Senasa no controlará calidad
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) dará a conocer a partir de esta semana una serie de resoluciones que apuntan a desregular “totalmente la producción de hortalizas”, a partir de la derogación de un decreto de noviembre de 1935, que establecía requisitos para el empaque de verduras destinadas a la exportación. El organismo solo se focalizará en su rol de “policía sanitaria”.
La norma, cuya derogación abre el camino para la desregulación de la actividad, quedó sin efecto por medio del decreto 318/2025 publicado ayer en el Boletín Oficial. De acuerdo con lo señalado por el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, un decreto anterior “deroga decretos antiguos sobre envasado” y con esto se “despeja el camino para emitir esta semana una seria de resoluciones que desregulan totalmente la producción de hortalizas, focalizando al Senasa en su rol de policía sanitaria”.
“Seguiremos en los próximos meses con el resto de las actividades progresivamente y sin pausa. Literalmente dejamos de molestar al productor en las cosas que el productor debe resolver por sí mismo y concentramos la tarea en donde hay un valor útil de la supervisión estatal”, manifestó en sus redes sociales.
Transformación.
El funcionario presentó la medida, así como las que se darán a conocer en los próximos días, como “la transformación más profunda de Senasa en décadas”, al focalizar la tarea del organismo en aspectos de control sanitario y dejar de lado la supervisión de la calidad de los productos y de los procesos productivos.
“Lo de la calidad es cosa de los militares, me parece”, opinó, al objetar “la idea, por ejemplo, que un burócrata podía definir la calidad con la que había que producir, sobre todo en la exportación, donde se presumía el país se jugaba ‘el honor’ de la patria”.
En cuanto a la supervisión del proceso productivo, para Sturzenegger “es tan absurdo como que la Secretaría de Industria le ordene a la industria automotriz usar tal o cual robot (o no usarlos), o que se ocupara de verificar el espesor de la chapa del techo de las fábricas (fuera de broma era lo que hacía Senasa)”.
“Para un gobierno libertario como el que propugna nuestro presidente Javier Milei, tanto la calidad como el proceso productivo son dimensiones que valida y evalúa el mercado. Nada tiene que hacer el Estado metiéndose en eso”, sentenció.
Al respecto, planteó que la función que le corresponde la Senasa es la de “actuar como policía sanitaria para evitar infecciones, plagas y garantizar un comercio internacional fluido”.
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