Tensa protesta en 9 de Julio
Una manifestación convocada por vecinos de Carlos María Naon, una localidad del partido de 9 de Julio, de las más comprometidas con las inundaciones en la provincia de Buenos Aires, terminó en una tensa discusión que por poco no pasó mayores. Los productores recibieron el acompañamiento de sus colegas del resto de las zonas afectadas y confluyeron en una protesta que incluyó quema de neumáticos frente al palacio municipal en la ciudad cabecera del partido.
“Después de siete meses de no tener respuestas, los ánimos se empiezan a caldear y suceden estas cosas”, dijo la productora y presidenta de la filial de Federación Agraria local, Patricia Gorza, quien dialogó con enviados del portal especializado Bichos de Campo. La bronca contra quienes debieran realizar las obras hidráulicas en la cuenca del Salado se cristalizó en este caso contra la intendenta María José Gentile (PRO).
Tanto ella como su par de Carlos Casares, el peronista Daniel Stadnik, fueron recientemente denunciados por productores por la situación en el centro bonaerense, pues les imputan la no realización de las obras de mitigación en la cuenca. En esta oportunidad, las inundaciones comenzaron con las copiosas lluvias de marzo y los productores viene sufriendo pérdidas millonarias, tanto por las hectáreas inutilizables como por la intransitabilidad de la red terciaria de caminos.
“Desde el 5 de marzo hasta hoy hicimos de todo. Se agotaron todas las instancias”, fueron las palabras de la dirigente ruralista. En las últimas semanas, hubo nuevas precipitaciones y la zona entró en una suerte de colapso total. Gorza aseguró que aun con el agua al cuello, ni la intendenta Gentile, ni los funcionarios de Obras Públicas han recibido a los productores.
“Se trata, en el fondo, de una cuestión de gestos. Los productores entienden los argumentos de las autoridades y saben que no puede hacerse mucho en una situación tan crítica, pero no pueden concebir que el argumento sea siempre la falta de recursos y que, encima, no se los atienda. El ‘se hace lo que se puede’ ya no entra por los oídos de los vecinos de la zona aislados hace semanas ni de los productores que lo perdieron todo”, sostuvieron desde Bichos de Campo.
“Esta no es la primera inundación que vivimos, pero jamás vimos este nivel de desatención para con la ruralidad”, lamentó Gorza.
“Tanto Gentile como Stadnik son autoridades del Comité de Cuenca A3 del río Salado, una zona muy comprometida por las inundaciones a causa de, justamente, la inacción de ese comité. La causa la lleva adelante la Fiscalía N° 2 de Trenque Lauquen, y contempla los delitos de estrago por inundación, omisión impropia e incumplimiento de los deberes de funcionario público”, explicó el sitio especializado.
Dragado.
Como si se hubiera sentido tocado, en medio de su tensa relación con el sector agropecuario, el gobierno nacional le anunció ayer a la Mesa de Enlace que retomó las obras de dragado de la Cuenca del Río Salado. Fue a la tarde en una reunión donde todo indicaba que el tema central iba a ser el de las retenciones cero que provocó el enojo de muchos productores y de algunas entidades del campo.
Sin embargo, el Gobierno Nacional aprovechó el encuentro para informar que comenzó a realizar obras de dragado en la Cuenca Interprovincial del Río Salado, una obra que, como todas las que dependen de Nación, estaba parada porque “no hay plata”. De acuerdo a lo que explicaron desde el gobierno, los trabajos permitirán “prevenir inundaciones, mitigar sequías y mejorar el manejo del recurso hídrico a través del ensanche y profundización del cauce, reservorios y nuevas secciones de conducción”, algo que los productores y autoridades vienen explicando y reclamando desde hace años.
El Plan Maestro Integral de la Cuenca del Salado es un megaproyecto diseñado en los años 90, destinado a ser el dique de contención definitivo contra los ciclos de inundaciones y sequías. Sin embargo, poco ha avanzado. En la actualidad, el gobierno de la Provincia de Buenos Aires responsabiliza de la parálisis al recorte casi total de la obra pública y la retención de fondos de emergencia por parte del gobierno nacional de Javier Milei. Desde la Casa Rosada, responden que los recortes de la obra pública responden a la necesidad imperiosa de sostener el superavit fiscal.
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