Un mural para visibilizar y luchar
Con una rica merienda y buena música, las organizaciones que trabajan con y para las personas con discapacidad, llevaron adelante una interesante actividad en la Laguna Don Tomás. Para visibilizar su lucha en la implementación de la Ley de Emergencia en Discapacidad (Ley 27.793), cosieron un mural que será mostrado en distintas instituciones de la ciudad.
El encuentro se desarrolló ayer a la tarde en el predio de la Laguna. En el lugar había personas que ensamblaron el mural de tela inclusivo y colectivo. El mismo tenía distintas leyendas que daban cuenta de la lucha que llevan adelante las organizaciones y las familias. “Incluir no es dejar pasar, es dar la bienvenida”, decía una de ellas. También había muchas manos pintadas de distintos colores.
Ley.
En diálogo con LA ARENA, la directora del Centro Educativo Terapéutico Crianza, Daniela Viglianco, contó que la actividad se enmarca en el Día Internacional de las Personas con Discapacidad -que se conmemora cada 3 de diciembre-. “Nos juntamos la gran mayoría de las organizaciones que trabajamos con y para las personas con discapacidad porque estamos luchando por la Ley de Emergencia en Discapacidad. Queríamos estar presentes más que nunca”, subrayó. Hoy terminarán el mural en la sede de crianza, en Santiago Alvarez 1.513, y realizarán una charla sobre inteligencia artificial y discapacidad.
Viglianco explicó que en el centro educativo-terapéutico realizan distintas actividades y cuentan con un equipo de profesionales completo. “Aproximadamente asisten 75 personas, desde los siete años en adelante”, comentó y sostuvo que están trabajando “para brindar el servicio con la mejor calidad posible a pesar de la situación que estamos viviendo como prestadores, que está complicada”. Indicó que “no hay una actualización de los aranceles, como estaba previsto con la Ley de Emergencia. Hacemos malabares para no resentir la calidad en la atención”.
Por su parte, el administrador del Hogar Adis, León Podestá contó que las personas que viven en el lugar asisten a los espacios terapéuticos, como Crianza. “Actualmente, viven 15 personas en el hogar, es un número bajo en comparación con otras instituciones, a pesar de ser Categoría A, que es la más alta. También hay profesionales. No somos un gran hogar, no tenemos una gran cantidad de personas, pero tenemos el servicio más concentrado”, relató y contó que allí viven personas que “no tienen familia o que sí tienen familia, pero no las pueden contener por distintas situaciones y requieren una ayuda de nuestro equipo”.
Podestá sostuvo que les “afecta mucho” que no se cumpla la ley. “En febrero empezamos con un negativo”, afirmó y recordó que “en 2023 contábamos con más personas, teníamos más acompañantes terapéuticos. Ahora podemos sostener este servicio, que sigue siendo de calidad gracias al aporte de algunas instituciones, como el Casino Club, la Fundación del Banco de la Pampa y algunos aportes de la sociedad. Si no, nuestro servicio no podría sostenerse con lo que están pagando”.
Incluso con el aumento que se propone a instituciones con 13 personas, “seguiría en negativo”, aseguró el administrador del hogar y señaló que estarían “muy ajustados”. Es por ello la importancia de la colaboración de otras instituciones.
Al borde del colapso.
La directora de Crianza expresó que la situación actual la sorprende. “Si bien el nomenclador está bastante por debajo de lo que era en su momento la inflación, ahora estamos hablando de una no actualización desde diciembre de 2024. Es un montón. La inflación es menor, pero todo ha ido aumentando y estamos al borde de colapso”. Viglianco aseguró que la situación también es crítica para las familias. “Si un hogar como Adis no existiera, ¿qué pasaría con estas personas?”, se preguntó.
Al ser consultados sobre la relación con la Dirección Provincial de Discapacidad, Podestá manifestó: “Hemos tenido algunos diálogos y esperamos más respuestas por parte del Gobierno porque está haciendo falta. Somos una ONG y necesitamos que los ingresos puedan cubrir los costos de servicios reales porque no tenemos una barrera socioeconómica. Alguna familias tienen un bajo poder adquisitivo y no podrían afrontar estos costos que no se están cubriendo por parte del Estado nacional”.
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