«Nosotros no endeudamos al país»
María Luz Alonso, «Luchy», es la precandidata a senadora nacional por el Partido Justicialista pampeano. Diez años después de haber sido elegida la diputada nacional más joven del país con 25 años, hoy se ve como una mujer con más aplomo, más tranquila y «mejor parada sobre la tierra».
«Pasaron 10 años con muchos aprendizajes. Los años y la experiencia de vida te van amoldando en carácter, y hay cambios físicos también, ya no puedo llegar de Buenos Aires en auto y tener tres reuniones seguidas como hace 10 años», aseguró en una nota con LA ARENA.
Se define como «una chica de Victorica, que fue a la escuela pública, hice la primaria y la secundaria en el pueblo, y en el 2004, como tantos jóvenes de la provincia decidió estudiar una carrera que no estaba acá en La Pampa, Licenciatura en Economía y me fui a estudiar a Buenos Aires». En esa línea, se muestra orgullosa de «haber hecho toda mi formación en la educación pública, y estoy agradecida a eso, porque vengo de una familia de clase media típica, con mama maestra y papá comerciante».
De una familia en la que asegura «somos todos peronistas, soy tercera generación de peronistas pampeanos. La política para nosotros como familia era moneda corriente, y siempre ligados al Peronismo, yo desde que tengo uso de razón voy a la Unidad Básica del pueblo. Por esa militancia, desde tan joven, me enorgullece tanto que hoy me toque a mi ser la vicepresidenta del Partido Justicialista pampeano», señaló.
-¿Cómo llega usted al kirchnerismo?
-Mientras estudiaba, trabajaba en una cadena de supermercados, y los fines de semana para despuntar el vicio, daba clases de apoyo escolar en un comedor de una villa. Ahí conocí a un montón de compañeros y compañeras con los que hasta hoy sigo atravesando la vida política.
En el 2009 me recibí, me fui de vacaciones, y cuando volví a Victorica me convocó una compañera que es Mayra Mendoza (intendenta de Quilmes), porque necesitaban una economista «junior» en Casa Rosada y ahí arranqué. O en realidad ahí continué, solo que fue en ese momento que empecé a trabajar desde lo público.
-Me dice que en esa militancia conoció a muchos compañeros y compañeras, hoy siendo la precandidata a senadora del justicialismo ¿A quiénes no puede dejar de recordar?
-Obviamente a Mayra (Mendoza), a Máximo (Kirchner), a «Wado» (Eduardo de Pedro), que hace años que lo conozco, Mariano Recalde. Toda esa camada joven que fuimos los fundadores de lo que es La Cámpora. Y tantos otros que no son públicamente conocidos. Y después a los tantos compañeros de la provincia, con los que militamos de toda la vida.
-¿Cómo ve la situación actual, tanto del país y la provincia?
– Creo que estamos trabajando fuertemente para salir adelante. Heredamos una situación desastroza, y la pandemia le echó nafta a ese fuego. Estamos tratando, en esta situación anómala, de ayudar a que todos los sectores afectados por la situación económica que trajo la pandemia, y que ya veníamos arrastrando, porque ahora parece que hay un ataque de fragilidad de memoria, y que todos los males han sido porque hemos cometido errores. Pero nosotros no fuimos quienes endeudamos al país, no fuimos quienes hipotecamos el futuro de nuestros hijos. Sergio está haciendo un esfuerzo terrible por contener el daño económico y social que se está generando, propio de una pandemia mundial, y de una crisis como la que teníamos.
-¿Y Santa Rosa?
– También creo que Luciano (di Nápoli) está haciendo un gran esfuerzo en una ciudad que encontró devastada, con el plus de que está devastada por abajo del asfalto, con lo difícil que es esto. Se necesitan obras estructurales de muchísima plata, para que los santarroseños y santarroseñas, puedan tener una ciudad como supieron tener, modelo a nivel país. Santa Rosa está recibiendo un apoyo muy grande por parte del gobierno provincial, y del gobierno nacional, y Luciano a tenido la capacidad de gestionarlos muy bien. Creo que las y los santarroseños lo están valorando, y ven con my buenos ojos la gestión que se está llevando adelante.
-¿Cómo es su relación con el gobernador?
– Es muy buena actualmente, y lo era desde antes de ser gobernador de la provincia. Entiendo que cuando se planteó el desafío de gobernar La Pampa, de llevar sus propuestas a los pampeanos y pampeanas, era una persona a descubrir, y hoy creo que están todos y todas orgullosas del gobernador que tenemos, que ha sabido cuidarnos en el momento más crítico del mundo, el país y la provincia. La Pampa hoy encabeza los rankings de vacunación en el país, producto del trabajo de un gran gobierno, y de un sistema de Salud robusto, con unas genias como son las vacunadoras y vacunadores, que sacan hasta la última gota de cada frasquito, y a eso le defino como amor, nadie puede hacerlo si no es con amor. Sergio ha contagiado ese compromiso y ese amor por la provincia, con recursos propios y con acompañamiento nacional, apaciguando los daños que produjo esta pandemia.
-¿Cómo ve a la oposición?
– Es una frase altamente trillada, pero con la que estoy totalmente de acuerdo. Hay dos tipos de oposición, quienes tienen responsabilidades de gestión, que todos los días tienen que solucionarle problemas a la gente, y quienes tiran piedras. Quienes no tienen responsabilidades con la gente, ponen palos en la rueda, tiran piedras, inventan cosas que luego se derrumban con la realidad. Pero hasta que esa realidad llega, son acompañados por una batería mediática hegemónica. ¿Cuántas veces escuchamos decir que las vacunas eran veneno? Más del 50% de la población está vacunada, evidentemente no era veneno.
-¿En qué Ley le gustaría trabajar, para que sea considerada la «Ley Alonso»?
– Yo, por formación profesional, tengo un cliché por trabajar fuertemente en transformar la matríz productiva de nuestra provincia. Soy una amante de estudiar, y tratar de entender, cómo podemos hacer para que esta provincia sea mucho más industrialista, y que a la materia prima que se produce podamos agregarle mucho más valor agregado. Siempre ha sido mi faro cuando estudio, y cuando proyecto la provincia.
-¿Cuál es su sueño en la política?
– Mi sueño es continuar siendo una pampeana más, que la gente sienta que los representa y trabaja para ellos. No tengo más ambiciones que sentir el respeto y el cariño del pueblo pampeano, y yo lo recontra siento. La Pampa me ha dado todo lo que tengo y todo lo que soy.
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