Sabado 24 de mayo 2025

Una emblemática voz de la radio

Redacción 09/06/2024 - 00.55.hs

La radio tiene plena vigencia y todo indica que será así por mucho tiempo más. En nuestra ciudad hubo emisoras, programas y voces que perduran en el recuerdo como icónicas de una época que fue hermosa.

 

MARIO VEGA

 

Este viernes que pasó los periodistas celebraron su día… Hubo saludos, felicitaciones, y no faltaron deseos de que fuera esa una linda jornada para quienes desarrollan la actividad. Hubo encuentros –en algunos casos en un marco celebratorio-, y también reflexiones sobre el momento de las comunicaciones... y los comunicadores.

 

Y así, charlando se repasaron sucesos, se habló de los distintos medios y su importancia y vigencia en la sociedad. Y además hubo lugar para las anécdotas y rememorar a distintos personajes que estaban ligados de una manera u otra a este metier.

 

Todo cambia.

 

Con algunos años trabajando en este oficio puedo recordar momentos que –por razones obvias- los más jóvenes (que son muchos) pueden conocer sólo por mentas. Todo cambió tanto como la tecnología que los nuevos tiempos fueron imponiendo, y ciertamente los periodistas más noveles disponen ahora de muchos espacios para manifestarse. En distintas maneras y plataformas que no son precisamente las tradicionales que van dando a nuevas formas de comunicación.

 

Pero todavía y aún con los cambios que fueron llegando hay medios de comunicación que en algunos casos tomando las nuevas técnicas para actualizarse o modernizarse, siguen vigentes. Y es el caso de la radio que creo está plena, fuerte y viva. Porque cabe recordar que cuando apareció la televisión no faltaron los que creyeron que entraría en un plano terminal. Y eso no sucedió.

 

Era muy distinto.

 

En esta etapa de mi tarea en los medios a veces se me da por recordar los buenos viejos tiempos, y no puedo dejar de comparar. Era distinto, bien distinto. Simplemente porque cambió la vida. Nada más ni nada menos.

 

Y cuando hago ese repaso me aparecen nombres que alguna vez fueron distinguidos de manera especial en nuestra sociedad. Gente que tuvo que ver con el periodismo escrito, radial o televisivo.

 

Los escribas a lo mejor un poco menos conocidos por el gran público, pero los de la radio o la televisión –sin llegar a ser estrellas porque no daba para eso- eran más populares. Me parece que era así; y en todo caso es nada más que una opinión (se aceptan otras).

 

Tiempos de radio.

 

Yendo específicamente a la radio hubo voces que tenían el reconocimiento de la gente. Por su tono, por la cadencia en el decir, y por la habitualidad conque se las escuchaba.

 

Y eso ocurre aún hoy con quienes se ponen todos los días frente a un micrófono. Y supongo debe ser reconfortante que alguien escuche una voz en la calle, en la cola de un súper, o cargando nafta, y que se lo reconozca. Eso sucede, y los que hacen radio lo saben. Pero todo pasa… Un día se deja la actividad por el motivo que fuere, y si es una persona que se creyó el cuento de la popularidad tal vez lo sufra.

 

Otros y otras quizás no, y en todo caso serán de aquellos/as que admitan con naturalidad eso de que la fama es puro cuento.

 

Marcaron época.

 

Se me vienen a la mente tantos nombres… Hombres y mujeres que marcaron época –en medios gráficos, en la radio y la tevé-, y que no todos deben conocer. A veces andando la ciudad me suelo cruzar con dos personas que mucho han tenido que ver con eso de las comunicaciones: Mario Boschi e Irma Rodríguez, dos icónicas personas de los medios.

 

Ella fue destacada informativista en Canal 3; y él una voz inconfundible de los años ‘70, en radio y televisión.

 

Desde hace tiempo pensé que ambos merecían una nota que recuerde lo que hicieron, y aunque Irma declinó “por ahora” Mario sí aceptó el convite. Y es un gusto…

 

Una voz radial.

 

Para los que tienen algunos años el hombre no necesita presentación, pero para quienes tienen menos edad cabe decir que Mario Boschi es un emblemático hombre de los medios, y sobre todo de la radio. Aunque Canal 3 supo contar varios años con su privilegiada voz para decir las publicidades o avisos institucionales.

 

Pero es en la radio donde mayores huellas dejó, aunque su recorrido por allí no haya sido tan extenso.

 

De Córdoba a Santa Rosa.

 

Nacido en Córdoba capital, Reinaldo Mario Boschi (73), llegó a los 16 años a Santa Rosa y se quedó para siempre. Hijo de Alfredo Dolores y de Delia María, son tres hermanos –”soy el del medio”, aclara--, Esmeralda Noemí y Ricardo Ceferino. Tiene cinco hijos: Gisela, Soledad, Nicolás, Eliana y María Emilia; y también dos nietos, Ignacio y Lucio que son mellizos.

 

“Iba al secundario ‘Gerónimo Luis de Cabrera’ (en La Cañada), y había hecho una experiencia en la Radio Municipal de Córdoba (hoy desaparecida). Un día decidí probar de venir a Santa Rosa, donde tenía a un tío soltero, Orlando Azorín, que trabajaba en la Junta Nacional de Granos.

 

Programador en Radio Nacional.

 

“Era 1967, pedí el pase y terminé el secundario en el Colegio Comercial en Santa Rosa. Fue una promoción en la que estaban entre otros El Flaco Mina, ‘El Abuelo’ Bravo, Moronta, una chica Garello que se recibió de contadora y ahora vive en Mendoza, Estela Vleck, Rita Jensen… Cuando terminé me decidí a empezar el profesorado de Matemática y Química en la Universidad Nacional de La Pampa. Pero enseguida nomás empecé a trabajar en Radio Nacional en la parte de programación. Me sirvió el antecedente de haber hecho lo mismo en la radio en Córdoba…”, rememora.

 

De Nacional a LU33.

 

Eran tiempos en Radio Nacional Santa Rosa “de Ricardo Peralta como director, Mario Galdín jefe de Programación; y estaban Abel Del Viso, Lidé Rodríguez, Luis Miguens, Milton Rulli, Julio Heredia, Sifredo de Petris, Lorenzo Marín, Félix Domínguez Alcaraz… Al tiempo, en 1970 se inauguró LU33, y allí fueron a trabajar los que eran dueños de propaladoras: Armando López, Guillermo Fernández, Antonio Goncálvez. Yo entré como encargado de Programación, y también participaba en el Informativo”, indica Boschi.

 

Por supuesto en ese momento LU33 Emisora Pampeana era un verdadero éxito. Llegando a todos los confines de la provincia como radio AM, su programación y sus locutores y periodistas pasaron a ser –quizás impensadamente- verdaderas “figuritas” del ambiente periodístico y también referentes para mucha gente.

 

Años fantásticos.

 

Y entre ellos ese hombre de la voz que sonaba como un trueno. Si bien había otras muy buenas en “Eleú”, la de Mario era inconfundible. Fueron momentos gloriosos para la emisora que eclipsó por años a Nacional, con programación de lo más variada durante todo el día. Y él lo recuerda en la charla: “En un tiempo hacía un programa de música beat” (plena euforia por Los Beatles), pero “también uno al mediodía que era un verdadero éxito, auspiciado por Supermercados Luro y el Centro Mayorista… Y por las tardes sumaba otro que se llamaba ‘Discoteca LU’… me tocaba recibir los discos de todos los sellos de esa época, como RCA Víctor, Phillips, Columbia… Por otra parte se hacía un gran trabajo porque todos los programas eran libreteados por Eduardo Ferma”.

 

En esos primeros años de LU33 se destacaban otros envíos como “El discotecario de la tarde”, “El remolino loco de las 10”, que hacía Mario con ese flaco talentoso que era Roberto Ramonda… “Era genial, pero tenía el problema para despertarlo, así que más de una vez me tocaba ir a levantarlo para que vaya a la radio”, recuerda Boschi con una sonrisa.

 

La colimba.

 

Cuando en esos momentos fue sorteado para el Servicio Militar a Mario le tocó el 999. “¡Increíble! Uno más y era el triple cero y me salvaba… pero no, así que me incorporé al Batallón 3 de Infantería de Marina en La Plata. Lo único es que en vez de dos años justo se cambió y me tocaron 16 meses”, dice. Hizo la colimba a los 22 años… había pedido prórroga porque –como se dijo- cursaba en la Universidad.

 

Mario a Madrid.

 

La baja en el Servicio Militar iba a ser el comienzo de un cambio radical en su vida. “Resulta que me había anotado para hacer un curso en la Escuela Oficial de Radiodifusión de España, y fui becado para ir seis meses a Madrid”, evocó. Sería “una experiencia extraordinaria, sobre todo en el área de programación y mantenimiento técnico de control”. Regresó “asombrado por las plantas transmisoras que en España se ubicaban en las sierras con antenas orientadas, que permitía que las transmisiones llegaran a todo el mundo, a Asia, África, Sudamérica… era el súmum de la radiodifusión”.

 

El regreso al país.

 

Se había decidido a volver –aunque en algún momento estuvo a punto de posponerlo- porque había asumido Juan Domingo Perón, quien proyectaba una reforma del espectro de radiodifusión en la Argentina donde todo estaba por hacerse… “Como sería que las radios de Chile entraban a nuestra provincia como si nada, y así pasaba en todas las fronteras. Me entusiasmó ese proyecto porque con lo aprendido me parecía que era una oportunidad para mí, pero al morir Perón todo quedó en nada. Nadie se ocupó más del tema”, lamentó.

 

LU33, “un golazo”.

 

Siguió trabajando en Canal 3 y también en Emisora Pampeana haciendo locución… “La verdad que ganaba bien. Tanto que me permitió comprar un Citroen 0 kilómetro en Casa Lordi, que en ese tiempo era el que los traía. Así podía ir por los pueblos y vender publicidad, que también era una renta interesante”, reconoció.

 

Es que LU33 era “un verdadero golazo. Llegaba donde no podían otras radios, y se vendía muchísimo. Te cuento –agrega-, el Club Los Ranqueles de Cayupán de Catriló hacía un único baile en el año que promocionaba a través de Emisora Pampeana. Y era tal el éxito que una noche llegó a sortear tres autos 0 km. con la entrada”.

 

Nace Radio “El Sol”.

 

Más tarde, cuando Román Molín fue designado delegado de la Comisión Nacional de Comunicaciones en La Pampa, Boschi consiguió un permiso precario, provisorio para poner la radio “El Sol”.

 

Esa iniciativa alcanzaría una gran trascendencia en el espectro radiofónico local. Fue el auge de las FM –había ocho en ese momento-, y “El Sol” iba a ganar un importante espacio, sobre todo a partir de un programa matutino que se imponía a otros envíos del mismo horario.

 

Se conformó un equipo de gente joven, con muchas ganas de hacer periodismo radial. Juan Carlos Vega (p) -¡cuándo no!- empezó con sus programas deportivos, y de su mano llegó Mario Ziaurriz, y más tarde se sumaron otras voces y voluntades.

 

Un grupo con inquietudes.

 

En una casa ubicada frente a la Villa Don Bosco, sobre calle Chile, empezó a funcionar “El Sol”. Mario le abrió las puertas a un grupo de nóveles periodistas que encontraron un equipamiento que aseguraba –lo cuentan ellos mismos- pureza técnica porque aún sin grandes disponibilidades de espacio la radio sonaba bien. “El transmisor era bueno, había fidelidad, los micrófonos estaban calibrados, nuestras voces salían bien, la música salía de la mejor manera... ¡Sí, la radio sonaba muy bien”, ratifica casi tres décadas más tarde Carlos Mateu.

 

Aquel equipo.

 

Estaban en ese equipo el actual conductor de “El aire de la mañana” que va por Radio Noticias; Luis Díaz, Mario Ziaurriz; Héctor Esquisatti, Carina Stefanazzi; y en el control operaba un “pibito”, Leo Santos, que entonces tenía nada más que 15 años. Algunos creen que aquello fue “el germen” de “El aire de la mañana”, el envío que desde hace años va por la emisora de LA ARENA.

 

Otros periodistas que hacían sus cosas en “El Sol” eran “Chiche” Moretti, Miguel Loggia y Cristina Pedrazza.

 

“Tuve problemas”.

 

Pero la experiencia iba a durar unos pocos años… “Yo estaba con algunos problemas personales y no se pudo seguir”, relata hoy Mario.

 

Habla siempre muy tranquilo, sin cambiar demasiado el tono, y por eso no es fácil percibir si le quedó alguna pena –entiendo que así debió ser- porque se frustró un proyecto que se había impuesto entre la audiencia santarroseña. “Problemas…”, dijo. Y lo dejó ahí.

 

¿Y después? “Bueno… lo que hago ahora: prestar servicios relacionados con la electrónica y las comunicaciones, reparación y mantenimiento de equipos… Lo hago en algunos pueblos, y también en campos. Y bien, tranquilo”, sostiene.

 

Mario no obstante haberse alejado de los medios, cada tanto es saludado por alguien en esas caminatas que con habitualidad –”razones de salud”, aduce- realiza con Irma. “Es verdad, a veces nos saluda gente que nos reconoce… y es lindo, pero aquello ya pasó”, acota sereno.

 

El presente.

 

Decía antes que a algunos/as puede afectarlos no gozar de esa cierta popularidad que en algún momento tuvieron. No es el caso de Mario Boschi, que ni siquiera conserva una foto de aquellos buenos tiempos.

 

Sonríe y admite que es así. “No guardé nada… hoy sigo con lo mío que por supuesto tiene que ver con la comunicación, pero en otros matices”, puntualiza.

 

En el final de la charla le pregunto si quiere decir algo más, y es el único momento en que –me pareció- le tembló un poco la voz… “No, sólo que estoy bien… ¡Y que quiero mucho a todos mis hijos!”. Y se quedó callado.

 

Fue una voz icónica de los medios, aportó lo suyo pero nunca se la creyó. Ese es Mario Boschi, el que camina cada tarde con Irma, y que sólo alguno que otro reconoce. Pero eso a él no le importa, porque es de los que creen que al final la fama es puro cuento...

 

Aquella magia de hacer radio.

 

Por la FM “El Sol” pasaron muchos periodistas, y también locutores, que luego seguirían vinculados a la actividad radial.

 

Ya se dijo que en las mañanas de 1991 y un poco más acá, un programa llamaba la atención de la audiencia santarroseña.

 

Carlos Mateu, desde hace años conductor de “El aire de la mañana” por Radio Noticias, recuerda aquello: “En mi vida profesional fue Mario Boschi el que me abrió las puertas, el que contuvo a ese grupo y puso los fierros a disposición. Teníamos todas las ganas y éramos jóvenes irreverentes. Cada cual asumía un rol siempre con criterio periodístico… Y sí, creo que fue el germen del programa que hoy conduzco en Radio Noticias”, sostiene.

 

“Extraño mucho aquella magia que tenía hacer radio ahí… Mario siempre tenía una idea, de seguir inventando, de ser protagonistas. Y sí, éramos muy escuchados en ese tiempo”, cerró.

 

“En mi corazón”.

 

Carina Stefanazzi, hoy compañera en LA ARENA, era poco más que una adolescente cuando llegó a “El Sol”. “Mario e Irma quisieron que hiciera locución”, contó.

 

Destacó de los dos que “son personas excelentes, maravillosas, con mucha sabiduría y experiencia y me brindaron todo… Cada día era un aprendizaje y fui tomando esa enseñanza desde el amor. Tengo los mejores recuerdos de ambos, y lamento dejar para mañana y para mañana el volver a verlos… Es una cuenta pendiente, pero a Mario y a Irma los tengo en mi corazón”, cerró.

 

“Un tipo enorme”.

 

Otro que dijo lo suyo fue Luis Díaz (luego en LA ARENA y Canal 3). “Hablar de Mario me lleva a un lindo recuerdo. Fue una riquísima experiencia; y detrás de todo estaba Mario”.

 

“Un tipo enorme, generoso, y al mismo tiempo serio, responsable y comprometido con su radio y con nosotros como equipo. Fue una temporada vertiginosa en la que aprendimos y crecimos un montón, y ahí pasamos de cierto amateurismo a una etapa más profesional. Nos quedó después una gran amistad, sobre todo con Mateu y con Ziaurriz. Es un tiempo inolvidable”, completó.

 

Mario Boschi señaló en el final: “Agradezco a todos los que permitieron con su participación y trabajo la concreción de ese sueño que se hizo realidad”.

 

Y destacó “especialmente, de todo corazón, a una persona que con su labor de periodista, locutora y docente, tuvo mucho que ver en el armado y puesta en el aire de ‘El Sol’. Es Irma Rodríguez, mi esposa y compañera de vida. Y gracias a todos por este hermoso recuerdo de “FM El Sol, la radio con vida’. Gracias”, concluyó.

 

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