedad donde se vive el futuro con mucha ansiedad. Es importante la contención y la salud de la población, pero eso no parecería ser prioritario, aunque generar vacunas propias y medicamentos tampoco…”.

 

También hizo hincapié en “estudios para disminuir los siniestros viales, cómo calibrar las máquinas. Con las ciencias sociales se obtienen resultados cualificables, estamos acostumbrados a ponderar solo los números”.

 

“Hemos vuelto al pensamiento lineal cuando el mundo es complejo y necesitamos de todas las disciplinas para explicarlo”, agregó.

 

Financiamiento.

 

Según la resolución del Gobierno, que halla un pretexto en “la crisis financiera y económica inédita”, Darío Genua, titular de la Secretaría de Ciencia y Tecnología, será el responsable de llevar adelante la poda. En concreto, prevén la baja, la devolución de los fondos otorgados, o bien, la renegociación de todos los programas que no se encuadren dentro de las áreas consideradas estratégicas.

 

Para explicar cómo funciona el financiamiento, Lardone mencionó que desde Nación realizaron una revisión de los programas, “no sabemos si con carácter de auditoría”. Hay distintos procesos para otorgar subsidios a las investigaciones. “Uno de los programas estaba dirigido a las provincias, donde se buscaban las problemáticas y se planteaban proyectos al ex ministerio, quien los evaluaba con un grupo de científicos y se llevaban adelante con las universidades, el Conicet y el INTA. Cuando eran viables, los financiaba: se desembolsaba el 70 % y después de ejecutarlo y rendirlo al ministerio, se entregaba el 30 % restante. En La Pampa había sobre cannabis, caprinos del oeste, un tambo robótico en la Facultad de Agronomía”, señaló.

 

Y continuó: “Cuando asume el nuevo Gobierno y se le quita el rango de ministerio al área, durante un tiempo la parte administrativa pasó a Jefatura de Gabinete y no se podían hacer las rendiciones porque no tenía autonomía. Si bien ahora le restituyeron la autonomía, las rendiciones no se aprueban y, de esta manera, los investigadores no pueden dar cuenta que llevaron adelante el proyecto y no van a recibir el financiamiento restante. Solo se lo van a dar a quien cumpla con los ejes mencionados, pero ¿los caprinos del oeste son priorizados por un plan de ciencia y tecnología que no es el de la ley? No se sabe, uno podría pensar que no…”.

 

“Es muy complejo, está claro que no van a respetar ninguna de las dos leyes y van a priorizar áreas que han definido. En el medio de ese desfinanciamiento, hay una migración importante de investigadores y sueldos que no se actualizan”, advirtió Lardone.

 

En ese marco, sostuvo que cada vez que hay migraciones, “es inimaginable lo que implica la recuperación porque formar un doctor o doctora lleva cuatro años, el equipamiento se pone obsoleto y está en juego la soberanía porque lo que no producimos hay que comprarlo”.

 

¿Para qué sirven las ciencias sociales?

 

Esta pregunta acerca de para qué sirven las ciencias sociales la respondió el doctor en Historia Ezequiel Adamosky en un artículo publicado en “Lavaca” y que fue retomado por Luz Lardone. “Gracias a los geógrafos tenemos mapas y entendemos mejor los problemas de las economías regionales; sin los sociólogos no sabríamos cómo generar estadísticas sobre la pobreza ni cómo realizar encuestas; los antropólogos llevan a cabo una labor indispensable para el desarrollo de políticas enfocadas a los pueblos originarios; sin filósofos no podrían funcionar los comités de ética que debe haber en hospitales y en otras reparticiones públicas, etcétera. Podrían sumarse numerosos ejemplos a esta lista”.

 

“Además, las investigaciones y debates que promueven los historiadores, antropólogos, geógrafos, sociólogos, etcétera, con frecuencia proveen ideas, información y conceptos para ayudarnos a entender el mundo en el que vivimos, quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos. Ayudan a pensar los problemas colectivos que enfrentamos y a imaginar maneras más justas de organizar la vida social. Aportan inclusive algunos de los términos que luego se vuelven de uso común”, concluyó.

 

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