De ida y vuelta.
En estos días se conoció una nueva versión de la huella "De ida y vuelta". Pero no fue una interpretación musical sino política de la conocida canción de Yacomuzzi y Molina. El intérprete fue Sergio De Matteo quien en menos de 24 horas se fue de la municipalidad como director y volvió al mismo lugar (con ascenso y todo) como secretario. Al renunciar, junto a todo el equipo que conducía Miguel García, había compartido en una nota razones de fuerte peso político, como el alineamiento con el FPV, Compromiso Peronista y Fabián Bruna a quien calificaban como el "futuro gobernador". Pero a las pocas horas pareció olvidar repentinamente el argumento central expuesto en la renuncia y dijo de su sorpresivo regreso que "trasciende los alineamientos políticos y las cuestiones ideológicas". ¿En qué quedamos?
Poroteando.
A río revuelto ganancia de pescadores, podrían decir en las filas de Javier Mac Allister. Es que ya están contando los porotos que podrían llegar de rebote a causa de los fuertes vientos que sacuden las ramas del gran árbol del PJ. Cuando le preguntaron sobre la posibilidad de que el vernismo-marinismo no pueda llevar candidatos nacionales a las PASO, el candidato a senador, ni lerdo ni perezoso, dijo que "la alternativa somos nosotros". El entusiasmo del hombre del PRO tiene sentido. Hay varios antecedentes de fuga de votos desde el peronismo y, sin ir más lejos, en las últimas elecciones el beneficiario de esa "desobediencia" fue él. Es, justamente, el temor de los radicales y el estímulo que los persuadió para dejar las peleas internas y juntarse en una sola lista.
¿Fin de ciclo?
Subió el consumo de energía eléctrica, la producción de combustibles, las ventas por el día del padre medidas en unidades, los precios y las exportaciones de soja al exterior... No hay ni una buena noticia para la oposición política y mediática. Para colmo Daniel Scioli se calzó la camiseta K y entró a jugar a la cancha con Carlos Zanini, que es como decir con Cristina, la figura política con más alta imagen positiva, por lejos. Los vaticinios catastróficos de los economistas ortodoxos, el siniestro operativo Nisman, las embestidas de la task force de los fondos buitre se derritieron como helado al sol de enero. Los furiosos ataques de los grandes medios porteños solo tienen eficacia a nivel local, no han podido sacar al Frente para la Victoria del tope de las encuestas nacionales y hasta se habla de un triunfo en primera vuelta. ¿Será por todo esto que los charlistas de la TV hegemónica tuvieron que dejar de hablar del "fin de ciclo"? (RAM).
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