García: "Mal aplicados, los plaguicidas son peligrosos"
(Winifreda/Corresponsal)
Invitado por la Municipalidad de Winifreda, el ingeniero agrónomo Fernando García, de la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional de La Pampa, ofreció el martes una interesante charla sobre manejo de agroquímicos en el Concejo Deliberante local.
La disertación del especialista fue seguidamente atentamente por la intendenta Marta Berg, concejales de ambos bloques (Frepam y PJ), docentes, representantes de instituciones y una ingeniera agrónoma de esta localidad que trabaja como asesora fitosanitaria para un fumigador.
"Hacer una actividad de este tipo es devolverle a la sociedad lo que recibimos de ella en cuanto a nuestra formación profesional en la universidad estatal, pública, gratuita y laica", expresó García en diálogo con LA ARENA.
"Presentamos algunos puntos de vista polémicos sobre un fenómeno que nos compete a todos como es la utilización de plaguicidas", explicó en referencia al contenido de su exposición.
"Lo que pretendimos desarrollar en la charla es que los plaguicidas son elementos peligrosos y mucho más peligrosos si son mal utilizados, en contra de determinadas prescripciones técnicas y mal aplicados. Frente a ese peligro potencial que resultan los plaguicidas tenemos disponibles una serie de instrumentos y prácticas que nos permiten trabajarlos mejor para minimizar los riesgos de esos productos tóxicos, frente a los cuales tenemos que estar alertas", agregó.
Cuidados.
Las personas que trabajan en el campo con estos productos deben manipularlos usando equipos protectores adecuados como guantes, ropa especial, respiradores, antiparras protectoras, siguiendo las recomendaciones de las etiquetas de los envases y adquiriendo fundamentalmente conocimientos.
"Esto se resuelve únicamente desde la perspectiva de la educación, no tiene sentido la situación punitiva aunque debo reconocer que en los países de Europa hay reglamentaciones y legislaciones mucho más exigentes que las que tenemos en el país. Este es un tema que nos compete a todos y fundamentalmente a localidades pequeñas como Winifreda, la cual tiene mucho más contacto con los plaguicidas y seguramente toda la economía de la ciudad está fundada principalmente en la actividad agropecuaria, por lo tanto, todos sus habitantes están expuestos de alguna manera a este tipo de productos", afirmó.
"Romperse".
En cuanto a los bidones, la medida de seguridad más elemental es el triple lavado y el desecho debe volcarse en el tanque de la pulverizadora. "Los envases deben romperse y no pueden ser reutilizados. Es hora de ir pensando en algún sistema de acopio de bidones y reutilización de los mismos para la fabricación de postes y ladrillos, actividades que requieren otro tipo de organización", planteó.
La ley de agroquímicos 1173 determina que a partir de la última línea de edificación de un pueblo o ciudad 500 metros más adelante se pueden hacer aplicaciones terrestres y los pilotos de avión fumigador no pueden sobrevolar las zonas urbanas a más de 1.500 metros de esa línea.
Al respecto, García acordó con que existan franjas de seguridad, pero se preguntó qué van hacer los productores cuyos campos están ubicados a menos distancia de la que marca la normativa.
"Todo pasa por la responsabilidad de los actores en el proceso de aplicación de plaguicidas (contratistas e ingenieros agrónomos) para que la aplicación sea lo menos contaminante posible. Pueden estar aplicando a menos de 500 metros y trabajando bien, nadie va a recibir la deriva de un plaguicida. Pueden estar trabajando a más de 500 metros y estar haciendo un verdadero desastre", finalizó.
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