Miércoles 02 de julio 2025

“Propician una ciencia elitista”

Redacción 05/08/2024 - 00.15.hs

"El becario que tiene que parar la olla va a buscar trabajo por otro lado y va a salir del sistema científico", sostuvo Laura Mazzaferro, docente de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (UNLPam) y becaria del Conicet, luego de que se conociera que Nación recortó más de 200 becas posdoctorales del Conicet. También alertó que el presupuesto en ciencia y tecnología cayó durante los últimos siete meses lo mismo que durante todo el mandato del ex presidente Mauricio Macri.

 

El nuevo recorte del Gobierno implica que esos becarios quedarán sin empleo hasta que se conozcan los resultados de las nuevas becas el próximo año. “Muchos de ellos están buscando entrar en la carrera de investigador científico y esperando resultados. Y no les extienden la beca hasta que se sepa si ingresan a carrera del investigador científico”, explicó la investigadora, en diálogo con Radio Noticias (FM 99.5).

 

“En Conicet hay baches entre un escalafón y otro. Entonces, se les termina el contrato de beca posdoc, y les falta tiempo para entrar a la carrera de investigador, porque las convocatorias son en distintos meses. Son baches del sistema científico que siempre están y que se cubren con prórrogas. El problema en sí no es que se terminen las becas, sino que aquellas personas que contaban con una prórroga no la van a tener”, sostuvo la integrante del Instituto de Ciencias de la Tierra y Ambientales de La Pampa (Incitap).

 

Ciencia elitista.

 

En este contexto, Mazzaferro consideró que hay un fuerte factor ideológico detrás del ajuste generalizado al sector científico. “Con el cambio de gobierno se cerró el Ministerio de Ciencia y Técnica; eso dice que quieren un país donde la ciencia y la tecnología no tengan un lugar importante y por eso no necesitan un ministerio”.

 

Respecto a los recortes de becas, remarcó que “son pocos casos en el país y es algo insignificante para el presupuesto, por eso para mí hay una cuestión más ideológica por detrás”. Esto, sostuvo, hace que los becarios queden sin fondos para sus investigaciones, y “propicia que la ciencia se vuelva elitista. Van a poder seguir aquellos que no tengan una familia, o que tengan un ingreso por otro lado. El que tiene que parar la olla va a tener que salir a buscar trabajo por otro lado, y le va a cortar la carrera científica. Probablemente ingrese a Conicet más adelante, pero todo este tiempo se va a salir del sistema científico y eso le va a generar problemas más adelante. Porque uno sale y después difícil volver a entrar”.

 

En ese marco, sostuvo que “la ciencia necesita de continuidad para obtener resultados. No se puede pensar de esta forma tan torpe o ideologizada, porque aparte el mercado no sale a financiar a la ciencia, solo financia sus resultados cuando se cristalizan en un logro que puede llegar a tener intereses”.

 

Cae el presupuesto.

 

La científica afirmó que “desde que asumió Milei el presupuesto en ciencia cayó un 37 %, que es lo mismo que cayó en los cuatro años de Macri”. Asimismo, aseguró que los salarios de los investigadores cayeron un 26 % y el de los docentes universitarios un 32 %.

 

“Esto también tiene un impacto pesado en el imaginario. Si yo como estudiante de la UNLPam quiero seguir en el camino científico, pero sé que voy a tener estos vaivenes, que me van a bajar el sueldo, que van a eliminar el Ministerio de Ciencia y Técnica, ¿qué perspectivas tengo?”, planteó.

 

Mazzaferro detalló que en el Incitap trabajan “70 agentes entre becarios y administrativos”, pero que “aparentemente no hay ningún ningún caso” de recorte de becas.

 

Remarcó que “destruir algo es muy fácil, y construirlo lleva mucho; en la ciencia más todavía. Son unos 13 años de formación para tener un científico; hablamos de gente que tiene un título de grado, que pasa por un proceso de formación doctoral de al menos cinco años, que publican en revistas internacionales evaluadas por científicos de todo el mundo”.

 

“Ciencia es soberanía”.

 

Mazzaferro, primera generación de universitarios en su familia, entró a la investigación como estudiante en el 2004 y vio de primera mano la recuperación de la ciencia argentina luego de la “fuga de cerebros” causada por la crisis del 2001. “Para mí fue asombrosa esa recuperación, realmente no teníamos nada en el laboratorio y empezaron a entrar subsidios, becarios. También cambió la planta docente desde aquel momento a la actual, que es más joven pero también con mucha más formación. Entonces en esa recuperación, la correlación entre ciencia y educación es fundamental. Si se van los científicos va a bajar también la calidad de la educación universitaria”.

 

“Si no se invierte en políticas públicas y se desfinancia el sistema, la ciencia argentina se va a achicar; tiene que haber políticas detrás para que más gente pueda acceder. El financiamiento de la ciencia debe ser público, porque la ciencia es soberanía. Si nosotros tenemos desarrollo tecnológico y científico, no vamos a depender de otros países”, sostuvo.

 

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