“Buenos vecinos”

El súbito ingreso de un muy respetable caudal por el reseco cauce del río Atuel –entre 5 y 6 m3/s- enfrenta al recientemente nombrado secretario de Recursos Hídricos de la provincia con el que acaso sea el primer problema concreto de su gestión. Acertadamente señala en un comunicado que "estamos constatando ingreso de caudal en el Puente Vinchuqueros desde hace tres días y Mendoza no nos ha notificado. No es un ingreso porque Mendoza esté cumpliendo el fallo de la Corte Suprema, sino que han soltado agua”. Pero, al margen de la apreciación, el funcionario cae en la ingenuidad política al decir que "como buenos vecinos, lo que tendrían que hacer es avisarnos que están largando agua y, además, que empiecen a cumplir con el fallo de la Corte de largar 3,2 m3 por segundo".

Ya es tiempo de reconocer que la provincia de Mendoza no es “un buen vecino”. Cualquier interesado en el tema sabe que abandonó esa condición cuando empezó a verse enfrentada con los hechos que demostraban la interprovincialidad del río y la negativa de La Pampa, (compartida después por las provincias condóminas de la Cuenca del Colorado), a derivar agua de ese río a la cuenca del Atuel, sin la compensación de caudal aguas abajo, según lo prevé el Tratado Interprovincial. Lo prueba además el simple y tantas veces reiterado hecho de la suelta de caudales sin dar ningún aviso a nuestra provincia en cuanto a oportunidad, cantidad y calidad del agua evacuada, tres condiciones de muy sencillo cumplimiento.

De allí que la aspiración del funcionario a que "como provincia condómina del río aspiramos a ser parte de las decisiones de manejo que rigen la gestión del agua y la distribución de caudales” suene a idealizada, por más que, acertadamente, un posible incremento del caudal obligaría a una necesaria prevención para con los pobladores que viven sobre el cauce. Ciertamente que la expectativa creada se trasforma en algo incierto en su posibilidad. Ese posible y tan necesario aviso fue solicitado “en muchísimas oportunidades a Mendoza y a Nación en el marco de la CIAI”, sin resultado alguno, como se advierte. De hecho la labor de la Comisión Interprovincial del Atuel Inferior lleva décadas de tarea sin resultados de relevancia. La situación viene de muy antiguo, de cuando las autoridades de entonces, ignorando la opinión de algunos estamentos técnicos de la por entonces Administración Provincial del Agua, cayeron en la ingenuidad de admitir trabajar sobre “el Atuel inferior” cuando la concepción moderna apuntaba a la consideración integral de las cuencas.

De allí que pueda volverse con fundamento al párrafo inicial de esta columna: ¿Qué se puede esperar ante tan reiteradas muestras de mala voluntad?

Máxime cuando esas muestras llegan al increíble nivel de desoír un fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, muy claro en cuanto a la disponibilidad del agua por parte de las provincias, incluso con números favorables para los cuyanos.

Quizás ya sea tiempo que La Pampa asuma la conclusión que le evidencian los hechos de diversa índole: Mendoza no entregará agua, al menos dentro de las condiciones de negociación planteadas hasta el presente. Acaso el flamante funcionario considere este criterio y lo traslade a los estamentos políticos de la provincia.