Críticas previsibles para un nivel infrecuente

Marzo es como el lunes del año. Se acaban las vacaciones y hay dos hechos que marcan el cambio: el inicio de clases y los discursos que abren las sesiones ordinarias de cámaras legislativas y concejos deliberantes.

 

Este año, la cercanía con las elecciones le pusieron un condimento especial. Los gobernantes ensalzan sus gestiones y los opositores exageran sus críticas.

 

Esta vez, un concepto del gobernador Sergio Ziliotto, pronunciado ante los diputados, encendió un debate. Dijo que en nuestra provincia, "pampeanas y pampeanos "gozan de una calidad de vida infrecuente en el resto del país".

 

Lo dijo cuando hizo referencia al desafío en la gestión para "profundizar la equidad, eficiencia y calidad con la que la sociedad pampeana históricamente accede a las respuestas que da el Estado".

 

En ese punto recordó que "el reconocimiento social ha sido avalado recientemente por un informe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, que ubica a La Pampa como la provincia con mayor índice de desarrollo humano".

 

Destacó que se trata de un indicador de bienestar de la población que se mide en función de políticas públicas vinculadas al acceso a la salud y a la educación como también a la inversión estatal para sostener la economía provincial.

 

A la vez, aclaró que "ese mismo informe corrobora la eficacia de políticas públicas para achicar la brecha de género" y puntualizó que "La Pampa es la provincia con mayor igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres".

 

Antes y después, el gobernador exhibió informes y estadísticas sobre los temas más sensibles para la sociedad pampeana, y fue en ese contexto que concluyó aseverando: "En síntesis, pampeanas y pampeanos gozan de una calidad de vida infrecuente en el resto del país".

 

Por izquierda y por derecha.

 

Las repercusiones no se hicieron esperar. Los opositores hablaron de "un discurso con muchos anuncios pero poca concreción" y solo atinaron a recordar la eterna e interminable construcción del "Megaestadio", un lunar inocultable que hace años deberían haber resuelto -y aún no han hecho- sucesivos gobiernos provinciales.

 

Desde el macrismo hablaron de "un discurso electoral y alejado de la gente" y consideraron que el mandatario provincial "tuvo el atrevimiento de decir que gozamos de una calidad de vida infrecuente en el país". Una legisladora se animó a sostener que "esto habría que preguntárselo a los pampeanos de distintos puntos, que no es lo que uno escucha cuando recorre la provincia y la ciudad capital". Dentro de poco, el 14 de mayo, una elección le sacará esa duda.

 

Desde la izquierda no se quedaron atrás. Lisa y llanamente consideraron tras el discurso que "nos mienten en la cara a todos los pampeanos" y que "lo del nivel de vida infrecuente de los pampeanos raya el cinismo". Para aquellos estudiosos de las ideas políticas que dicen que cuando derecha e izquierda se exceden tanto en sus esfuerzos por diferenciarse de quienes gobiernan terminan coincidiendo en sus cuestionamientos, acá pueden encontrar un ejemplo actualizado.

 

Realidades tangibles.

 

Sería tedioso cruzar números, índices, estadísticas y demás cuestiones. Es más fácil pensar desde la vida cotidiana y sacar conclusiones. Por ejemplo: ¿alguien tiene un hijo estudiando en otra provincia y le tocó lidiar con los servicios? ¿Los comparó? ¿Paga más o menos de luz, teléfono, internet o cable? ¿Y cómo le fue si tuvo que recurrir a un servicio de salud?

 

Y si tuvo que hacer alguna compra más o menos importante: ¿le dieron más facilidades que los paquetes en cuotas y sin interés que tiene nuestro Banco de La Pampa? ¿Alguien pudo encontrar un cajero automático más cerca que en esta provincia?

 

Y tomando el caso inverso: ¿A ningún diputado o dirigente le pasó que tuvieran de visita a familiares o a amigos y que se sorprendieran por nuestra calidad de vida?

 

Si hasta cuando traen especialistas para hacer rimbombantes talleres de debate les termina saliendo el "tiro por la culata", porque las conclusiones coinciden en que La Pampa tiene cuentas ordenadas, buen sistema de salud pública, buen desarrollo en cultura y deportes, etcétera, etcétera y les vacían de contenido sus improbables cuestionamientos.

 

Así, una vez más terminan sin sorprender a nadie, recitando los mismos cuestionamientos previsibles de siempre, en este caso para una declaración que no los encontró preparados, como esta comparación que terminó hablando de "la calidad de vida infrecuente en el resto del país".

 

Se entiende que tienen que salir a criticar, porque de otro modo no serían opositores, pero sería más valioso que propusieran algo mejor para debatir desde el campo de las ideas. Porque el problema que tienen es que no ofrecen proyectos superadores. Y para colmo, a la mayoría de estos críticos el pasado tampoco los ayuda.

 

En el último de los casos, si no creen que La Pampa no es el mejor lugar para vivir, nada les impide elegir otro destino. Son mayores de edad, podrían optar por habitar otro territorio que ofrezca satisfacción a sus necesidades. Pueden buscar otra provincia, o bien otro país, para poder comparar y ver si encuentran lo que dicen que acá no tienen. O pueden quedarse, pero se agradecería que desde el lugar que ocupan y que la sociedad les dio hagan un esfuerzo mayor y aporten "un nivel infrecuente" de ideas para vivir mejor.

 

DANIEL ESPOSITO