Las "otras" primarias: las disputas territoriales en cada localidad
Norberto G. Asquini
Bajo los "ismos" del PJ y los colores del Frepam se juega en cada localidad una elección particular. Las divisiones locales, las disputas pueblerinas y quienes quieren fortalecerse de cara a 2015.
Quedan menos de dos semanas para las elecciones primarias que definirán los candidatos a diputados nacionales para octubre, y que abrirán en buena medida las perspectivas para los diferentes sectores y dirigentes sobre lo que puede ocurrir en 2015 en la política de La Pampa.
Ya analizamos dos cuestiones concretas que subyacen en estas votaciones puntuales: por un lado, que el gobernador Oscar Jorge y el frente que representa se juegan a todo o nada, ya que de perder su precandidato, quedarían en una posición muy desfavorable. La otra es que estos comicios no implican la tradicional competencia entre oficialismo y oposición, sino que la confrontación central se manifiesta al interior de cada fuerza -el PJ por un lado y el Frepam por el otro-. De hecho, los candidatos de cada fuerza apenas se han cruzado públicamente.
Pero además, detrás de las grandes líneas, de los "ismos" en el caso del PJ y de los colores que dividen al radicalismo en el Frepam, que dirimen su interna en estas elecciones, hay otro nivel de análisis de tipo micro-político. Es ver qué se juega en la política lugareña del interior de la provincia en esta votación, la que servirá para medir fuerzas en cada localidad. Una lectura más modesta a los grandes resultados, pero que tendrá su incidencia hacia 2015.
PJ poralizado.
En el justicialismo hay a priori dos fuerzas determinantes. Parece haberse dado una polarización entre los precandidatos jorgistas Gustavo Fernández Mendía y Verónica Leduc -apoyados por las agrupaciones kirchneristas-, y los marinistas en alianza con el vernismo con Espartaco Marín y Alicia Campo. Los primeros representan, aunque no han sido lo suficientemente enfáticos en la campaña, al proyecto del gobierno nacional en La Pampa. Se calcula que como oficialismo arranca con un piso del 25 ó 30 por ciento de apoyos que deberán descontar sus oponentes.
Entre quienes los enfrentan, el vernismo quiere provincializar la lectura de estas elecciones, como siempre, y las considera casi como un plebiscito sobre la marcha del gobierno provincial. Si pierden los postulantes del jorgismo, para ellos será una derrota de la presidenta en La Pampa, pero también un voto de censura a la gestión de Oscar Mario Jorge. Quieren asemejarlo a un "efecto Massa" en Buenos Aires, si es que éste se produce.
Los dirigentes vernistas son hombres de grandes y permanentes rencores y de memoria frágil. El diputado provincial que se ha puesto abiertamente a la cabeza de la campaña en apoyo de Espartaco Marín defenestraba con el mismo énfasis al marinismo cuando lo enfrentó Jorge, como ahora a Jorge al quedar en la vereda de enfrente.
En la capital.
Pero, ¿cuáles son las disputas territoriales en el justicialismo? Hay lugares donde los dirigentes locales se juegan mucho para 2015. En Santa Rosa, el intendente Luis Larrañaga ha movilizado a toda su tropa como si esta votación fuera crucial. Una victoria de Fernández Mendía significaría en la capital un triunfo propio frente a lo que él considera la alianza marinista-vernista. Y lo colocaría en la vidriera para ser considerado por Nación como un buen candidato para apuntalar al kirchnerismo en La Pampa dentro de dos años. Se analiza que sin tener un pie firme en Santa Rosa, no es posible una línea provincial de apoyo a CFK en la provincia. De hecho, no hace mucho el jefe comunal tuvo una reunión en Buenos Aires con dirigentes nacionales de primera línea para hablar de esa estrategia. Solo le sirve una victoria para mantener sus aspiraciones para dentro de dos años. Enfrente tiene al resto del PJ.
En cada localidad.
Los intendentes que impulsaron a Compromiso Peronista deben revalidar su poder frente al vernismo en sus propios territorios. Una de las localidades centrales será Toay. Allí Ariel Rojas y el diputado Miguel Tanos de La Cámpora enfrentarán a las filas del senador. Están en igual situación los jefes comunales de Miguel Riglos, Quehué o Telén, por mencionar algunos.
Otra donde se cruzan las disputas locales es Realicó, tierra del intendente Facundo Sola, también uno de los impulsores del rompimiento del jorgismo con el vernismo. Pero allí no solo Sola debe mostrar su fortaleza. La pelea es más amplia: también deben apuntalar sus aspiraciones futuras el postulante radical Mauro Pildain, oriundo de esa localidad, y el diputado Dario Casado del PRO -ex intendente realiquense- con la candidatura de Carlos Mac Allister. Todos deben demostrar que tienen el respaldo de sus propios vecinos para subir un escalón en 2015.
En Victorica hay otro desafío puntual. Es la tierra de la diputada nacional María Luz Alonso, de La Cámpora, que necesita revalidar su lugar. Lo mismo ocurre en Guatraché con la senadora María de los Angeles Higonet, que saltó de las filas vernistas al kirchnerismo y hoy tiene llegada a la Casa Rosada.
Los "barones" vernistas.
Del otro lado, el vernismo tiene blindado General Pico y sus dirigentes afirman que también localidades del oeste. En la oposición al jorgismo será importante lo que hagan los "barones" de Verna en sus pueblos. Rodolfo Calvo en Quemú Quemú, José Rodríguez en Santa Isabel o Raúl Zurbrigk en General San Martín deberán demostrar su localía derrotando a los hombres del jorgismo. "Hay que votar a cualquier candidato del PJ menos a Fernández Mendía", es la orden que bajan a sus militantes. El único problema es que se dispersen los votos entre las siete opciones que quedan y la nómina jorgista termine arriba en sus pueblos.
En 25 de Mayo, como siempre, la elección es provincial pero está cruzada por la política local, tan propia y particular. El intendente David Bravo con su frente vecinal apoya al vernismo y en alianza con parte del PJ vernista va contra la lista del gobernador. Del otro lado, está otro sector del PJ y quienes conformaron el Frente para la Victoria local, a su vez enfrentados con Bravo.
En el radicalismo.
En el radicalismo las disputas territoriales están más atenuadas y no tienen tanta incidencia. Es que en la mayoría de los pueblos tiene predominio la Línea Blanca, que esta vez no presentó candidatos. Sus dirigentes se han mostrado prescindentes o neutrales en esta elección y han abierto los comités de la UCR para que puedan hacer campaña todos los postulantes, hasta los del socialismo.
Que muchos pueblos tengan al radicalismo blanco como principal fuerza va a provocar que esos votos sin referencia propia se dispersen hacia cualquiera de las cinco opciones del Frepam, pero sin consecuencias hacia la política lugareña. Gane quien ganase, el norte de los blancos está puesto en 2015.
Entre las disputas locales más fuertes del Frepam estará la de Eduardo Castex. Allí el radicalismo parece dividido en tres sectores porque hay referencias fuertes que apoyan a tres listas diferentes: el ex intendente Juan Chiquilitto de los rojos está en la nómina de Pildain; el diputado Sergio Pregno es uno de los principales dirigentes celestes que apoya a Martín Berhongaray; y la dirigente Marta Soma va en la lista con el azul Francisco Torroba.
Después hay precandidatos que deben mostrar sus posibilidades futuras en sus pueblos para dentro de dos años. Pildain en Realicó, como dijimos, o Josefina Díaz en Macachín.
No los radicales los únicos que tienen que refrendar su localía con una buena performance en las urnas: lo mismo ocurre con los peronistas Rubén Ojuez en Colonia Baron, Adriana García en Winifreda o el disidente Darío Hernández en Jacinto Arauz, que siempre pareció acompañarlo.
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