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Miércoles 31 de diciembre 2025

Medusas gigantes invadieron una playa argentina

Foto: Nicolás Battini (CONICET)

Cuando llegaron los primeros veraneantes de la temporada a la costa de Puerto Madryn, provincia de Chubut, se encontraron con una visita inesperada: centenares de medusas que obligaron a extremar las precauciones de los bañistas  y a estar atentos para evitar picaduras molestas y dolorosas.

 

Una importante cantidad de medusas (también conocidas como aguavivas) de gran tamaño aparecieron durante los últimos días en la costa de Puerto Madryn, lo que generó temor entre vecinos y turistas. Según explicaron, el fenómeno no se registraba desde hace 17 años y esperan su presencia por algunas semanas más.

 

“Este fenómeno de floración no se da todos los años. En ciertos veranos sí, en ciertos veranos no”, explicó Pedro Barón, biólogo del Laboratorio de Oceanografía del Cenpat-Conicet. Parecería que este es uno de los veranos excepcionales y que sí sucedería el fenómeno.

 

“El año pasado hubo una cantidad interesante de medusas, pero por lo que venimos muestreando, este año aparentemente la densidad es mayor que la del año anterior", indicó el científico.

 

La especie que durante el último fin de semana se amontonó en las orillas de Puerto Madryn es la llamada Chrysaora plocamia, una de las más grandes de las que habitan el Golfo Nuevo. Si bien el contacto con su veneno puede generar ardor, el investigador aclaró que no es de las más peligrosas.

 

“Tiene filamentos con células urticantes que liberan un veneno para capturar presas. Produce escozor y molestia, pero no quemaduras severas como otras especies”, indicó en La Mañana de Neuquén.

 

Cuando se produce contacto directo de los tentáculos con la piel puede generar algunos daños ya que están provistos de células urticantes. Sin embargo, sus toxinas no son letales. Generan ardor y en algunos casos inflamación en la zona afectada.

 

Otros veranos con muchas medusas

 

Barón subrayó que la Chrysaora plocamia es una especie común en el Golfo Nuevo, registrada científicamente desde la década del 70 del siglo pasado, y recordó tres ocasiones anteriores en las que la playa madrynense se llenó de “aguas vivas” como éstas. “Hubo floraciones importantes en 1978, 1998 y entre 2000 y 2001, cuando incluso llenaron las playas”, dijo

 

Las medusas tienen un ciclo de vida anual que alterna dos fases: una microscópica, llamada pólipo, que se fija al sustrato durante el otoño e invierno, y otra macroscópica, la medusa propiamente dicha, que predomina en primavera y verano.

 

“Generalmente aparecen en grandes cantidades en diciembre y el pico se da en enero o febrero. A partir de abril ya no se las ve en la costa”, detalló Barón.

 

Las floraciones como la que se produjo en esta oportunidad en Chubut se dan cuando hay abundancia de alimento, especialmente en la etapa larval. “Si las condiciones son favorables, sobreviven muchas larvas, crecen rápido y explotan el ambiente. Son lo que llamamos estrategas: organismos de vida corta, reproducción rápida y recambio generacional veloz”.

 

“Las medusas se alimentan de plancton. En años donde hay mucho plancton, sobreviven muchas más larvas y se forman poblaciones muy densas, como las que estamos viendo ahora”, añadió.

 

Las medusas 

 

En un artículo científico publicado en la página oficial del CONICET indicaron que las medusas son animales muy simples, que tienen pocos músculos por lo que se mueven poco, aunque son llevados por las corrientes marinas y por los vientos superficiales. En épocas de primavera, o cuando el agua está más cálida, hay crecimientos de estas poblaciones de invertebrados marinos, que se reproducen cuando la temperatura está más alta.

 

Asimismo, advirtieron que no deben tocarse, especialmente los filamentos de los tentáculos, ya que es en esa parte donde se encuentran las células urticantes llamadas nematocistos. Son unas células que tienen una especie de flechitas adentro que cuando hacen contacto con lo que en general son presas, disparan esas flechitas y se las insertan en el cuerpo de la presa. En el caso de los humanos, como somos animales grandes, no nos hace gran efecto, pero puede producir un fuerte ardor.

 

Son animales que viven en alta mar, pueden ser arrastrados por el viento hacia la costa y luego de un tiempo de exposición al sol durante las mareas bajas, terminan secándose y muriendo. De todas manera se recomienda no tocarlas y, en caso de hacerlo, solo por la parte dorsal del disco.

 

¿Qué hacer en el caso de picadura de medusa?

 

En el caso de sufrir la picadura de una medusa, recomiendan salir inmediatamente del agua, retirar los filamentos con un objeto (que no sea la mano), enjuagar con agua de mar, aplicar frío o vinagre diluido y, de ser posible, consultar a un médico. También se puede sumergir la lesión en vinagre doméstico entre 15 a 30 minutos o aplicar una pasta de bicarbonato de sodio o cremas (las que pueden usarse son cremas con hidrocortisona, como Hipoglós o Demacort, para aliviar la inflamación).

 

“No hay que tenerles miedo, pero sí respeto y precaución. Son parte del sistema marino y su presencia responde a procesos naturales que se repiten desde hace décadas”, completó Pedro Barón.

 

El entorno natural

 

La presencia de medusas en las playas de Puerto Madryn es también un recordatorio de la riqueza del ecosistema marino patagónico. No implica la suspensión de actividades recreativas, sino la necesidad de adoptar cuidados básicos para convivir con la fauna local.

 

Informarse, respetar el entorno y seguir las indicaciones de seguridad permite disfrutar del mar de manera responsable, incluso cuando la naturaleza se manifiesta con mayor intensidad.

 

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