"Panchi" logró su objetivo y llegó a la Basílica de Luján

Finalmente, "Panchi" cumplió su tan ansiado objetivo. Llegó a la meta. Pero no a cualquier meta. Logró unir, caminando, con una bicicleta de apoyo, la capital pampeana, su lugar de residencia, con la Basílica de Luján. 

"Panchi", cuyo nombre es Juan Francisco Pizzamiglio, un gasista de 56 años, salió de Santa Rosa a pie, con su bici al costado, y con decenas de peticiones de familias, amigos y vecinos, con la intención de llegar a la Basílica de Luján y, entre otros objetivos, entregar esas peticiones a la Virgen. 

"Llegué, vengan", se lo escucha decir al santarroseño ni bien llegó en un video que grabó junto a sus familiares y amigos. Es que justamente, sus seres queridos cumplieron un rol fundamental en su travesía. 

"Ayer lo alcanzó la hija, hoy los hermanos, sobrinos y amigos por lo que arrancaron caminando todos juntos hasta la basílica", dijo a LA ARENA, Yamila, sobrina de Juan Franscisco.

"Dijo que iba a tardar nueve días en lograrlo, y lo logró", ponderó la joven.

Durante las últimas horas, antes de llegar a su destino, "Panchi"  transitó por varias ciudades de la provincia de Buenos Aires donde fue recibido por un buen número de personas que lo acobijaron en su casa y le dieron comida.

"Vivo en la calle Pío XII y Pasteur de Santa Rosa, hay un negocio sobre Pío XII donde un grupo de personas realizan todo mi seguimiento", dijo días atrás el peregrino santarroseño en una breve comunicación con LA ARENA.

NUEVA PEREGRINACION. 

Una vez en su ciudad, su idea es emprender la peregrinación a Anguil.

La Peregrinación Diocesana Santa Rosa—Anguil tiene ya 40 años y se hace de manera paralela a la de Buenos Aires-Luján, que se lleva a cabo desde hace 50 años. 

Por lo general, los fieles se concentran frente a la Catedral en las primeras horas de la mañana para salir alrededor de las 8 hacia Anguil. Por lo general, los peregrinos arriban a las 16 horas donde se lleva a cabo la misa.

El retorno a Santa Rosa, por lo general, se realiza inmediatamente después de la misa en vehículos particulares y en micros que siempre están dispuestos para eso. La peregrinación a Anguil ya un clásico entre los creyentes a la altura de la caminata a Luján.