Una aventura que se vive sobre rieles
Un grupo de ferroviarios cruzan seis provincias para promover el regreso del tren de pasajeros a los pueblos. Viajan en dos zorras de vías de la década del '50. Ayer arribaron a esta ciudad y fueron recibidos por las autoridades locales.
(General Pico) A las 10.20 de la mañana, dos luces asomaron por las vías del ferrocarril, mientras un puñado de piquenses, parados al borde del andén de la Estación de Trenes, giraba sus cabezas hacia un mismo lado. Entre sus manos, tenían el boleto simbólico para viajar en "clase única" y ser parte de la "Travesía Ferroviaria Regional 2008", que une en zorras de vías a seis provincias y unos 30 pueblos.
Muchos kilómetros.
Mientras el viento sacudía los árboles, a marcha lenta se acercaron las dos zorras y sus tripulantes, con sus cascos naranjas en la cabeza y el alma ferroviaria metida en el cuerpo. Un aplauso cálido, respetuoso, los recibió en la Estación de General Pico, lugar al que minutos antes había llegado el grupo de apoyo de los aventureros, que se proponen recorrer 1.500 kilómetros para llevar un único mensaje: que regrese el tren de pasajeros.
En una de las zorras, la denominada "Coronel Falcón", arribaron Iván Juárez y Cesar Guillén -ferroviarios y motores de la iniciativa-, con sus caras curtidas por el viento pampeano. Atrás de ellos, cuatro integrantes más de la travesía, montados en la zorra de vía "Guatraché", con la bandera argentina flameando.
Los dos equipos fabricados en 1950 y acondicionado para el viaje, detuvieron sus motores y sus tripulantes recibieron el abrazo sincero de la concurrencia. El intendente a cargo, Juan José Rainone, junto a funcionarios y ex ferroviarios hicieron sonar la campana de la memoria, cuando en sus palabras recordaron cómo la ciudad se movilizaba en torno al tren de pasajeros.
Un "hecho cultural".
Los asientos de madera, el resoplido de la locomotora, la espera en los andenes fueron parte de los breves discursos. Rainone definió al tren como "un espacio social", al detallar que cada relato que se compartía en los vagones y el intercambio de experiencias de vida durante los viajes conformaban un "hecho cultural".
Los integrantes de la movida ferroviaria habían partido el viernes del puerto de Ingeniero White, en Bahía Blanca, y se proponen cruzar las provincias de La Pampa, Córdoba, San Luis, Mendoza y San Juan. De esta manera, quieren rememorar el viaje del tren El Sanjuanino, que dejó de circular en la década del '80.
El proyecto tiene antecedentes: en febrero del 2007 y con dos de estos móviles ferroviarios auxiliares, se unieron los puertos de Ingeniero White y Talcahuano, en Chile, con el objeto de difundir las ventajas y beneficios del uso del tren. Se estima que la travesía demandará 12 días y finalizará en la Estación Albardón, cerca de la Cordillera de los Andes, en la provincia de San Juan.
Un libro.
Con el grupo de emprendores, integrado por 16 personas, viaja el sociólogo Nicolás Dammin, quien acopia las experiencias, que después serán parte de un libro y un documental. Este material explicará de qué manera se pudieron cruzar llanuras, desiertos y sierras de la Argentina en dos zorras de vías, que tienen casi 60 años de antigüedad.
Recuperar los ferrocarriles no es sólo un "desafío intelectual", sino "político", señaló Dammin. "Nosotros sumamos nuestro aporte desde la travesía, con distintas actividades, como talleres literarios, una tarea que quizás sirva para futuras luchas", dijo.
Después de las palabras, los abrazos y el intercambio de gentilezas, los aventureros partieron hacia la localidad de Huinca Renancó, próxima parada en la provincia de Córdoba. Los cascos naranjas se alejaron despacio en el horizonte, mientras en los andenes quedaba la nostalgia de un tiempo en que los habitantes de ciudades y pueblos vivían al ritmo del soplido del vapor de la locomotora.
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