Piden control en los espacios públicos
Los fines de semana sobre todo, con habitualidad se puede ver que vecinos y vecinas santarroseñas colman paseos en lugares diversos de la ciudad. Tanto el Parque Recreativo Municipal, como los espacios adyacentes a las vías del ferrocarril –un amplísimo sector-, y también las plazas, se ven atestadas de familias que pasan buenas horas de las tardes allí.
Están los que se acercan con sus reposeras o sillas, alguna vitualla –tortas, sandiwches u otros alimentos-, y por supuesto el infaltable mate. Toda la parentela se arma de tal forma que nada falte para pasar una tarde de ocio, juegos y entretenimientos.
Y realmente resulta muy lindo ver a miles de santarroseños disfrutar tardes de esparcimientos, en familia. Y no falta nadie. Ni los perros que cada grupo familiar tiene, porque ellos también son “invitados” al paseo.
Así suceden las tardes, y se arma una postal que completan los que suelen ir a caminar con cierta frecuencia por esos lugares.
Pero no todo suele ser color de rosa. Sucede que la presencia de perros a veces acarrea algunos problemitas. En principio porque la mayoría de los animalitos retoza en los amplios espacios corriendo libremente por aquí y por allá, aunque alguna ordenanza indica que deben estar en la vía pública con su correspondiente correa. Esto es controlado por sus dueños. Y eso no sucede.
Es habitual que se trencen en arduas disputas entre ellos mismos; pero no ha faltado alguno que la emprendió con algún desprevenido peatón que pudiera andar por allí.
Patinaje peligroso.
Este pasado fin de semana un cronista de este diario pudo advertir una situación que, al final, quedó en un pequeño percance pero que bien pudo ser mucho más grave. Una pequeña disfrutaba de patinar en la pista que está ubicada para ese fin en el paseo del ferrocarril –frente a la CPE Santa Rosa-, cuando un pequeño can se cruzó en su camino. En su afán por esquivarlo y no hacerle daño la niña sufrió un tremendo porrazo y –pese a que tenía las protecciones adecuadas colocadas- sufrió escoriaciones varias en la rodada. Tuvo suerte, porque tranquilamente pudo haber sufrido una fractura o un daño mayor.
Los dueños del animalito –a pocos pasos-, ni se inmutaron. Siguieron con lo suyo mientras el pequeño perro seguía correteando sin que nadie lo controle.
De estas circunstancias se dan todo el tiempo, porque la desaprensión de mucha gente es difícil de entender. Hay personas a las que nada parece importarles de la suerte de los demás, y por el contrario muestran una gran falta de empatía y cero sentimiento de solidaridad.
Controles necesarios.
Lo que también está claro es que no se respetan los espacios destinados a determinados fines: si una pista –la que está en el Parque Recreativo- está destinada a ciclismo no es para que haya gente jugando a la pelota; lo mismo que sucede en la cancha de sóftbol cuando no hay actividad donde algunos grupos juegan al fútbol. En el caso de la pista de patinaje –hace años fue construida para esa disciplina- debe haber un mínimo control para que quienes practican no corran riesgos y puedan terminar con graves consecuencias. En este caso debe haber un cartel –lo mínimo- que indique que se trata de un patinódromo –o pista de patinaje-, y nada más que eso puede hacerse en el lugar.
Además se debiera pensar en un cercado mínimo –debajo de las barandas que rodean el circuito- que evite la posibilidad de que los perros se metan y evitar de esa manera accidentes.
Lugares para estacionar.
Una más, el pasado domingo a la vera de la cancha de sóftbol una pelota bateada cayó fuera del perímetro, y sobre un vehículo que sufrió la rotura del parabrisas. La propietaria del auto se quejaba, pero lo cierto es que ese lugar no es para estacionamiento precisamente por el riesgo de un pelotazo. Pero si nadie lo advierte la gente ingresa con sus autos y puede sufrir las consecuencias, como sucedió en este caso.
¿No sería mejor habilitar el espacio ubicado a la entrada misma del parque –por lo menos hasta el monumento a Alfonsín-, y la zona aledaña para estacionar?
Hay cosas que se pueden mejorar. Parecen menores, pero es necesario atenderlas. Y no sería tan difícil.
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