Miércoles 14 de mayo 2025

Avatar de una tarea inconclusa

Redacción 06/02/2011 - 02.31.hs

I - La fortuna tocó a la puerta de un jubilado santarroseño esta semana con un premio de 12 millones de pesos en uno de los juegos más esquivos pero más seguidos por los apostadores domésticos. La magnitud de la fortuna que recibirá el ahora nuevo rico la convierte en la suma más alta que se recuerde haya sido ganada en un juego de azar por un pampeano. La alegría de saber terminadas para él las urgencias económicas y la promesa de una nueva vida que esa enorme masa de dinero le trae, disimulará por un tiempo los nuevos problemas que ya se le presentan. El de privarse de hacer conocer a todos sus conocidos el anuncio de su llegada al olimpo de los ricos es uno de ellos. Porque a partir de ahora, además de la felicidad del dinero recibido lo acompañará el miedo a ser víctima de quienes pueden querer apropiárselo. Ya sea legal o ilegalmente. Curiosamente vemos así comprobado que el cambio repentino de clase social, o de estatus económico, se diferencia de otros cambios que el hombre y la mujer experimentan a través de su vida por el sigilo que debe acompañar a esta irrupción inesperada al mundo de los que tienen más de lo que necesitan. Todos los grandes cambio en la vida de cualquiera, desde el nacimiento pasando por los cumpleaños, la obtención de titulos escolares o universitarios, el casamiento y aún la retirada de la vida activa, dan lugar siempre a una celebración, a un rito de pasaje que valida el cambio y, a la vez, lo da a conocer a todos. Pero llegar a ser rico de repente es algo que en general pasa y demanda un esfuerzo adicional del nuevo millonario para disimular esa condición. (El secretismo del apostador suertudo de la semana da lugar a una reflexión: su caso es parecido y a la vez muy diferente al disimulo con que algunos políticos y funcionarios lugareños enriquecidos intentan hacer pasar su nuevo estatus económico. Es parecido en lo repentino de su riqueza. Es diferente en la legalidad y legitimidad de esa suerte).

 

II - Una fortuna similar a la ganada por el apostador invertirá la cooperativa santarroseña en la expansión de su red de comunicaciones en el año que se inicia. La fibra óptica, ya con la inminente llegada de la televisión cooperativa, se expande por toda la ciudad despertando a su paso la adhesión espontánea del vecindario. La significación que tiene esa expansión y sus consecuencias sobre la vida de los vecinos va mucho más allá de la simple reducción económica que las nuevas conexiones prometen. Es que ese avance, salvando distancias temporales, puede compararse con el de las fuerzas patriotas durante las guerras de independencia liberando pueblos y conciencias. A su modo, la cooperativa va liberando de poder económico extranjero a los santarroseños que soportaban el yugo de los capitales españoles, franceses, norteamericanos y, del peor de todos, de capitales supuestamente nacionales. Esta tarea de creación de formas económicas que respondan a los intereses de la Nación Argentina es la gran revolución inconclusa que la Revolución de Mayo dejó y es la gran tarea de estos años de Bicentenario. La independencia política no tiene sustento si no se asienta sobre una independencia económica, esto es, si los resortes de la economía no son accionados por empresas nacionales con un fuerte compromiso con esa máxima constitucional olvidada que dice que la Nación se conforma para dar "bienestar general". Las cooperativas como la nuestra, son parte de esas tarea de recuperación de la independencia económica. Aunque la escala pequeña de su acción pueda llevar a algunos a subestimarla, su papel hoy en la avanzada contra los poderes económicos responsables de la quiebra del país, está demostrando que es parte de todo un movimiento nacional que puja por completar la tarea libertaria de nuestros patriotas.

 

III - Por eso resulta inexplicable que desde el gobierno provincial haya quienes se hagan los distraídos o sigan hablando el idioma del liberalismo menemista que nos llevó a la ruina cuando las cooperativas piden el manejo de la fibra óptica del Acueducto. Esos funcionarios siguen respondiendo hoy al pedido del movimiento solidario pampeano como si estuvieran en la década del 90. Siguen pensando que las multinacionales y las grandes corporaciones que operan en el país en las comunicaciones son simples "competidoras" o actores necesarios en el juego económico y, de esa forma, igualan a esas aves rapaces que han esquilmado a los pampeanos, con las cooperativas que han demostrado un histórico compromiso con la economía y el desarrollo provincial. (LVS)

 


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