Domingo 16 de noviembre 2025

Pedaleó a Luján en homenaje a su padre

Redacción 16/11/2025 - 00.24.hs

(Eduardo Castex) - Ignacio “Nacho” Martín se sometió a una cirugía bariátrica, adelgazó 60 kilogramos, tomó la bicicleta y recorrió 550 kilómetros desde su Winifreda natal hasta Luján para concretar un viaje que quedó pendiente de realizar con su padre: ir a la Basílica de la patrona de Argentina.

 

La travesía ciclística se concretó “arribando al año de la cirugía y de la muerte de mi viejo, que era muy, pero muy devoto de la Virgen de Luján”, expresó. “Nos había quedado un viaje pendiente. Y decidí hacerlo en bicicleta en su honor, y el viaje se centra en el sacrificio y el recuerdo de mi viejo. Y aproveche y le lleve un regalo cirujano – amigo Hugo Ruiz”, relató Martín.

 

El titular de la empresa de servicios sociales -funerario y sanitarios- en más de treinta localidades pampeanas, es una persona “polifuncional”. Es bombero voluntario, y fue uno de los fundadores del Cuartel de Winifreda; hace locuciones en peñas folclóricas y conduce programas radiales. Llegó a pesar más de 150 kilos, y previo a cumplir los 50 años decidió “cambiar la forma de vida”. “Como estoy relacionado con la medicina, se perfectamente que, pasando esta edad, empiezan los problemas de rodillas y otros un poco más grave”, reconoció. “Y como soy muy metódico, me fije que para los 50 años cambiaría algunos hábitos”, narró en una comunicación con Radio DON de esta localidad.

 

“Nacho” Martín en setiembre del año pasado decidió someterse a una cirugía bariátrica con un equipo médico de Buenos Aires, que previamente intervino a un amigo suyo. Cuando comenzó el tratamiento se descompensó su padre, y falleció a los 12 días. No alcanzó a contarle que había decidido dar un paso trascendente para mejorar sus condiciones de vida. La cirugía se programó para el 3 de diciembre.

 

“Me operé por una cuestión de sobrepeso nada más, porque no tenía ni ácido úrico, ni colesterol, ni diabetes. Era un paciente sano. Mi problema eran muchas horas de trabajo y desorden alimenticio que fui acomodando e incorporé gimnasio, deportes y ahí me encontré -hace cinco meses- con la bicicleta. A 11 meses de la operación he bajado entre 62 y 63 kilos”, narró con orgullo.

 

El homenaje a su padre y Luján, tienen un común denominador: la devoción a la virgen. “Mi papá tenía tres hermanos varones y mi abuelo trabajaba mucho. Consiguió una cosechadora tirada a caballos y se instaló en la zona de Colonia San José. Vivían en una casilla, y se hicieron muy devotos de la Virgen de Luján. Cuando lo llevé a la Colonia San José fuimos al sitio donde estaba la casilla donde vivía con su madre y hermanos y su padre cuando regresaba del campo. Y allí me dijo que le gustaría regresar a Luján, pero su salud se deterioró y ese viaje que nos quedó pendiente, ahora lo concrete en su honor y en mi agradecimiento”, confesó.

 

"Me salió todo mal".

 

“¿El viaje…?...me salió todo mal”, destacó risueño el entrevistado. “Soy muy ordenado. Hice una hoja de ruta, donde me planteé hace entre 50 y 70 kilómetros diarios, y me quedaban 85 kilómetros de la autopista que está en construcción y podría circulaba sin dificultades para llegar a Luján. “Salí desde Colonia San José por Meridiano V, y llegué a duras penas a Pellegrini porque era todo guadal de arena. Esa noche llovieron 80 milímetros”, recordó.

 

“Continuó por Bocayuva, me empiezo a internar en un camino que me llevó a un bajo totalmente inundado. Ahí camine 17 kilómetros dentro del agua, y veía a 3.000 metros la ruta (nacional 5), pero no podía llegar porque los campos estaban inundados y no tenía comunicación con mi hijo que iba en el motorhome. Ahí decidí que tenía que ir por la ruta, pero fue una odisea porque los camiones van y vienen, te pasan a 20 centímetros. Andaba en los horarios menos transitados, pero igualmente fue tremendo”, reconoció

 

“Donde venía una huellita en la banquina, la aprovechaba. Anduve bien, en dos o tres días le robé 10 o 15 kilómetros a la planificación, porque me sentía bien, pese a los bocinazos y los insultos”, expresó con picardía.

 

“Te lo voy a decir porque lo pude observar. El 90% de los camioneros jóvenes van (conduciendo) con el celular en la mano. El 90%. El camionero grande, que vos ves que un tipo de 50 años para arriba, ese tipo no va con el celular, todavía es un camionero de la vieja escuela. Admiró mucho a los camioneros, porque mi papá fue camionero, pero es terrible lo que se en la ruta. Van con el celular en el volante mirando videos o escuchando música. Claro, cuando vas en el auto y los cruzas no te das cuenta de ese dato, cuando vas en bicicleta ves todo”, expresó sorprendido.

 

Intervención.

 

Martín relató que la cirugía bariátrica es un procedimiento sencillo. “A mí me internaron el martes 3 de diciembre a las 9 horas. Hice el ayuno de los 15 días previos y los 15 días posteriores a la operación. Ahí te suministran líquidos proteicos, pero no podes probar ningún alimento. Ese mes tenes una perdida importante de peso. A las 13 horas me operaron, a las 15 estaba en la habitación y al otro día a las 9 horas me fui de la clínica a un departamento. El sábado me controlaron y vine para La Pampa”, relató. El equipo médico está compuesto por nutricionistas, psicólogos, anestesista, cirujanos y médicos clínicos.

 

“Dos meses antes de la cirugía y 10 después (del procedimiento) te hacen un seguimiento muy profundo y fundamentalmente la psicóloga, e incluso yo sigo en tratamiento con ellos. Y el médico, hoy somos amigos y nos visitamos”, destacó.

 

-¿Cómo llegás a tomar la decisión de someterte a la intervención?

 

-Tengo un amigo que se operó hace 14 años, y fue una de las primeras cirugías bariátricas de La Pampa, y anda muy bien. Hay muchos casos exitosos, y algunas también han fallado, porque es un musculo que, si no le empieza a meter comida en exceso, empieza a estirarse y vuelve al tamaño normal.

 

-Concretamente, ¿qué es una cirugía bariátrica?

 

-La cirugía bariátrica permite reducir la capacidad del estómago. La otra alternativa –más conocida- es el bypass gástrico que también involucra parte del intestino, píloro y se practica en pacientes con obesidad mórbida. Con la bariátrica, podes comer lo que quieras, pero poco. Comes el 30 por ciento menos de lo que comías antes. Si antes comías ocho empanadas, ahora te llenas con solamente dos. Y si a eso le agregas comer sano y mucha actividad física, ahí los resultados son asombrosos y te cambian la vida totalmente.

 

Recorriendo gimnasios.

 

La empresa de servicios Martín presta el servicio funerario en más de 30 pueblos. Entonces, “Nacho” Martín para no interrumpir sus nuevos hábitos deportivos, hizo acuerdo con los gimnasios para pagar el día de asistencia, así quizás el lunes asiste al gym de Ingeniero Luiggi y el martes al de Guatraché, o el miércoles está cumpliendo su rutina en Intendente Alvear. “En los lugares donde trabajó, tengo contratados gimnasios por día. Donde me agarra la noche, voy al gimnasio, pagó y sigo el viaje. Después, hay días que salgo a correr, en Santa Rosa iba a un gimnasio de boxeo”, narró

 

“La bicicleta siempre la use, pero me resultó cómoda porque ando mucho en motorhome, entonces va conmigo a todos lados. Llegó a hacer 100 kilómetros por día cuando tengo tiempo, y pensar que antes…de vago…no hacía dos cuadras”, expresó con tono humorístico.

 

“El cambio es tan profundo e importante que está bueno llevar el mensaje, porque le puede servir mucho a la gente. Hay muchas cosas para estar bien, pero todo parte de la mente. Yo no tengo adicción a ninguna religión, el bienestar está en lo que vos te propongas”, resaltó.

 

“Mi grupo de amigos me entendió, es más…estuve casi un año sin ir a los asados, y eso me ayudo a que ahora pueda hacer la misma vida social que hacía antes. Y mi familia me apoyó muchísimo. Es más, mi hijo me acompañó en este viaje a Luján manejando el motorhome, y esperando y ayudando a concretar la travesía”, concluyó.

 

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