Un libro para no olvidar la infancia
Para no dejar morir la niñez, para no olvidar aquél pueblo, los habitantes, los sucesos... en fin, para no olvidar a Cachito, un niño que vivió en Arizona y acompañaba a su papá al taller durante sus vacaciones. Ese fue el lugar donde escuchó las historias de adultos más extrañas e increíbles que nunca olvidó. Aquel niño dejó de ser Cachito para transformarse en Oscar Nocetti, un apasionado por los libros que escribió "Historias inauditas. Cachito de Arizona".
Durante la segunda mitad de febrero, la obra fue publicada por la editorial Universo de Libros del Grupo Planeta, curiosamente primero en España y otros países europeos y recién la semana que viene llegará a Argentina a través de la distribuidora Cauce Libros.
"Historias inauditas. Cachito de Arizona" es un "libro que tiene unos 20 años de historia", explicó Nocetti al hacer hincapié en que "es una obra personal y a la vez colectiva". Aseguró que "es un viejo proyecto porque la prueba más palpable de ello es que algunos de los cuentos que integran el libro han sido publicados por LA ARENA en Caldenia". Explicó que durante su vida laboral no tuvo tiempo para adelantar páginas, "pero una vez que me jubilé puse mayor énfasis, lo presenté en España y rápidamente lo aceptaron. Es un proyecto de largo aliento porque lo fui haciendo del tiempo que disponía".
Un poco de historia.
Nocetti nació en Córdoba en 1947. "Rápidamente me llevaron a vivir a Arizona, pueblo del sur de San Luis; es un lugar lleno de caldenes, seco, árido, arenoso y mi padre que era comisionado de la Municipalidad de Arizona, en la época del primer peronismo, tenía un concepto muy gráfico de Arizona porque decía que era 'el culo del mundo'", comenzó a relatar a este diario el escritor.
"Mi madre lo retaba por esa frase porque cómo iba a decir eso cuando era comisionado municipal y la gente lo había votado. De alguna manera era el final de línea de un tren que venía de Once y pasaba por General Pico. Era un pueblo marginal con gente marginada", aseguró. Señaló que la mayor atracción del lugar era la estación de tren. "Cuando llegaba alguien con un baúl o valija nos preguntábamos qué habría hecho para venir a Arizona", dijo entre risas.
"Del año uno hasta los 12 años viví allí, cuando terminé la primaria nos vinimos a vivir a Intendente Alvear. De esos doce años tengo recuerdos muy vívidos porque los viví muy intensamente ya que pasaban muchas cosas con la gente tan singular que la habitaba", añadió.
Pero, ¿de qué se trata el libro? Oscar recordó que "Cachito" surgió de su hermano mayor. "Era algo sordo y pronunciaba las cosas a su manera. Me llamaban Oscarcito, pero mi hermano me decía Ochachito, tal cual lo escuchaba y de ahí me llaman Cachito", desarrolló y agregó: "Como Cachito me pasaron muchas cosas, era un niño muy observador de los adultos. Era el mundo que me interesaba, no era el de mis compañeritos de edad".
Todas las historias de la obra literaria surgen de lo que escuchaba en el taller de su papá. Cuando llegaban las vacaciones, ya sea de verano o invierno, su padre le daba dos tareas: limpiar las pequeñas piezas con nafta y cebar mate. Como en Arizona había mucha explotación del caldén y aserraderos, el pueblo estaba lleno de camioneros.
"Los camioneros iban al taller y no tomaban en cuenta que había un niño cebando mate. Yo paraba la oreja y escuchaba los diálogos porque ellos conocían muchas cosas del mundo privado. Escuchaba sobre fidelidades e infidelidades. Muchas de las cosas que decían no las entendía del todo, pero otras sí porque se trataba de hombres y mujeres que yo conocía, hasta de mis propias maestras. Ese mundo de adultos en las orejas de un niño, como me pasó a mí, hizo que yo tuviera muy atento a lo que pasara", relató.
"El libro es la visión del mundo de adultos de Arizona desde la perspectiva de un niño" afirmó y aclaró que no es un libro para niños y niñas, "aunque el título puede llevar a confusión".
La transformación.
Pero la obra tiene una razón de ser y eso tiene que ver con su vida después de "Cachito de Arizona". Sobre ello, Oscar explicó que en aquel pueblo "tenía problemas de autoimagen", se excluía del mundo de los niños y que solo le gustaba leer libros en el aula. Pero todo cambió cuando se mudaron a Alvear.
"Ahí nadie me conocía, dejé Cachito y me reinventé. Empezaron a decirme Oscarcito, así me conocieron y me presenté como otra persona. Hice un esfuerzo por ser distinto, empecé a correr, a hacer gimnasia, a mostrarme sagaz y lúcido. Tenía que ser otro y me fui transformando", expresó.
"Pero ese niño que quedó en Arizona siempre me reclamó durante toda mi edad adulta. Había dejado un niño que ya no era yo, pero que quedó ahí con sus memorias, recuerdos, con todo lo que vivió y sufrió. Siempre sentí que tenía que arreglar ese asunto con ese desdoblamiento con Cachito", afirmó.
Luego de regresar al pueblo puntano y de encontrarse con las pocas personas que conocía de aquella vida, rehízo sus recuerdos de niño con este libro. "Me costó mucho hacerlo y publicarlo porque muchas de las personas de las historias vivían y yo no podía publicar lo que había escuchado sobre sus vidas", señaló.
-¿Cómo fue el contacto con la editorial?
- Cuando acá el profesor Aldo Herrera lo leyó se entusiasmó mucho y eso fue un empuje para mandarlo a la editorial. La ilustradora fue Griselda Carassay. Lo mandé a Planeta porque es un libro atípico para editoriales clásicas. Sabía que iba a resultar extraño y curioso para la cultura europea. Afortunadamente rápidamente lo analizaron, me mandaron a una parte del Grupo Planeta para personas que no son autores reconocidos. Te ofrecen una incursión en una editorial de alto nivel que uno no conoce, desde cómo armar el libro hasta cómo presentarlo a lectores de habla hispana no argentina. Fue un proceso muy útil. Me ayudaron a publicarlo en cuestiones formales.
Hace una semana y media que "Historias inauditas. Cachito de Arizona" está recorriendo España, Reino Unido, Francia, Italia, Australia, Estados Unidos, México, Chile y Colombia en formato papel y e-book. El jueves le llegarán ejemplares a Oscar y en la semana Cauce Libros comenzará a distribuirlo en el país.
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