Un premio para el momento más exacto

El artista santarroseño Mario Fiorucci sigue sumando satisfacciones, porque ahora acaba de ganar la decimotercera Copa de la Federación Argentina de Fotografías. Realizado el juzgamiento –cada autor enviaba una colección de seis fotos de tema libre-, que estuvo a cargo de ocho jurados de distinta nacionalidad, el fotógrafo pampeano que representa al Foto Club Córdoba se impuso con 350 puntos.

El jurado internacional estuvo integrado por Carlos Gandara (Brasil), Hernán Jaramillo (Colombia), Rafael Sánchez (República Dominicana), Nicolás Disalvo (Argentina), Rubén Nasillo (Argentina), Carmen Stoiber (Chile) y Montse González (España).

El calendario de la Federación Argentina de Fotografía comprende dos pruebas individuales importantes: el Salón “Condor” que se realiza en marzo y premia la mejor foto individual dividido en varias categorías, como Color, Naturaleza, Monocromo, Periodística; y la Copa FAF Autores, que distingue a la mejor colección de 6 fotos de un autor con temática libre.

La colección presentada para esta última prueba por Fiorucci estuvo compuesta por cinco fotografías macros de distintos insectos: mantis religiosas en copula sobre rama de romero; cascarudo tortuga posando sobre una campanilla morada; langosta común posada en una salvia leucantha; mantis religiosa sobre flor del limpiatubo; abeja sobre una flor de la asclepia; y un benteveo con una mojarrita en el pico.

Cabe recordar que apenas unos meses atrás una obra del mismo Fiorucci se adjudicó una de las tres medallas de oro que premiaban los mejores trabajos que se presentaron en el Salón Internacional de la “Peña Rosarina”. El pampeano ganó con la toma “Potrerita”, donde se puede ver una “vaquita de San Antonio” posada sobre una campanilla morada.

Además en el Salón Cóndor, en categoría Naturaleza, dos fotos de su autoría quedaron entre las seis primeras (medallas), menciones de las que luego se elige el premio principal que esta vez ganó Camilo Berlinghieri de Junín. Por potra parte Fiorucci tuvo la satisfacción de ganar el “Cóndor” en 2010.

Con posterioridad Mario envió a Rosario las mismas fotos, consiguiendo en esa oportunidad un importante galardón. “Tuve la suerte que en dos semanas se premiara dos veces la misma foto. Está sacada en Potrero de Garay (Córdoba), en el patio de la casa donde vive mi hermano. Y como se puede ver es una especie de vaquita gigante que está parada sobre una campanilla morada”.

En el patio.

Fiorucci, al hablar de los escenarios donde obtiene sus fotografías, dijo que “se centra desde hace años en el patio de mi casa. No puedo hacerlo de otra cosa por un problema de locomoción, aunque antes podía apostarme en un bebedero, o en cualquier lugar y esperar un animal, o un pájaro… Pero lo bueno es que este año me toca competir con fotógrafos de todo el mundo y de todos los escenarios. Y para mí es una enorme satisfacción”, expresó.

Fiorucci ha tenido serias dificultades en sus extremidades inferiores, porque tuvo que superar nada menos que siete operaciones de cadera –la última en 2022--, y alguna otra en un tobillo.

Casado con Graciela González, tienen tres hijos: Renata que hoy está viviendo en Madrid; y Camila y Gaspar que lo hacen en Capital Federal.

Muchos no saben que Mario es hijo de Mario Pablo -productor agropecuario-, que falleció cuando él tenía solo 8 años, y que “fue intendente de Santa Rosa en tiempos que gobernaba Arturo Frondizi, y en La Pampa Ismael Amit...". Hoy, una calle de la ciudad lleva su nombre.

"Todos los Fiorucci, más cerca o más lejos, somos parientes en la provincia", cuenta. Su mamá, fallecida en 2007, era Pikú Fiorucci, y eran en total cinco hermanos, porque además de Mario están Norma, Edith, Susana y Rubén.

No todos tienen la dimensión de quién es Mario Fiorucci. Una de esas personas que, con un bajo perfil, se reveló como alguien muy capacitado para distintas cosas. Ha sido campeón pampeano de ajedrez, reconocido por su talento en el manejo de los trebejos.

Voraz lector de Borges y García Marquez, también ha hecho su aporte literario “cuando vino la inspiración” –acotó-, lo que lo llevó a escribir cuentos. Y es también artesano de pequeñas cosas y ahora notable fotógrafo que gana premios y distinciones en diversos concursos.

Por qué fotógrafo.

“Es un hobby hermoso, al que me vinculé porque era amigo de la familia de Pian (“El Gringo” fue destacadísimo fotógrafo de La Arena). En 2007 se compró la primera cámara digital, una Nikon básica, y en 2008 la Canon que tengo ahora, con la que saco de todo: escenas de la calle, deportes, postales blanco y negro... todo pampeano. Participo en concursos en España sobre paisajes, y allí también me ha tocado ganar”. Y muestra en la computadora una postal fantástica: el cielo rojo de un atardecer en la ruta 35, a la altura del bajo Giuliani, y al fondo una hilera de caldenes. Es minimalista, y el cielo que se ve es increíble”, define.

“¿Por qué la fotografía? Es la diferencia con el que caza… yo disparo mi máquina y capturo al animal, y sigue vivo”, sonríe con la explicación.