El partido judicial también de campaña

La liberación de José López una semana antes de las elecciones legislativas nos trae aromas conocidos. Recuerda el hallazgo del cadáver de Santiago Maldonado pocos días antes de los comicios de octubre de 2017, o la operación contra Aníbal Fernández, acusado de ser "La Morsa" y autor intelectual del triple crimen de la efedrina, antes de las presidenciales de 2015.

Estas "casualidades" ya no sorprenden y forman parte del folklore político-judicial-mediático. Sin embargo no debe dejar de señalarse su naturaleza perversa porque, de lo contrario, estaríamos admitiendo que nos hemos acostumbrados a convivir sin reacción entre "los inmorales que nos han igualao", como dice el tango de Discepolín.

Hace mucho que se cumplieron los dos tercios de la condena impuesta a José López, pero una demora muy oportuna a la hora de establecer el monto de la fianza para acceder a la libertad condicional permitió que saliera de prisión "justo" en estos días preelectorales. Los ecos, como siempre sucede en estos casos, se expandieron por toda la galaxia mediática porteña aunque con un detalle muy sugestivo: nadie habló del origen del dinero que tenía López. Ni los jueces lo investigaron ni los periodistas indignados preguntaron. Y no es por falta de datos. Se sabe que algunos fajos de billetes termosellados habían llegado desde Estados Unidos al banco Finansur, entidad conducida por un ex tesorero del club Boca Juniors cuando lo presidía Mauricio Macri. Ese hombre de negocios estuvo vinculado a empresas de la construcción como la brasileña Odebrecht, acusada de pagar coimas en el proceso de adjudicación del soterramiento del ramal Sarmiento, en donde la firma estaba asociada al Grupo Macri. Ni fiscales ni jueces encontraron digno de interés seguir esa pista para averiguar el origen del dinero. Se entiende, el riesgo era grande porque la nunca encontrada "ruta del dinero K" podía convertirse en la "ruta del dinero M".

Otra movida del partido judicial se reveló en las últimas horas en un interesante artículo de Jorge Elbaum en el Cohete a la Luna. La falta de movimientos de la causa iniciada contra Macri, Nicolás Dujovne, Luis Caputo, Federico Sturzzeneger y Guido Sandleris por las gruesas irregularidades cometidas en la tramitación del préstamo solicitado al FMI, podría derivar en la prescripción. A los cinco se le imputan tres delitos: incumplimiento de los deberes de funcionario público, malversación de caudales públicos y defraudación por administración indebida de los recursos públicos. Todos ellos violaron normativas muy claras en la contratación del crédito, cuya aprobación no pasó por el Senado, ni contó con los dictámenes técnico-financieros y jurídicos, mientras que parte de la documentación exigida fue presentada después de recibido el préstamo.

La inacción de la jueza a cargo de la causa juega a favor de los acusados ratificando que el partido judicial es uno de los aliados estratégicos de la derecha neoliberal que quiere volver a gobernar el país. Cuando fue gobierno, el macrismo hizo del aparato judicial su brazo ejecutor para perseguir adversarios; en la oposición, convirtió a muchos jueces y fiscales en sus abogados defensores.